Calificación 9/10
Los suecos Dark Tranquillity presentaron su nueva obra maestro Atoma, con la que superan a su anterior Construct, trayendo una propuesta que si bien coquetea con los que hacían a final de los años 90 y principios del 2000, mira hacia al futuro, tratando de abrir el abanico de sonidos e incluyendo nuevos elementos, más teatrales y hasta podría decirse que tomando influencias de la música para bandas sonoras de películas.
Tiene un gran mérito el hecho de que las guitarras de este disco, tras la salida de Martin Henriksson, fueron grabadas en su totalidad por el fundador Niklas Sundin, quien dejó claro que es un excelente compositor. Mikael Stanne sigue probando al mundo que es una de las mejores voces extremas del rock, y en este disco explotó al máximo su lado más histriónico. Los teclados de Martin Brändström tuvieron un peso especial en todo momento, mientras que Anders Jivarp dejó nueva evidencia de que se trata de uno de los bateristas más precisos y completos de la escena del death metal. Para este disco ingresó a las filas de la banda un bajista de mucho valor: Anders Iwers, conocido por su trabajo con In Flames, Tiamat y con Avatarium, añadiendo su sonido gothic-doom.
Encircled abre el disco con mucha energía y con unas melodías que producen unas atmósferas de misterio y suspenso que se mantienen presentes en todo el disco y que le dan ese toque diferente, con un nuevo aporte. Atoma, el tema homónimo, es más lento, con cambios de tempo y que muestra a Mikael Stanne combinando en forma balanceada sus voces limpias con las guturales, aquí los teclados traen ese sonido que tanto identifica a la banda. Forward Momentum es oscura, con esa grandilocuencia tan característica de estos suecos. Neutrality es un corte intenso y pegajoso, protagonizado por la guitarra de Niklas Sundin. Force of hand es llevada por los sonidos de los teclados y hasta toma elementos del doom, hay un suspenso perenne en sus 4 minutos y 20 segundos, parece sacada de una cinta de misterio.
Faithless by default también aborda una teatralidad que la hace envolvente, en cambio The Pitiless es más rápida, y al igual que When the world screams llevan muy presente la marca registrada del death metal melódico hecho en Suecia. Our proof of life tiene un encanto especial y suena a los discos Projector y Haven, sobresaliendo la voz limpia de Stanne que reta al lado gutural.
Disquera: Century Media
Por: Roberto C. Palmitesta R.
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