Calificación 8 / 10
Luego de una ausencia de más de 5 años regresan los Red Hot Chili Peppers con uno de los álbumes más esperados de 2016: The Gateway, con el que suenan muy maduros, con una producción ambiciosa y mostrando un altísimo nivel para componer y arreglar su música. No obstante, pese a que contiene excelentes canciones al disco le faltó la fuerza y contundencia. También se echa de menos ese toque irreverente y divertido que es marca de fábrica de este conjunto californiano.
A lo largo de sus 13 temas la voz de Anthony Kiedis es genial, su desempeño es muy emotivo y convincente, y lo demuestra desde el primer tema homónimo The Gateway. El bajo del gran Flea suena con ese sonido vibrante y lleno de feeling en su máximo esplendor, hasta podría decirse que llevó el rol protagónico en casi todo el disco, porque su performance es envolvente, funkie, contagiante, contundente y con mucha estética en algunos segmentos. El trabajo de Chad Smith es encomiable, cada golpe que da con sus baquetas mueve el piso y está puesto en su justo lugar.
La guitarra del joven Josh Klinghoffer sigue siendo un mar de recursos, con su sonido crudo, añejo, vintage y hasta psicodélico; por ejemplo la canción Dark Necessities va ganando protagonismo conforme van pasando los segundos y ¡vaya que trabajo! que llega a su clímax al conectarse con We turn red, donde la guitarra suena más pesada, multi- rítmica, atmosférica y melódica en este uno de los temas más completos del disco, parece una balada a ratos, pero luego explota.
The Longest Wave si es una balada en su totalidad, muy emotiva, bien compuesta y con un trabajo delicado de cada instrumento. Pero ese es el problema, falta fuerza, falta contundencia en el disco y es un recurso que le sobra a este cuarteto, pero quien sabe por qué esta vez no lo plasmaron. Goodbye Angels es un corte pegajoso, de esos que el fanático estará cantando y tarareando, y aquí si hay un poco más de ímpetu, con Flea derrochando clase y el solo de guitarra con el que finaliza el tema es memorable.
Sick love es muy amigable, para todo público y el ritmo de Go Robot es excitante, desencadenando en una descarga rítmica de guitarra muy excitante, con teclados de fondo entre psicodélicos y setentosos. Quienes sigan buscando algo más fuerte encontrarán en This Ticonderoga el tema más pesado. Dreams of a Samurai es épica con sus más de 6 minutos, dándole un buen cierre al disco, aunque más de uno, cuando deje de sonar la música dirá: “¿eso fue todo?”.
Por: Roberto C. Palmitesta R.
[email protected]
@rpalmitesta/@escenarockfm (Twitter e Instagram)
VIDEOS OFICIALES: