Calificación 9.5/10
Una de las agrupaciones más innovadoras y originales en el metal extremo de los últimos 20 años editó su décimo álbum de estudio titulado Winter Thrice, una nueva obra maestra de estos noruegos que no tienen límites a la hora de componer. Con este disco se alejan un poco (no del todo) del componente sinfónico y del tecnicismo, para traer un trabajo con un sonido más crudo y una propuesta musical más directa. Son pocas las bandas que dentro del death-black-folk-metal cuidan con minuciosidad el elemento vocal, pero para esta agrupación, en estos momentos, el trabajo de las voces quizá sea su principal arma, sacando máximo provecho al hecho de tener hasta tres cantantes en sus filas.
El rol protagónico de las voces de Vintersorg (guturales y limpias), Vortex (voces limpias y coros. Sorpresivamente no grabo el bajo en este disco) y Lars Nedland (voces limpias y por supuesto teclados) fue muy bien distribuido, sacando el máximo provecho al sonido y la personalidad de cada uno, otorgándole al disco un abanico de sonoridades único.
Winter Thrice es una obra épica y envolvente, cada tema es una epopeya, en todo momento deja al espectador con la boca abierta. Arropan e invaden la mente del oyente no solo las tres voces que cuentan distintas historias, también el brillo, la melodía y la pasión de las guitarras del líder y fundador Oystein G. Brun y de Jens Ryland. Las baterías fueron grabadas nada menos que por el prodigioso Baard Kolstad (Leprous), sin duda uno de los mejores y más cotizados bateristas del mundo en la actualidad. Los teclados no tan abundantes como en los discos anteriores, pero aparecen para brindar detalles, efectos y atmosferas, así como para apoyar los novedosos arreglos de las guitarras.
Disquera: Century Media
Por: Roberto C. Palmitesta R.
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