Este año se ha vuelto uno de los mejores años para la música, si tenemos que hablar de lanzamientos, grupos nuevos, propuestas, revivals e incluso la innegable ascendencia del underground gracias al internet. Desde el art pop hasta la música brasileña, desde el grindcore hasta el folk, el hip-hop y la música industrial, nos ha dejado claro que no toda la música debe ser de décadas de antaño para sacar material innovador, profesional e inspirador.
Al igual que muchos grupos como Thornhill, Loathe y Nothing, Fleshwater es una banda que surgió durante la pandemia y que la misma no fue obstáculo para crear buenas obras, más bien, dicho evento causó inspiración a que su trabajo fuera excepcional en el marco del Rock y Metal, sin importar sus notables influencias en grupos como Deftones, Incubus y Evanescense. Comenzaron con su pequeño EP conocido como “Demo2020” lanzado en pleno caos del COVID, que sin importar las condiciones del mundo, llamaron la atención de muchos fanáticos de la escena, calificándolo como un trabajo excelente para ser una simple demo, con una base de metal alternativo con tintes de Shoegaze, Post-Hardcore y Dream Pop.
La banda en sí logra mezclar el lado ruidoso, los cambios de ritmo extremos, el lado melancólico del Shoegaze, y las letras existenciales en un solo licuado de perfección, los críticos y elitistas suelen menospreciarlos debido a que solo lo escuchan superficialmente, pero en términos generales, la banda ha tenido una buena recepción por sus fans, las redes sociales, y las críticas. Por ende, se nos acercan tiempos donde este tipo de bandas abrirán puertas a grupos que están en la misma situación, donde buscan un cambio, que se cuestionan sobre su día a día y se esfuerzan en demostrar que no podemos vivir del ayer todo el tiempo.
“Baldpate Driver”: Es un intro poderoso, con un sonido desperante, con fuertes conexiones con la música de Deftones, esencialmente con su álbum “Koi No Yokan” da la sensación de flotar, o levitar o sumergirse en una atmósfera totalmente cambiante, con lados pasivos-agresivos del metal alternativo, implementando técnicas poco comunes en la guitarra, vocales tanto femeninas como masculinas, que por más complejo que se escuche, llega a atrapar y ser hipnótico.
“Closet”: Continúa como un tema más corto, sin embargo, mantiene la misma esencia del primer track, con las vocales femeninas predominando, que para los fans de Evanescense les puede ser nostálgico por la fuerte inspiración que tiene.
“The Razor’s Apple”: Tiene un enfoque más orientado al punk, y al hardcore de los 2000, también unos tintes pop que nos pueden recordar a la era de Paramore, un balance perfecto entre estar en sintonía con el presente y mantener la escencia viva.
“Woohoo”: Al principio suele ser un poco amenazante, con un blend entre metal y hardcore, pero vuelve a su balance melódico, con tintes punk, la batería logra un trabajo impecable, las guitarras están en punto, y las vocales suelen llegar a varios puntos de experimentación que no son comunes de ver en la escena de hoy en día.
“Linda Claire”: pasa la página enfocándose en un sonido más metálico, pero mantiene esa aura del shoegaze, fuertemente acentuada, con un aire de Slowdive, que sorprendentemente la suavidad de la voz no se desvanece entre un patrón caótico y pesado, este vuelve a la escena punk en pocos momentos antes de acabar, con solos de guitarra.
“Kiss The Ladder”: Es único en todo aspecto, aunque haya bandas que hayan mezclado el hardcore con elementos del shoegaze, pocos suelen hacerlo de una forma tan balanceada, accesible e innovadora, considerado uno de los mejores tracks del álbum.
“Enjoy”: Es la canción más “oscura” o “deprimente” dentro del disco, sin embargo, no deja de lado su lado meloso, las vocales de los integrantes hacen un gran equilibrio, describiendo una sensación muy poderosa del vacío, representando como el abuso destruye nuestra perspectiva del amor, “I wish i’d only look and didn’t have to touch” (quisiera solo poder mirar, y no tener que tocar) “I’m only into this, to enjoy” (solo estoy aquí para disfrutar).
“Backstairs Breathing”: Es en parte la canción más “pop” por así decirlo del álbum, sin explorar tanto la oscuridad o el caos entre la mente, como una simple reflexión, como un escape momentáneo de la realidad.
“Foreign”: Cierra este fantástico álbum con un potente, agresivo-pasivo, y demencial coctel musical de emociones, con cambios de bases extraños, como un intento desesperado de dar un mensaje, entre el dolor, y la falta de compasión, empatía y comprensión, todo se lleva al límite, la creatividad está al máximo, el mensaje es claro, la vida nos lo deja en frente de nosotros, que aunque seamos dignos del cariño, no estamos aquí para ser amados, si no, que tenemos que buscar el amor en nosotros mismos, y lo demás vendrá con perseverancia y paciencia. “We’ll reach the end, in the blink of an eye” (Llegaremos al fin, en un abrir y cerrar de ojos).
Pueden escuchar el disco aquí: