El juego de negocios que antecede al famoso videojuego
De miras a lo que parece la era dorada del cine de videojuegos son muchas las producciones que buscan adaptar la trama de los títulos más sonados, pero Apple apostó a algo muy distinto con Tetris.
El famoso y adictivo juego ochentero de las piezas que deben ser organizadas mientras caen para que encajen bien es tan entretenido como carente de historia. Sin embargo, esto no se trata de un The Emoji Movie, porque lo que cuentan Jon S. Baird y Noah Pink en su cinta es la historia de la creación y comercialización de Tetris y no de cuentos sobre cubos voladores en sí.
Protagonizada por Taron Egerton (Kingsman y Rocketman) como Henk Rogers, la cinta cuenta como este empresario holandés y otros más intentan conseguir los derechos de producción y distribución del legendario videojuego creado por el desarrollador ruso Alexey Pajitnov (Nikita Yefremov).
Lo que hace que una película sobre un trámite comercial y empresarial se vuelva una peligrosa e intrigante competencia de negocios y traiciones es que Tetris se creó en Unión Soviética. Y si bien la cinta seguramente se toma muchas licencias creativas al momento de narrar los hechos, nada quita que es una premisa que logra cimentar una entretenida experiencia.
Como un grupo de empresarios y distribuidores extranjeros entran al corazón de uno de los países más cerrados y vigilados de la época con el único fin de conseguir las licencias de Tetris (que ven como el nido de los huevos dorados) es algo que pocos se esperarían ver en una producción sobre un videojuego.
Pero contrario a lo que muchos podrían opinar el filme es en extremo dinámico y divertido, no pierde de vista que al igual que en el videojuego se debe crear el guion en función de armar un rompecabezas. Entre traiciones, vacíos legales, encontronazos con el gobierno soviético y algunas negociaciones los empresarios (“jugadores” en la cinta) deben encajar cada una de las partes para poder ganar este juego de negocios y solo en ese punto se dirá “game over”.
El personaje de Taron Egerton, no solo busca dinero, sino que cree en el potencial del Tetris y el de su creador. Es el eslabón más débil entre los que intentan conseguir los permisos y junto a Alexey, el que más tiene que perder. No obstante, lo pintan como una persona honesta, integra y perseverante, lo cual hace que a veces no se sienta un gran desarrollo por parte de este personaje, pero finalmente cumple su rol en la historia mientras que los personajes secundarios sirven de antagonistas y aliados que buscan el mismo fin que él, pero por otros medios, en ocasiones no tan éticos.
Asimismo, tenemos toda la denuncia hacia el autoritarismo y falta de oportunidades en la Unión Soviéticas y en regímenes comunistas de ese estilo. Crítica que muestran sin mucho tapujo y deja al aire como este tipo de sistemas afectan al desarrollo y bienestar de sus pobladores. A la vez este escenario se ve contrastado por el también mal obrar de algunas empresas en países libres y capitalistas, en este caso reflejado por los personajes de Roger Allam y Toby Jones.
Ahora, Tetris no es una producción de alto presupuesto, más allá de un elenco de actores destacados esta película de Apple TV+ trabaja con lo justo y necesario. Algunos, escenarios, planos y espacios se sienten como sacados de un producto más televisivo que cinematográfico, pero en lineas generales esta falta de recursos se vieron sustituidas o comenzadas con un guion interesante y quizás lo mejor implementado: el pixel art. Sea para presentar a los diferentes “jugadores” de la trama, servir de transición entre locaciones o incluso darle vida a una percusión entre autos, el pixel art fue una herramienta visual muy atractiva y hermosamente utilizada en esta cinta, siendo uno de sus puntos más destacables.
Tetris resulta una propuesta divertida y llamativa que invita a explorar lados menos difundidos de los videojuegos como lo son su desarrollo y comercialización. Se va por la tangente e igual logra funcionar y además da un mensaje de unión y de compresión entre personas que parecen de mundos separados gracias a la amistad que se crea entre Henk y Alexey que se ven enlazados no por el dinero, sino por la pasión de programar y jugar. Mensaje que puede ser interpretado como referencia al conflicto actual de Rusia y Ucrania.
Esta producción deja claro todas las posibilidades y flexibilidad que hay en la industria del gaming para llevar historias al cine y deja un buen sabor para lo que se puede esperar de próximos estrenos como Gran Turismo, que también partirá de un hecho real.
Trailer: