Hablar de Baden Goyo es referirse a una de las jóvenes promesas del piano venezolano. Su versatilidad y sus habilidades compositor lo han llevado lejos con apenas 26 años de edad. Gracias a su enorme talento ganó una beca para estudiar nada menos que en la prestigiosa The New School for Jazz and Contemporary Music de Nueva York, ciudad en la que reside actualmente.
Es capaz de tocar con el mismo nivel de excelencia jazz, música sinfónica, música venezolana, pop, rock y ritmos latino-caribeños. En apenas su primera etapa como compositor logró que una de sus canciones sea interpretada por Rubén Blades, dentro de un disco de la cantante venezolana MV Caldera, todo gracias a una oportunidad que le ofreció su compañera y amiga Linda Briceño.
Ha realizado importantes conciertos con grandes figuras del jazz y la música venezolana como Pablo Gil, Alfredo Naranjo, Aquiles Báez, Eddy Marcano, Jorge Glem, Manuel Rangel, Hana Kobayashi, Linda Briceño, Gerald “Chipi” Chacón, Eric Chacón, Edward Ramírez, Jorge Torres, Vladimir Quintero y Juanma Trujillo.
En Venezuela participó en importantes festivales de jazz tanto con su propia agrupación DBF como en su rol de pianista principal de la Simón Bolívar Big Band Jazz que dirige el maestro Andrés Briceño. Además, internacionalmente se presentó en el Berna Jazz Festival y en el Nordic Jazz Festival. Acaba de grabar un CD como integrante del ensamble Venezuelan Roots y entre sus planes inmediatos se encuentra la grabación de su primera producción discográfica. También tiene en mente editar otro disco de piano y violín junto al maestro Eddy Marcano a quien considera como uno de sus principales mentores.
Baden Goyo le cuenta a Cresta Metalica cómo ha sido el devenir de su carrera artística, contando todos los detalles desde sus inicios, pasando por su estadía dentro del Conservatorio de Música Simón Bolívar hasta llegar a la ciudad de Nueva York, una de las capitales del jazz mundial. Tampoco olvida su pasado como alumno del gran Gerry Weil a quien recuerda con cariño a lo largo de toda la entrevista.
En una amena conversación también ofrece interesantes comentarios sobre la movida pianística de Venezuela, resaltando la importancia que juegan tanto los compositores como los intérpretes. La entrevista no culmina sin un adelanto de lo que serán sus planes más inmediatos en los que piensa dejar muy en alto el nombre de Venezuela.
CM: ¿Cómo se dio su ingreso a una escuela tan prestigiosa como The New School for Jazz and Contemporary Music en New York y cómo ha sido su proceso de aprendizaje en dicha casa de estudios?
BG: Mi ingreso a The New School fue un proceso largo que venía gestándose desde finales del 2013 aproximadamente y que finalmente logré concretarlo a finales de 2014. En ese año aproveché para organizarme un poco, aprender el idioma, recolectar la mayor información posible sobre la universidad y sus requerimientos y finalmente estuve pendiente del proceso de audiciones que abren cada semestre; decidí aplicar en septiembre del 2014. Realicé la aplicación a distancia para la cual grabe 6 temas acompañado por mis grandes amigos Freddy Adrián y Yilmer Vivas. Ya para los primeros días de diciembre de ese año pues me dieron la gran noticia desde Nueva York de que había sido admitido en el programa, además con una beca del 75% llamada “President Scholarship”.
Estando ya dentro del programa la experiencia ha sido y sigue siendo muy enriquecedora. Una de las premisas que siempre tengo presente es sacarle el mayor provecho posible a esta oportunidad y en ese sentido trato de aprovechar cada encuentro con los profesores que admiro, cada relación con los colegas que he conocido, cada concierto que ofrece la ciudad, etc. Concretamente me he enfocado en seguir avanzando en mis estudios de composición y arreglos, y he tenido la dicha de tener a grandes profesores como Kirk Nurock y Rudy Palmer. Además por la parte del avance en mi instrumento, también ha sido un sueño hecho realidad tener la oportunidad de estudiar con mis grandes ídolos como lo son Luis Perdomo y Aaron Goldberg entre otros.
