Calificación 9/10
Bravo por esta agrupación sueca que se supera a sí misma con cada disco y esta vez llegan a su top de condiciones con Zenith, un disco basado en las reminiscencias del heavy rock de los 80, sobre todo aquella escuela que lidero Ronnie James Dio. Su cantante y vocalista, Olof Wikstrand, había declarado que la idea era “la de grabar el mejor disco de heavy metal de todos los tiempos, sin ningún tipo de limitaciones”… y vaya que lograron registrar todo un nuevo clásico para el género.
Reviste un gran mérito el hecho que la propia banda se haya encargado de la producción y mucho más el hecho de que hayan grabado una versión de Zenith completamente en español, por considerar la importancia que para ellos reviste el mercado latinoamericano. La pronunciación de Olof del idioma español es fantástica, mucho mejor que lo que han hecho varias estrellas anglo en el pasado de versionar algunos de sus éxitos. Sin duda les funcionó muy bien la idea de llegar al público hispano. Además, las letras están muy bien traducidas, guardando relación con los temas originalmente escritos en inglés. Es un orgullo que Olof haya declarado que la primera banda de heavy rock en español que escuchó fueron los venezolanos Resistencia.
El disco tiene además la pasión el feeling que irradiaba el heavy de los 80 y finales de los 70, parece un álbum que hubiera quedado perdido en el tiempo, porque bien pudo haber sido lanzado en esas décadas. Las baladas y los midtempos que tiene esta obra rememoran lo que hacían Scorpions y Whitesnake. Ayudó mucho también el trabajo de melodías y ambientación en los teclados, y batería de Jonas Wikstrand. El nuevo guitarrista Jonathan Nordwall también se hizo sentir y ni hablar del rendidor trabajo del bajista Tobias Lindqvist.
Enforcer además ofrece un enfoque más épico que los suecos saben entregar muy bien, con joyas como ‘Die For The Devil’ o Zenith of the black sun’. ‘Searching For You’ y ‘Thunder And Hell’ bien pudieron haber sonado en las radios en otros tiempos y sirven a la perfección para corearlas en los conciertos como nuevos himnos del heavy rock. “Regrets” es un hit instantáneo que con su piano y teclados recordará a Journey o a Europe.
Las revoluciones subirán en ‘The End Of A Universe’, un tema aplastante e inquietante, al igual que ‘Sail On’, una canción llena de fuerza que puede recordar a aquel Yngwie de los 80 por su toque místico y épico. Por su parte ‘One Thousand Years Of Darkness’ quizá sea el tema más complejo y dinámico del disco por la presencia de arreglos orquestales, y pese a que se aleja del carácter directo de los otros cortes, es una pieza maravillosa que subraya el alto nivel musical de la banda.
Me atrevo a decir que estamos en presencia de uno de los mejores discos de 2019. Recomiendo adquirir ambas versiones, y escucharlas una tras la otra, es realmente fascinante. Los esperamos con los brazos abiertos en Latinoamérica cuando vengan de gira.