Calificación 8,5 / 10
El metal progresivo sigue desarrollándose y fluyendo de una manera asombrosa, cada vez hay más bandas sorprendiendo la imaginación, y una de ellas es el cuarteto del Bay Area: FALLUJAH. Se están moviendo hacia arriba y aventurándose en terrenos llenos de complejidad musical con su nuevo álbum, Undying Light, que tiene composiciones intrincadas del death metal progresivo, polirritmia del math-metak, riffs asesinos, una labor solista impresionante de todos los instrumentos y un sonido demoledor.
Con su nuevo vocalista, Antonio Palermo (Underling), en Undying Light la banda va más allá de lo que habían hecho de «Dreamless», dando un salto masivo hacia adelante. Además, Palermo corrió con la responsabilidad de escribir las letras de las canciones, que se centran en una sociedad motivada por el ego y apática como resultado del consumo y la confianza en las redes sociales. De esta forma, los temas son una radiografía de una sociedad narcisista y desilusionada, y lo interesante es que los distintos estados emocionales de la temática son soportados por la música.
Undying Light fue producido por Scott Carstairs y Mark Lewis en OHMNI Studios en Nashville, Tennessee, durante tres meses de dedicación, con trabajo minucioso y dedicado cuyo resultado fue más que satisfactorio, porque no solo es la grabación más poderosa de Fallujah hasta la fecha sino también la más representativa de todos su potencial. La intensidad, claridad y profundidad de temas como ‘Glass House’, ‘Last Light’, ‘The Ocean Above’ y ‘Sanctuary’ sin duda dejarán una huella imborrable. Aquí, la mezcla y la maesterización de Mark Lewis se hacen notar. El valor de producción general de «Undying Light» es pesado y agresivo, pero atractivo y reflexivo.
En resumen Undying Light es un disco lleno de una complejidad técnica y compositiva realmente impresionante, con un sonido poderoso pero nítido y brillante al mismo tiempo; cambios de tempo sorprendentes, así como riffs aplastantes y solos afilados por parte del guitarrista y líder de la banda Scott Carstairs, quien se muestra gigante en todo momento; también se mueve con voces agresivas y retadoras que no descansan, baterías atronadoras, acompañadas por rítmicas de bajo sólidas y que se hacen sentir.