En Venezuela existen muchos músicos que al mismo tiempo son empresarios y tienen un gran sentido de lo que significa gerenciar, lamentablemente son pocos pero los hay y uno de ellos es Manuel Mirabal quien literalmente vive entre el derecho y la música, las leyes y las partituras. Conocido por ser el vocalista de la agrupación de rock Séptima Carta o por su paso por el teatro, Manuel también es un excelente abogado y se ha venido especializando en un área muy importante y trascendental: el derecho de autor y la propiedad intelectual.
En su rol de legislador, Manuel gentilmente le concedió una entrevista a Cresta Metálica donde hace unos análisis muy importantes, que todo artista debe considerar y poner en práctica. Explica con mucha sencillez por qué es importante que un músico cuente con un equipo multidisciplinario para desarrollar su carrera, la importancia de registrar sus obras, el rol que juegan instituciones como SACVEN o el SAPI y el papel que juega el derecho en el medio cultural.
Con sus respuestas Manuel también comenta cómo un músico puede proteger legalmente su trabajo, indica cuáles son los beneficios de contar con asesoría legal y se muestra optimista en cuanto al futuro de la movida musical venezolana, asegurando que “en lo que mejore la economía del país la industria musical tendrá su mayor repunte en la historia”.
¿Cuál es la importancia de proteger el derecho de autor en el medio cultural venezolano?
Manuel Mirabal: No puede existir cultura sin medios que garanticen el acceso y subsistencia de la misma, el Derecho de Autor es el más humano y puro de todos pues, nace y existe a partir de las necesidades de las industrias culturales, brinda protección, reconocimiento y es capaz de garantizar la rentabilidad de los proyectos artísticos, permitiendo así que las industrias culturales cuenten con los recursos para ser autosustentables.
¿Por qué un músico debe registrar su trabajo? ¿Qué beneficios tiene proteger y registrar las obras?
Manuel Mirabal: En este punto se debe acotar que el registro de las obras no es obligatorio para la adquisición de derechos sobre la misma, esto es debido a que en general la legislación sobre la materia en la mayoría de los países, suele armonizar con El Convenio de Berna el cual establece que las obras artísticas y literarias están protegidas desde el momento de su creación y sin requerir de formalidad alguna.
Ahora bien, la pregunta que se debe hacer es ¿Dónde y con qué finalidad registramos? Para ello enumero los siguientes puntos:
- SAPI – Dirección Nacional de Derecho de Autor: En el SAPI se registran las obras para dar una fecha cierta de la creación y atribución de titularidad. Es útil registrar en el SAPI cuando la obra no se ha publicado aún, cuando existe coautoría ya que puede delimitarse el alcance de los autores o si existe alguna cesión de derechos con las canciones. También es útil el contar con un documento al que se pueda hacer referencia al momento de licenciar o firmar contratos y por último sirve como medio probatorio en caso de que exista algún conflicto judicial, invirtiendo la carga de la prueba a quien reclame los derechos sobre alguna canción, siendo entonces éste quien debe probar que cuenta con derechos previos al registro ante el SAPI.
- Depósito Legal: En el depósito legal se deja constancia ante la Biblioteca Nacional de que existe una obra que estará en el tráfico comercial. Lo importante aquí es la adquisición del código ISSN el cual no es más que la cédula de identidad de la producción (tema o disco) para poder identificarlo cuando se comunique públicamente (radio, televisión, presentaciones en vivo, etc)
- SACVEN & AVINPRO: Son las sociedades de gestión colectiva nacionales que cuentan con los sistemas logísticos, bases de datos, contratos y acuerdos con los medios de comunicación para saber cuándo y dónde está sonando algún tema y poder realizar el cobro respectivo para ello. Algo interesante en el caso de SACVEN es que ellos se encargan de generar los códigos ISRC, que son útiles para lo que sería el tráfico comercial internacional o a través de medios digitales, sin embargo para hablar sobre gestión colectiva o distribución podríamos tomar un post completamente dedicado a ello, en principio estos 3 puntos son las básicos a nivel de registro de obras.
