Insisto en el que power metal sigue viviendo un gran momento durante este 2019 y otra banda que aparece con grandes posibilidades de hacer la diferencia en este sub-género del heavy metal es Majestica. Que discazo nos traen con Above the sky, con el cual, además de rendir tributo a bandas como Helloween, Gamma Ray, Stratovarius o Edguy, abren un camino futurista para el power metal, volviéndolo más sinfónico y bombástico.
Para entender mejor el proceso de creación de una obra como Above the sky hay que conocer un poco de a historia de la banda, que lidera su cantante y vocalista Tommy Johansson, quien ahora forma parte nada menos que de Sabaton. Antes de ingresar a la filas de este grupo experto en temática de conflictos bélicos y consagrada mundialmente, Tommy era guitarrista y cantante de Reinxeed, pero el tiempo que le demandaba Sabaton hizo que la dejase a un lado momentáneamente. Pero están de regreso, y con un nuevo nombre, ahora se les conoce como MAJESTICA, que también sirvió como tributo al álbum «Majestic» que ellos lanzaron en 2010.
Pero el éxito que ha tenido un disco tan fantástico como Above the sky también se debe a los otros integrantes, sobre todo el gran bajista Chris David, quien sabe cómo manejar su instrumento para el tipo de música que demanda el grupo, es muy virtuoso pero tiene enganche y feeling, por lo que más que un mero acompañamiento, aquí el bajo denota un rol protagónico. El guitarrista de raíces argentinas Alex Ortiz también hizo un gran trabajo, complementando muy bien a Tommy. ¿Saben quién grabó las baterías como músico invitado? Pues nada menos que Uli Kusch (Helloween, Gamma Ray, Masterplan, Symfonia, etc.) y por eso es que suena tan brutal, Uli es uno de los bateristas maestros del power y fue una gran sorpresa su colaboración.
Above the sky es un disco que rinde honor al nombre de la banda porque es “majestuoso”, tiene todos los elementos que hacen que el power metal sea tan cautivador: melodías épicas y hermosas, coros que evocan himnos, guitarras rápidas y avasallantes, atmósferas que evocan fantasía, solos virtuosos, composiciones elegantes y arreglos orquestales del más alto nivel, pero sobre todo mucha pasión. Al disco le sobra enganche, una vez que se escucha no parará de sonar, pero al mismo tiempo que es directo, también está cargado de detalles.
El tema “Above the sky” abre el disco con una intro de bajo que recordará a Dirk de Gamma Ray y las guitarras atropellan y envuelven desde el primer segundo. “Rising tide” tiene coros grandilocuentes y épicos, demostrando los grandes dotes de Tommy como vocalista, que no tiene nada que envidiar a Kiske, Sammet, Kotipelto y compañía. A lo largo del álbum el oyente se puede hacer la pregunta ¿qué hace mejor Tommy: cantar o tocar guitarra? Y la respuesta no es sencilla, me recordó mucho al venezolano Marcos Rodríguez (actual guitarra de RAGE) cuando cantaba y tocaba con Torre de Marfil en Venezuela.
Si bien el álbum parece tener una fórmula constante en las canciones, no hay problema porque así es el power metal y cuando está tan bien hecho, todo es satisfactorio. «Future Land» es una canción muy hermosa, con orquestaciones llenas de una estética musical bien trabajada. Mientras que «Night Call Girl» sorprenderá porque introduce una variante representada en un ambiente disco-ochentoso.