Una vez más Tobias Sammet reunió a todo un all – star de cantantes, que en esta oportunidad incluye al vocalista original de Queensryche, Geoff Tate, y al cantante de Pretty Maids, Ronnie Atkins; también presenta como nuevos colaboradores nada menos que a Hansi Kürsch de Blind Guardian y a Mille Petrozza de Kreator, dándole un toque más pesado a uno de los temas. En la voz femenina buscó a la cantante de Blackmore’s Night, Candice Night, quien cantó de una manera verdaderamente espectacular. Asimismo, volvió a contar con sus leales Michael Kiske (Helloween, Unisonic), Jørn Lande, Eric Martin (Mr. Big) y Bob Catley (Magnum).
Sammet comenzó a trabajar en Moonglow hace dos años, luego de terminar la anterior gira de AVANTASIA, durante la cual iba coleccionando nuevas ideas musicales. Al igual que su antecesor Ghostlights, que llevó al oyente a hacerse preguntas sobre su propia existencia, porque esta nueva entrega, además de ofrecer una dosis de hard rock melódico, heavy metal y rock sinfónico – progresivo en forma apasionada y cautivadora, también es oscura, escalofriante y eminentemente fascinante. Inclusive Sammet declaró que las canciones tienen una inquietud similar a las películas de Tim Burton.
Hay que darle también mucho crédito a Sascha Paeth, porque quizá Moonglow sea una de las entregas más guitarreras de Avantasia. Su madurez y habilidad como guitarrista se hizo presente en todo momento, al igual que su calidad como ingeniero y productor. Muy acertado fue darle nuevamente el puesto de baterista a Felix Bohnke, quien hizo un trabajo bastante sólido y completo en cuanto a estilos y cambios de tempo. La responsabilidad de las orquestaciones y la mayoría de la grabación de los teclados, así como la masterización volvieron a recaer sobre los hombros del eficiente Michael Rodenmberg.
El disco es perfecto de principio a fin, no hay un solo segundo de desperdicio; gracias a un minucioso trabajo de composición y de arreglos, fueron cuidados todos los detalles. Abre con la épica y cautivante Ghost in the moon, que con sus 10 minutos de duración viene cargada de melodías llenas de magia y belleza, con la voz de Sammet en plan estelar; es una invitación a aventurarse por un recorrido musical que todo el mundo acepta de inmediato. Las cosas cambian en Book of shadows, un tema oscuro, pesado y contundente, con un duelo de voces graves a cargo de Hansi Kürsch, Jørn Lande y Mille Petrozza, contrastando con los performances de Ronnie Atkins y del propio Sammett; es estremecedor el momento en que entra Petrozza con su tono agresivo e imponente.
Candice Night se roba el show haciendo un super dueto con Tobias en la balada Moonglow, y luego, en The Raven Child, las voces de Hansi y Jorn ponen su toque mágico y carismático a un corte cargado de heavy metal moderno. Es verdaderamente satisfactorio volver a disfrutar de un trabajo conjunto entre Hansi y Sammet, quienes lo habían hecho hace muchos años atrás en el tema Out of control de Edguy. Sarlight continúa el recorrido con mucha energía, sostenida en un desempeño memorable del baterista Felix Bohnke (¡en todo el disco!) y la calidad vocal de Ronnie Atkins.
Uno de los momentos de mayor clímax y musicalmente más progresivos de todo el disco se presenta con la entrada del mítico Geoff Tate en Invincible, una balada muy bien llevada por el piano y los teclados, transitada por melodías tristes que evocan melancolía, con un dueto de película entre Sammet y Tate, digno de los mejores cantantes del mundo. La presencia del ex – vocalista de Queensryche se extiende en Alchemy, una canción oscura, pesada y progresiva, quien dio todo lo mejor del carácter histriónico que tanto lo identifica, mientras Sascha Paeth mete unos solos de guitarra colosales… solo esta canción hace que valga la pena comprar el álbum.
The pipper at the gates of down quizá sea el tema más complejo de todo el disco, que requiere varias escuchas para apreciar todo su espectro y entender el guión interpretado por las voces del propio Geoff Tate que aquí sigue presente (y se agradece) junto a Tobias Sammet, Atkins, Lande, Eric Martin y Bob Catley, regalando una auténtica ópera rock digna de colección… ¡Qué más se puede pedir!.
Bob Catley, el peculiar cantante de Magnum se ha ganado la confianza de Sammet y en el tema progresivo Lavender deja su huella imborrable. Llegamos al tema Nº 10 y quien escucha el disco por primera vez se preguntará ¿Michael Kiske no va a cantar? Lo bueno se hace esperar y la mano derecha de Sammet, esta vez solo participa en una canción pero… ¡de qué manera! Power metal desenfrenado al más puro estilo teutón, combinando su voz con la de su gran amigo Tobias en gran forma, como ya nos han acostumbrado, haciendo que se ericen los pelos de la emoción y poniendo el broche de oro a un recorrido musical lleno de magia.
Como regalo adicional, la octava entrega de Avantasia cierra con una versión del clásico de los años 80 “Maniac”, original de Michael Sembello, un éxito de la famosa película ‘Flashdance’ de 1981 y ¿quién mejor que Eric Martin para interpretarla junto a Tobias?…¡qué más se puede pedir! El mundo del rock está de fiesta con Moonglow.