En Venezuela, instituciones como SACVEN o el SAPI han sido satanizadas por los músicos ¿cuál es el papel que juegan estas instituciones y por qué son importantes?
Manuel Mirabal: En el caso del SAPI no veo motivo para satanizarlo ya que es un órgano del Estado que sirve de depósito o base de datos para las obras, no otorga derechos en materia de derecho de autor a diferencia de lo que sí ocurre respecto a las marcas y patentes pero ya ello se escapa de este foro de discusión. Hay muchos aspectos que podrían mejorar o tomar de otras instituciones, por ejemplo la Dirección Nacional de Derecho de Autor de Colombia cuenta con una app para dispositivos Android e IOS en la que los autores pueden registrar obras audiovisuales grabadas con el celular y poder darle seguimiento al proceso de registro de la obra a través de dicha aplicación. Definitivamente el SAPI puede mejorar muchísimo pero no es más que el reflejo de las acciones de gobierno que se traducen en el funcionamiento de las instituciones públicas, si mejoran las acciones entonces mejorarán las instituciones.
Respecto a SACVEN hay una premisa que traigo a colación y es que: “Siempre que exista dinero de por medio habrá conflictos sobre cuándo cobrar, cómo cobrar, cuánto cuesta la administración y gestión de ese dinero y cómo distribuirlo (a quién, de qué forma, cuáles montos)”. Esto lo vemos en instituciones públicas, gobiernos, universidades y por supuesto cualquier otra entidad de gestión colectiva en el exterior.
Sin embargo, mi opinión al respecto es que independientemente de los conflictos que puedan presentarse, siempre es mejor contar con la afiliación a una entidad de gestión colectiva ya que estas permiten contar con un mejor retorno en la inversión al momento de comunicar o comercializar las canciones. La mejor forma de mejorar instituciones como esta es utilizarlas, criticarlas, hacer propuestas y reconocer cuando consigan vías más idóneas para la gestión de las obras.
¿Por qué un músico debe estar al día con SACVEN?
Manuel Mirabal: SACVEN no cobra anualidad alguna a diferencia de lo que ocurre con otras instituciones de afiliación como por ejemplo El Colegio de Abogados. Lo que sí debe ser una constante es una línea de comunicación clara con la entidad en la que se puedan declarar las obras con anterioridad a su puesta a disposición del público, de ese modo no se pierde ni un sólo centavo por la publicación de las mismas.
¿Cuán importante es la asesoría legal para un artista?
Manuel Mirabal: El Derecho regula todos los aspectos que implican una vida en sociedad. En el caso particular de los artistas, la asesoría jurídica es fundamental para formalizarse dentro de la industria en la cual se desarrollen. Esto involucra procesos legales que acompañan todo el recorrido de la carrera del artista, desde la constitución de una o varias empresas para el cobro de sus regalías y honorarios hasta la adquisición de responsabilidad y contratación de personal, el registro y la explotación de las marcas y diseños, la firma de contratos de patrocinio, cesión de derechos, imagen, la apertura a otros países, el tema tributario, pago de impuestos, evasión fiscal. En fin, existe una inmensidad de posibilidades que se pueden presentar en el ámbito jurídico.
Muchos músicos no logran entender que deben armar un equipo de trabajo con periodistas, administradores, diseñadores y también abogados, de allí el por qué muchos de ellos no trascienden. Tú eres músico y abogado, así que ¿cómo harías o qué le dirías a un artista para que entienda la importancia del equipo multidisciplinario?
