Ella va poniéndole música a los sentimientos, dando vida a las emociones con notas musicales. Ella va dibujando montañas de amor y de pena con sus ritmos y melodías, los va gestando con delicadeza, saboreando cada segundo, colocando a cada letra gotas de su corazón. Su inspiración viene del alma y de un espíritu que recuerda tiempos mejores en una tierra bendita, de allí que cada canción sea un fruto dulce, porque fue cultivado en tierra fértil.
Belleza que viaja con la luz, sentimientos inquebrantables, todo transformado en notas, en versos, en melodías, en ritmos que mueven el alma… pero ¿Cómo se puede ver el reflejo del alma cuando tienes el espejo en la luna? Sucede que hay conexiones más cercanas de lo que el imaginario humano percibe, aquellas que se pueden dar cuando se sostienen en las emociones que transmite una canción.