Calificación 10/10
Desde que el talento de Zakk Wylde fuera descubierto por Ozzy Osbourne en 1987, el musculoso guitarrista ha demostrado ser más que una máquina para tocar solos. Wylde probó desde un principio que amen de su virtuosismo es un excelente compositor, lo que se evidenció en el éxito de ventas obtenido con discos como No Rest For The Wicked, No more tears y Ozzmosis. En 1996 quiso probar su valía como solista y es cuando lanza Book of Shadows 1, obteniendo excelentes críticas. Ahora, 20 años después, retoma la idea donde la dejó y lanza Book of Shadows 2 con el que vuelve a esa faceta íntima, melancólica y de cantautor que le viene muy bien.
Wylde pudo haberse enfocado en grabar un nuevo disco para su banda Black Label Society, pero prefirió hacer primero algo más personal, porque sin duda este Book of Shadows 2 es un trabajo personal. Pero no por ello pierde su esencia guitarrera, más bien, el álbum posee una muy cuidada colección de solos, puras joyas. Algunos de los mejores solos de guitarra que Zakk jamás haya tocado se encuentran registrados en esta producción, sin contar el trabajo mágico e impecable con la guitarra acústica. Entonces sí, también es un disco para guitarristas.
Los arreglos que tiene el disco son magistrales, exquisitos, dignos de un gran compositor. Además de la parte heavy rock plasmada en el trabajo de guitarra, el disco tiene mucho blues, country, folk, baladas tristes y un espíritu que recuerda la obra de artistas como Neil Young, pero con más veneno. Además de crecerse con la guitarra, denotando su gran madurez musical, Wylde supo cómo usar su voz para dar ese tono íntimo, melancólico y hasta espiritual a las canciones que llevan un contenido lírico muy poético y vivencial.
Insistimos en el trabajo guitarrístico. Hay de todo pero con balance, puede haber solos que impresionan a través de muchísimas notas, pero también hay de aquellos que con cuatro o cinco notas mueven el mundo, como bien lo hacían los fallecidos BB King y Gary Moore. También hay toques a lo David Gilmour y mucho de Hendrix, eso sí, todo con el sonido y el estilo marca de fábrica Zakk Wylde. Hay melodías muy dulces, otras más tristes, que evocan recuerdos. Al final los 14 temas son un viaje a través de un mundo musical creado por el autor.
Además de cantar y tocar todas las guitarras, el protagonista de este “libro de sombras” también se preocupó por registrar una sólida interpretación del piano y los teclados (genial el sonido hammond), dando un toque aún más especial y orgánico a su música. Las baterías que contiene esta grabación son sencillas, pero muy adecuadas al estilo de la música, cada golpe está donde debe estar. En resumen Book of Shadows 2 significó para su creador un trabajo impecable que decantó en un disco memorable, digno de las mejores colecciones.
Por: Roberto C. Palmitesta R.
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