Manuel Mirabal: Desde éste trimestre, tuve el honor de ser invitado a dictar la materia de music management en la Academia Audioplace. Dentro del programa, coloco las 3 preguntas que debe hacerse todo artista, las cuales son: ¿Hasta dónde quiero llevar mi proyecto? ¿Cómo hago para llevarlo hasta allí? ¿Cuándo pienso hacerlo? La segunda y tercera pregunta son las que pretenden desarrollar el plan de acción para ejecutar esa idea o sueño que tenga el artista (o quien lo produzca), para ello, el primer paso está en reconocer que no somos omnipresentes y por lo tanto no podemos hacer todo. El trabajo del artista es producir la materia prima (producción, producto, canciones, etc) Esto involucra el trabajo creativo, diseño, puesta en escena, vídeos en las que aun contando con el conocimiento para realizar todo, faltará recurso humano, capital y tiempo que de alguna manera obligan a que se desarrolle un equipo de trabajo o apoyo para garantizar la subsistencia del artista o agrupación.
Luego está todo lo relacionado a cómo vender, distribuir, comunicar la producción, los medios, entrevistas, editoras, sellos discográficos, si queremos llegar a ser conocidos a nivel global no podemos pretender que seremos el próximo Justin Bieber o Arnel Pineda con montar un video en Youtube. Realmente necesitamos inversiones grandes, sistemas logísticos fuertes, redes de contactos, proveedores de servicios legales, técnicos, ingeniería de sonido, transporte, seguridad, financiamiento entre muchos otros que al final se traducen en la necesidad de contar con un equipo multidisciplinario, pero, nunca está de más subir el video a YouTube y hacer una pequeña apuesta al azar.
La gente conoce al cantante Manuel Mirabal, pero muy pocos al abogado Manuel Mirabal. ¿Cómo te ha ido en tu faceta como abogado?
Manuel Mirabal: A pesar de haber vivido de la música durante mi pregrado y querer abandonar la carrera en aquel entonces, no podría sentirme hoy en día más seguro y orgulloso de haber decidido estudiar derecho. Mi experiencia ha sido sumamente positiva desde mi paso por una gran firma española de Propiedad Intelectual al ejercicio libre y hoy día llevar la dirección de Marketing y Propiedad Intelectual del grupo LegalMedia, un emprendimiento legal del que podemos conversar en otra ocasión. Para quienes tengan dudas sobre el cumplimiento de las normas, el derecho sí funciona, se cumple, existen reglas, normas, requisitos, no voy a negar que existen ciertos matices cuando trabajas relaciones comerciales directas con el Estado pero como mencioné anteriormente, el derecho regula la vida en sociedad y el núcleo de las relaciones comerciales es entre particulares, no con el Estado. Por otro lado, trabajo un área que requiere de mucha atención ya que por años ha sido desatendida por no considerarse rentable o de importancia pero es precisamente en el derecho del entrenamiento, en esta economía naranja, donde se están asentando las bases que sostienen a las economías más estables de hoy en día.
¿Piensas seguir especializándote en el campo de los derechos de autor y por qué?
Manuel Mirabal: Hoy en día cuento con un diplomado en psicología jurídica, una especialización en Marketing, otra en Propiedad Intelectual y distintos cursos aprobados por la Dirección Nacional de Derecho de Autor de Colombia, al igual que la superintendencia de industria y comercio de dicho país, cursos con la OMPI y mientras más estudio más siento que me queda por aprender, tengo en miras hacer una maestría sobre la materia y por supuesto un doctorado, lo más apasionante de la Propiedad Intelectual es que es un derecho que nace por y para la innovación, particularmente, el Derecho de Autor, se enfoca en la protección de obras artísticas y el arte, al igual el resto de las industrias creativas, está en constante cambio por lo cual el estudio siempre debe estar presente.
¿Cuáles son los vacíos legales que hay en Venezuela para el medio cultural?
