Venezuela cada vez se consolida aún más como potencia mundial con las orquestas sinfónicas, pese a las restricciones del Covid-19, los músicos formados en el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela que acaba de cumplir 46 años, siguen abriéndose paso; uno de ellos es Rafael Payare, quien primero fuera un virtuoso del corno en la filas de la Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela, luego se inició como director tomando la batuta en diversas orquestas venezolanas. Dio su primer gran paso internacional al ser nombrado director musical de la Sinfónica de Ulster, luego pasó a la Sinfónica de San Diego y ahora compartirá ese rol con otra orquesta, ya que en enero fue nombrado director musical de la Sinfónica de Montreal.
Los venezolanos celebraron cuando la Orquesta Sinfónica de Montreal (OSM) anunció a principios del mes de enero que el venezolano, nacido en el estado Anzoátegui se convertiría en su noveno director musical, cargo que tendrá en sus manos a partir de la temporada 2022-2023, por un período de cinco años, un nombramiento de gran significado por tratarse de una de las dos mejores orquestas de Canadá y una de las más prestigiosas de todo el continente americano.
“La pasión, energía y determinación de Rafael Payare, sus orígenes latinos así como su personalidad entrañable son atributos que sin duda atraerán al público de Montreal”, declaró Madeleine Careau, directora ejecutiva de OSM, en un comunicado de prensa, para subrayar la importancia del nombramiento del venezolano, quien a sus 40 años de edad reemplaza nada menos que al maestro Kent Nagano, director de renombre mundial, quien trabajó con la OSM de 2006 a 202. Ahora el maestro Payare tomará el relevo a partir del 1 de septiembre.
No es fácil asumir un puesto luego de que el director saliente tiene mucho renombre y construyó una reputación muy positiva, en este caso la Sinfónica de Montreal, pero el venezolano fue formado en una institución como El Sistema donde enseñan a asumir los retos más difíciles. “Podemos estar orgullosos de tener algunos de los espectadores más jóvenes del mundo, junto a personas mayores. Esta combinación dinámica que vemos desde el escenario también es representativa de la gente que vive en Montreal”, dijo Kent Nagano, director saliente de la OSM al medio de comunicación The Press.
Rafael Payare cuenta con entusiasmo cómo le fue con sus primeros compromisos con la Orquesta Sinfónica de Montreal, ya que se realizaron varios conciertos transmitidos vía streaming y luego en redes sociales. También explica la forma en qué fue recibido por sus músicos y por el público canadiense, así como el apoyo que recibió por parte de la directiva de la Sinfónica de San Diego ante el nuevo nombramiento. También manifiesta su nostalgia por su Venezuela natal y sus ganas de venir a dirigir y trabajar con los niños y jóvenes de El Sistema, teniendo siempre presentes las enseñanzas del maestro José Antonio Abreu.
CM: ¿Cómo te fue con los primeros conciertos dirigiendo a la Orquesta Sinfónica de Montreal?
Rafael Payare: Salieron muy bien, representó un trabajo muy intenso, primer encuentro tuvo lugar 8 días antes del primer concierto, en total, entre todos los conciertos hicimos 3 programas diferentes, fue un gran trabajo. Hubo mucha química con la orquesta, me sentí muy a gusto, la recepción del público fue excelente, los medios de comunicación canadienses me trataron bien, se nota que a la gente que vive en Montreal le importa mucho su orquesta, hubo mucho eco en todo, la gente quedó contenta, además hacían falta buenas noticias, solamente el primer concierto recibió 115 mil vistas. Todavía hay mucha gente interesada.
CM: ¿Qué tal te recibieron los músicos de la orquesta?
Rafael Payare: Los Músicos estaban muy contentos, sentí buena receptividad, hicimos química de inmediato, se sentía hasta en las expresiones de ellos, los músicos que tocan instrumentos de cuerdas siempre tenían sus mascarillas puestas, pero aún así podía ver como se reían, estaban contentos. Además me dieron la bienvenida de muchas maneras, varios me trajeron de regalo el tradicional sirope de maple, hasta dulces caseros, fue muy bonito. Siempre fueron atentos y respetuosos a todas mis indicaciones y explicaciones, y yo también fui muy abierto al escuchar lo que ellos tenían que decir.
CM: La Orquesta Sinfónica de Montreal venía de ser dirigida durante muchos años nada menos que por Kent Nagano, un gran director de fama mundial. ¿Tuviste la oportunidad de hablar con él y de conocerlo?
Rafael Payare: No, no he podido conocerlo, el maestro Nagano se encontraba en San Francisco y por restricciones de la pandemia no podía viajar, algún día nos conoceremos, actualmente para entrar a Canadá requieres un permiso especial y 14 días de cuarentena, no es fácil, es super estricto, pero él me envió un mensaje a través de la presidenta de la orquesta y está contento con mi nombramiento.
CM: La pregunta ahora es ¿cómo vas a hacer para coordinar tu tiempo siendo Director Musical de la Orquesta Sinfónica de San Diego y de la Orquesta Sinfónica de Montreal al mismo tiempo?
