Por campos de lavanda te asomas y con tu sonrisa en tus brazos me tomas.
Con tu fulgor y alegría a los campos de lavanda mayor colorido le aportas y las cosechas se multiplican cuando te presentas.
El campo de lavanda brilla con fulgor cuando te presentas y tu personalidad se arroja para nutrir la tierra fértil.
Del color de la lavanda y del verdor de sus tallos se pintan los sueños, aquellos en los que recorro la primavera por aquellos paisajes tomándote de la mano.
¿Hasta dónde llega el anhelo de un hombre? Quizá hasta donde la inspire una mujer y de la grandeza de sus sentimientos, más aún si ella forma parte de los campos de lavanda.
Algún día rumbo a ti correré y cuando te alcance en besos y abrazos me fundiré, y solo los campos de lavanda serán testigos de nuestro romance primaveral.
Mientras tanto tú sigue llenando de alegría aquellos parajes encantados del viejo continente. Escríbeme una carta y cuando la dobles, deposita en ella algunas flores de lavanda.
Te sigo prometiendo mi honor, mi lealtad y mi nobleza, mientras te regalo una fábula.
Texto: Roberto Palmitesta @rpalmitesta
Modelo y Fotos: Edylin López @edilynbass