Este tercer álbum de estudio de The Unity se presenta con gran éxito. Tras un disco anterior super exitoso en 2019, ahora se superan a si mismos con “Pride”, una nueva joya del Hard Rock moderno que elementos del Heavy Metal alemán, más una producción grandilocuente.El núcleo de la banda sigue descansando en los integrantes de Gamma Ray, Henjo Richter (guitarras) y Michael Ehré (batería), aunque también ha tenido un rol preponderante el impresionante cantante italiano Gianbattista Manenti, que sabe cómo flexionar algunas cuerdas vocales seriamente gimnásticas y sabe muy bien cómo tratar una melodía. La banda se completa con el guitarrista Stef E, el bajista Jogi Sweers y el tecladista Sascha Onnen, formando un equipo sin ningún punto débil.
El álbum, luego de un breve inicio instrumental con «The New Pandora«, comienza fuertemente con “Hands of time”, un corte poderoso y emocionante que engancha con fuerza al oyente y lo invita a un recorrido musical de la mejor calidad si busca escuchar Hard Rock moderno del más alto nivel, con melodías para corear y que se quedan grabadas a la primera escucha, que hasta podría sonar en la radio. “Line and sinker” es un poco más Rock and roll, más simple musicalmente, pero enraizado con melodías cautivantes.
Pese a que se trata de una banda europea «You Don’t Walk Alone» es una balada poderosa y de mucho encanto que encontraría fácilmente un hogar en cualquier compilación de música estadounidense tipo AOR. Algo similar sucede con “Destination Unknown”, que tiene ciertas influencias de Journey y una labor de composición envidiable. En cambio “We don’t need them here” es frenética y llena de ritmos de guitarra muy bien logrados por el mago Henjo Richter, quien sabe hacer un trabajo detallista con su instrumento, mientras Manenti canta con mucho carisma.
«Scenery of Hate» y «Damn Nation» llevan ritmos rápidos y pesados, hasta con algunos guiños al power estilo Gamma Ray, reventando fuegos artificiales de seis cuerdas sobre ritmos de batería típicamente complejos y riffs de guitarra entrecortados. Los sabores del Rock Melódico son atendidos por el rendimiento, pero particularmente con la dulcemente diseñada «Line and Sinker» y la misma fórmula se ve reflejada en “Angel of down”, con un encantador solo de guitarra que fluye. La penúltima canción «Rusty Cadillac» se dispara como un Rock and roll desenfrenado, lleno de elementos del blues y efectos que generan un sonido cálido.