Rafael Payare: No hay problema porque mis compromisos con las dos orquestas no me coinciden en ningún momento. Lo único es que tendré que reducir mis otros compromisos en Europa como director invitado. Pero como nos enseñó el maestro Abreu, o es todo o es nada, los compromisos hay que asumirlos. Con San Diego tengo semanas por temporada, incluido el verano, con Montreal ahora, como designado son solo 6 semanas y cuando arranque formalmente para la temporada 2022 – 2023 serán entre 14 y 16 semanas.
CM: ¿Cómo se tomó la noticia Alisa tu esposa? (Alisa Weilerstein)
Rafael Payare: Mi esposa está muy contenta, inclusive ella tocó como solista, en el tercer concierto que dimos en Montreal Alisa tocó y lo estuvieron retransmitiendo en su canal hasta el 16 febrero, porque gustó mucho y nos fue super bien. Mi carrera internacional como director tiene apenas 8 años, pero la de ella como violonchelista tiene más de 20 años, así que ella está super acostumbrada a tener muchos compromisos y siempre me ha apoyado en toda mi carrera.
CM: Pude ver que quisiste llevar la música venezolana al público canadiense, en ese concierto donde tocó Alisa, además de obras de Dvorak y Shostakovich, con mucha alegría los venezolanos vimos que incluiste “Melodía en el Llano” de Estévez. ¿Qué tal fue recibida esa obra por la audiencia de Montreal?
Rafael Payare: Así es, sabes que a donde yo vaya llevo a Venezuela, yo soy así y además eso no los enseño el maestro Abreu desde que estábamos en la Nacional Infantil. La obra gustó mucho, tanto a los músicos como al público. No solo allí, en todos los escenarios en varios países, cada vez que incluyó en el programa alguna obra de un compositor venezolano, es bien recibida.
Hablando de Venezuela, tu nombramiento fue bien recibido en el país, tanto por el público en general, como entre los músicos, inclusive, muchos niños y jóvenes de las nuevas generaciones de El Sistema se sintieron contentos con tu nombramiento.
Qué maravilla, muy bonito, me alegra saber eso. Es que en El Sistema todos somos una familia. Mis familiares me lo dijeron y me contaron lo bien que fue recibido y me contaron que los medios de comunicación venezolanos le dieron mucha atención también. Es que a donde voy yo no voy solo, yo represento a El Sistema, soy una muestra de esa semilla que sembró el maestro Abreu.
CM: Ahora viene la pregunta obligada: ¿cuándo vienes a dirigir a Venezuela? ¿Extrañas tocar y dirigir en tu país? Ahora es casi imposible por la pandemia, pero una vez pasen las restricciones del Covid-19.
Rafael Payare: Tengo muchas ganas de volver a mi país y no te imaginas cuánto, tengo 5 años sin venir, no es fácil. Cuando estuve a punto de hacerlo mi problema con los ojos no me dejó, las dos veces que estuve a punto de venir a Venezuela para dirigir, tuve problemas con la vista y me operaron, por lo que se tuvo que posponer y ahora con el coronavirus es más difícil, pero mi corazón sigue allí, más temprano que tarde podré regresar a dirigir, si por mi fuera me la pasaría en Venezuela, también tengo muchas ganas de visitar y apoyar a los núcleos del estado Anzoátegui.
CM: ¿Tienes planes de volver a tocar el corno o lo abandonaste por completo?
Rafael Payare: No, no lo voy a abandonar, pero no he podido tocar porque el Corno lo tengo en Berlín desde marzo de 2020, entonces tengo desde ese entonces sin tocar, si lo agarro lo recupero, cuando regrese a Europa lo agarraré, porque quiero seguir tocando, tantos años de sacrificio no pueden perderse y más aún con un instrumento malagradecido como el corno (risas), es una relación amor odio y no se deja así nada más.
CM: ¿Has tenido la oportunidad de tocar a tu orquesta, la Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela? Ahora que combina músicos de tu generación con nuevos integrantes suena de maravilla.
Rafael Payare: Si la he escuchado, la escuché con el concurso composición y fue genial, sé que con Christian Vásquez como director fueron a Rusia, he estado pendiente de ella, hice varias clases magistrales por zoom, conocí muchos nuevos integrantes, es algo muy lindo, recuerdo lo que el maestro nos decía: “el hecho que haya crisis no tiene porque evitar que el muchacho pare de soñar” y es muy lindo ver que no han parado.
CM: ¿Cómo reaccionó la organización de la Orquesta Sinfónica de San Diego cuando te nombraron en Montreal?
Rafael Payare: Desde un principio San Diego me apoyó, había secretismo al principio, pero tengo buena relación con la directora ejecutiva de la Sinfónica de San Diego, ella sabía desde el principio y ella sabe que ese nombramiento es ganar-ganar para todos, ellos me conocen y saben que no asumiría ningún compromiso que los fuera a perjudicar.
CM: ¿Qué nos puedes decir sobre la diferencia entre una orquesta y otra?
Rafael Payare: Cada orquesta es diferente, ninguna suena igual, son personalidades diferentes y eso depende también en parte de sus músicos, de su formación y de la cultura de donde vienen. Igual puedo decir lo mismo de la Sinfónica de Ulster, en Irlanda, cuando fui su director musical, si te puedo decir que con todas ellas he tenido excelente relación y nos hemos llevado muy bien, en todas el trato y la receptividad han sido de maravilla.