CM: ¿Cómo se dio el acercamiento con Rubén Blades y cuáles han sido las opiniones de él hacia su trabajo como compositor?
BG: Bueno este acercamiento se lo debo a MV Caldera y a Linda Briceño. A través de ellas que conocen mi trabajo y mis composiciones de primera mano fue que se dio el vínculo. MV Estaba en pleno proceso de preproducción de lo que va a ser su próximo disco y en sus planes estaba hacer un tema que contara con la colaboración de Rubén Blades. Parece que ya tenían organizados el resto de las canciones pero aun no encontraban el indicado para esta colaboración, entonces un día de la manera más fortuita estando yo con Linda, toqué para ella esta nueva composición que yo había hecho y ella sin pensarlo hizo como un click y me dijo que ese era el tema que le faltaba a MV para hacerlo con Rubén. Yo bastante impactado no entendía mucho pero le dije que claro que sí. Al tiempo me dijeron que le habían hecho llegar a Rubén una pequeña maqueta que yo les grabé del tema y que le había fascinado y aceptado. Me dijeron que le había gustado la melodía, la armonía todo del tema y que preguntó quién lo había compuesto. Para mí, siendo un admirador de toda su obra desde que yo era un niño, esto era el halago más grande que yo podía recibir.
CM: ¿Algún otro intérprete importante te ha hecho ofertas para componer temas?
BG: La verdad no, al menos no con temas originales. Lo que si me han encargado algunos intérpretes importantes son trabajos de arreglos y orquestación que me han valido la aceptación y el reconocimiento de otros grandes intérpretes. Por ejemplo en el 2012 hice un trabajo de compilación de 3 temas de Francisco Céspedes (un Medley) para Yorman De Leon (Hijo de Oscar de Leon), quien tenía un proyecto de rendir homenaje a grandes cantautores Latinoamericanos. Con el éxito de este primer Medley, me encargaron un segundo trabajo esta vez recopilando obras precisamente de Rubén Blades. El trabajo llegó a los oídos de otros grandes cantantes latinos como Luis Enrique y la crítica fue muy positiva, haciendo énfasis en los arreglos, y la manera de revisitar las obras de estos artistas pero con sonoridades originales y frescas, con elementos contemporáneos.
CM: ¿Cuáles son tus planes futuros más inmediatos en lo que a conciertos y grabaciones se refiere?
BG: Ahora mismo estoy preparando el repertorio de mis composiciones originales con músicos de Nueva York y algunos venezolanos que han trabajado conmigo desde hace algún tiempo. El objetivo es entrar en espacios culturales que me permitan difundir la cultura y la música venezolana plasmada en mis composiciones, pero con un toque de jazz y sonoridades modernas conocidas para el público de neoyorquino. La idea principal es tener todo este repertorio listo para el posible lanzamiento de mi producción discográfica. Tengo prevista otra futura grabación que puede estar concretándose para finales de este año junto al maestro Eddy Marcano, un disco a Piano y Violín con mis temas originales pero tocados en este formato íntimo. Esta fue una idea que me planteo Eddy hace un año aproximadamente y que ya estamos en vías de concretar. Recientemente acabo de grabar un disco con el proyecto Venezuelan Roots en Ginebra, Suiza y esperamos que este material este ya disponible para septiembre de este año.
CM: ¿Qué nos puedes adelantar sobre el disco que estás preparando en cuanto a su dirección musical? ¿Cuándo será lanzado al mercado?
