El legendario líder y cantante de Saxon, Biff Byford, recientemente cumplió 69 años y aún libera metal intransigente. Si no está ocupado lanzando nuevos álbumes o de gira con su banda principal, ahora tiene tiempo para una carrera solista. Reuniendo a músicos de reconocida trayectoria, lanzó su primer álbum en solitario titulado School Of Hard Knocks, que se basa más en un enfoque del Hard Rock británico que en el Heavy Metal clásico (aunque sigue presente).Es ideal para cualquier nostálgico de los 70 y 80, mezclando lo antiguo y lo nuevo, simplemente está hecho a la medida para los fanáticos de la vieja escuela. Además elige influencias de bandas como Motörhead, AC / DC, Judas Priest, aunque obviamente del propio Saxon, con guitarras llamativas y ricos tonos bajos que meditan sobre la producción.
Musicalmente hablando, no estamos parados en territorio desconocido, con la mayoría del material encajando perfectamente en la sensación nostálgica con riffs de los años 80 y vibraciones clásicas de metal. Temas como Pedal to the Metal y Hearts of Steel representan aquellas pistas de carretera atronadoras, pegadizas y con enganche, mientras que The Pit and the Pendulum aporta más profundidad y flujo al álbum, con un montón de dinámica de guitarra interesante de Fredrik Åkesson (Opeth), donde el solo es probablemente el mejor de esta producción.
Es interesante que Byfford haya elegido a un sueco como guitarrista estelar para el disco y no a un británico, quizá quiso darle un sonido que no se asemeja tanto a las andadas de sus 40 y tantos años de carrera. Vale destacar que Åkesson presta sus talentos y aunque no consigue quemar mucho los trastes, en su mayoría se atiene a riffs maravillosos más algunas piezas melódicas aquí y allá, el trabajo está lo suficientemente hecho como para dejar brillar la voz, que aunque nunca se ha acercado a la de sus compatriotas más grandes de Nwobhm, todavía tiene todas las bondades de sus días de juventud y mucho encanto agregado a lo largo de los años. La batería también tiene un rol estelar y para ello Biff se acompañó del alemán Alex Holzwarth de Rhapsody.
El álbum resulta interesante, porque es música hecha con una óptica muy personal, con la que Byfford quiso repasar lo que más le ha gustado de toda su trayectoria. El toque dramático agregado a Worlds Collide, representa uno de los temas más pesados del álbum.
La voz y el estilo de Byford nunca se han prestado bien a la balada, por eso es tan curiosos y hasta confuso que este LP contiene hasta tres baladas curiosas… que están muy bien a decir verdad, aunque hay quienes lo verán como un sacrilegio. Como digo, el líder de Saxon quizá en este trabajo solista busco atender todas sus influencias porque es un disco muy personal en cierta forma, que además es una buena lección de lo mejor del Rock old school. Concluyó en que es uno de los lanzamientos más interesantes de este 2020.