Calificación 9/10
Children of Bodom es una banda que conquistó al mundo de manera rápida y envolvente gracias a sus tres primeras producciones Something wild (1997), Hatebreeder (1999) y Follow de reaper (2000), considerados como clásicos del metal mundial y que marcaron el estilo de la banda con una combinación de virtuosismo neoclásico, melodía y agresividad sustentadas en atmósferas oscuras y de misterio gracias a una labor importante de teclados. Luego la banda optó por una dirección más Groove y más pesada en Hate Crew deathroll (2003) y de allí su estilo cambió notablemente. Ahora, comenzando 2019, la banda optó por volver al sonido y la esencia de esos tres primeros trabajos trayendo como buena noticia a la escena del rock mundial su nuevo álbum titulado Hexed, lanzado a través de Nuclear Blast Records.
Esas melodías macabras y pegajosas, esos ritmos frenéticos y sobre todo el trabajo virtuoso, casi neoclásico de Alexi Laiho en las guitarras están de vuelta, junto al desarrollo progresivo de los teclados de Janne Wirman. El resultado es un disco adictivo, envolvente, que no paras de escuchar y lo más satisfactorio es que evoca esa primera etapa de la banda, tan importante para el desarrollo del metal extremo moderno. Igualmente, la base rítmica de Henkka T. Blacksmith (bajo) y de Jaska Raatikainen (batería) suena más contundente que nunca. Es prematuro pero me atrevo a decir que Hexed se posiciona de inmediato dentro del top 5 de los mejores discos de la banda.
Alexi Laiho desde sus inicios fue considerado como uno de los héroes de la guitarra del mundo y ahora este nuevo disco le permitió retomar ese estatus, porque sigue siendo esa máquina de producir riffs incendiarios y solos del más alto nivel posible. Otro aspecto positivo de Hexed es que muestra a una banda con trabajo más maduro, no en vano tienen tocando juntos desde finales de los años 90 y esa camaradería se notó en el resultado final.
Pero para reencontrarse con su sonido original era necesario contar con un productor que conociera a la banda, en ese caso optaron por trabajar de nuevo con Mikko Karmilla, un formador de sonido de larga data, sobre cuyo trabajo Laiho admitió: «Él sabe muy bien lo que queremos y hemos estado trabajando juntos por siempre”. Otro punto importante es la incorporación del guitarrista Daniel Freyberg (ex-Naildown y ex-Norther), quien le da un sonido moderno en contraste con el estilo más old-school de Alexi.
Hexed es un disco de alta energía y ritmos llenos de vida, que se sustenta en todas las marcas registradas que identifican a Children of Bodom y que millones de fanáticos de todo el mundo han llegado a apreciar. Su mezcla de melo-death se encuentra con el ennegrecimiento del thrash con un toque neoclásico, y los penetrantes teclados intensos de Janne Wirman, salpicados con la voz venenosa de Alexi, con el apoyo de una de las bases rítmicas más sólidas y eficientes del metal mundial. ¿Disco del año?