Manuel Mirabal: Derechos conexos para artistas audiovisuales, más entidades de gestión colectiva, cobro de los derechos reprográficos, ratificación de tratados, modificación del artículo 59 de la Ley de Derecho de Autor, etc. Hay muchísimas propuestas que podrían hacerse pero lo mejor sería comenzar por brindar una mejor aplicación a la legislación existente, que instituciones como el Metro de Caracas paguen Derechos de Autor, aumentar las tarifas para el cobro de los artistas, canalizar el cobro en medios digitales, agilizar los trámites ante el SAPI. Recordemos que las leyes deben pasar por dos procesos de validación, el primero es la validez formal, ésta se consigue a través de su debido proceso en el congreso o asamblea donde se encuentran los representantes de la participación democrática de un Estado, luego viene la validez social que no es más que el feedback o nivel de respuesta que tienen los destinatarios, usuarios o afectados de algún modo por las normas, leyes que se promulguen. De nada nos sirve contar con las mejores leyes del mundo si no contamos con medios para ejercerlas y ejecutar procesos de validación que son los que permiten decidir mantenerlas o cambiarlas.
¿Cuán protegidos y por otro lado cuán desprotegidos están los artistas en Venezuela?
Manuel Mirabal: Lamentablemente, la mayor desprotección con la cual cuentan los artistas es la falta de información, como mencioné anteriormente, contamos con leyes que se ejecutan, normas que podrían aplicarse mejor pero el peligro más grande que sufren los artistas es el desconocimiento sobre la materia, ya que pierden poder de negociación ante otras personas, proyectos, etc. Esto por supuesto se traduce en la firma de contratos leoninos (una suerte de venta del alma), fallas en su gestión de cobranza, posibles plagios, problemas fiscales, etc.
¿Qué proyectos piensas desarrollar en el campo legal?
Manuel Mirabal: A través de una alianza entre LegalMedia y otras plataformas del medio artístico estamos trabajando en concretar un espacio de discusión constante, la producción de videos informativos para los artistas, realización de charlas, foros, talleres, conversaciones directas con el público, músicos, productores y documentarlas para nutrir a la industria en la cual trabajamos.
Desde el punto de vista legal ¿qué recomendarías a los músicos que se están iniciando en el campo musical y que piensan lanzar de una u otro forma su música al mercado?
Manuel Mirabal: Pueden llamarme al… es broma (risas), en realidad lo ideal es que realicen así sea de forma muy sencilla una proyección de dónde están y hacia donde quisieran llegar. Luego de ello identifiquen que pasos piensan o estiman necesario para ello, esto les dará un primer mapa de ruta con tiempos para cubrir las distintas necesidades, allí es donde entra analizar qué necesidades jurídicas tienen los artistas. Recuerden que el derecho está para ordenar, formalizar, prevenir, proteger y capitalizar.
¿Cómo ves el campo de la industria musical en Venezuela?
Manuel Mirabal: Positivo, en crecimiento, cada vez hay más espacios, si bien hay muchos otros que se han cerrado surgen nuevas propuestas. La crisis ha obligado a que todos seamos mucho más exigentes con lo que pedimos, lo que nos gusta, con lo que hacemos y eso ha hecho que crezca la industria, existen iniciativas claras para un diálogo entre la empresa privada y el Estado como es el caso del FIMVEN, hemos tenido presencia continua en los Grammys, existen plataformas de distribución digital de contenidos como FullNota, ichamo, Cúsica. El hecho de que nos cueste ganar capital y muchísimo más el decidir cómo invertirlo hará que en cuanto mejore la economía del país la industria musical tenga su mayor repunte en la historia.
Cambiando ligeramente el tema, ofrécele a los lectores de Cresta Metálica un abreboca de lo que viene con Séptima Carta.
Manuel Mirabal: Alianzas, videos, conciertos, campañas, más teatro, temas nuevos, la verdad amo y disfruto muchísimo el compartir con el equipo que hacemos en Séptima Carta, quizás desarrollamos demasiadas ideas para lo finito que es el tiempo que tenemos en esta vida pero agradecemos cada segundo invertido. Dentro de poco grabaremos y lanzaremos unos videos nuevos, está en mente la producción de dos o tres eventos antes de que finalice el año y ya estamos programando eventos para el 2017.
Por: Roberto C. Palmitesta R.
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