BG: Este disco reúne mis primeras composiciones y es el reflejo de toda una etapa de exploración y desarrollo que viví en Venezuela acompañado por mis dos hermanos musicales Freddy Adrián y Daniel Prim. Fue con ellos con quienes tuve la oportunidad de hacer mi primer Trio de jazz y fue para este formato que yo empecé a componer música propia. De manera que es un recuerdo muy bonito de toda esa época en la que cultivamos mucha amistad y desarrollamos al mismo tiempo un alto nivel de disciplina y exigencia musical. Los temas son todos de mi autoría con excepción de uno de ellos que es de Joel Martínez y el tema de Frank Quintero La dama de la ciudad, para el cual hice un arreglo bastante diferente y bajo las influencias que tenía en aquel entonces. La dirección musical de ese proyecto la llevaba yo pero siempre atento de las sugerencias y recomendaciones de mis colegas lo cual siempre enriquecía el proceso creativo de las composiciones.
CM: ¿Qué opinas sobre la iniciativa del Venezuelan Roots y cómo fue la experiencia de grabar con este ensamble?
BG: Venezuelan Roots es un proyecto realmente genial. Fue una iniciativa muy espontanea encabezada por Julio D’Santiago quien en principio solo conocía al bajista Layo Puente y al maestro Eddy Marcano, y a partir de allí comenzaron a darse todas las demás conexiones con los otros miembros. Yo fui recomendado para este proyecto por el maestro Eddy y con los únicos que no había compartido antes en la música era precisamente con Julio y con Leo Rondón. Es muy curioso cómo se dio todo con tanta naturalidad para juntar a 6 músicos que viven en países distintos, pero desde el primer ensayo todos pudimos darnos cuenta de que en la agrupación todo engranaba perfectamente y la química no podía ser mejor. Desde ahí supimos que lo que estábamos por grabar iba a ser una experiencia muy grata y en la que realmente todos tenemos mucha fe puesta en él para que se den cosas buenas en un futuro próximo.
CM: ¿A qué se debe la excelente química que existe entre los integrantes del Venezuelan Roots?
BG: Creo que una de las razones por las cuales todo fluye tan bien en este grupo es porque todos tenemos el mismo objetivo de dar a conocer nuestra música venezolana en otras latitudes del mundo en donde aún no es conocida. Todos vamos remando en esa misma dirección y con la misma energía. El disco está compuesto por temas completamente originales de los integrantes del grupo (3 de Leo, 3 de Julio, 3 de mi persona, 1 de Layo y 1 de Manuel) y se pasea por diversos géneros de la música venezolana como danzas, merengues, valses y joropos.
CM: ¿Qué nos puedes decir sobre el apoyo que te ha dado el maestro Eddy Marcano en tu carrera?
BG: La verdad Eddy para mí ha sido como un padre musical, un gran mentor y amigo, especialmente en cuanto al acercamiento que tengo con la música venezolana. Desde hace varios años ya (2013) Eddy deposito su confianza en mí para acompañarlo en el piano en varias aventuras, desde su repertorio tradicional el cual ha dejado plasmado en Venezuela en violín I y II, hasta proyectos que exploraban las manifestaciones más típicas de Margarita, sus más recientes acercamientos con la Onda nueva y la música de Aldemaro Romero, entre otros proyectos. Es difícil describir con palabras lo crucial que ha sido para mí haber tenido la escuela y la oportunidad de poder acompañarlo en todos estos proyectos. Desde la primera vez que Eddy me invito a tocar con él, esto significo para mí un gran honor pero al mismo tiempo una gran responsabilidad. De él aprendo mucho en cada encuentro que tenemos sea musical o no. Es un gran maestro para mí no solo en la música, siempre que puedo trato de expresarle mi cariño y agradecimiento por las oportunidades y el apoyo que me ha brindado a lo largo de estos años.
CM: ¿Tienes planes de venir a tocar en Venezuela?
BG: De momento no los tengo, pero me encantaría. Extraño muchas cosas de mi país.
CM: ¿Cómo fue su experiencia tocando en el Berna Jazz Festival y en el Nordic Jazz Festival?
BG: El festival de Jazz de Berna fue una experiencia increíble. Es uno de los escenarios más importantes para el jazz cada año y representó un gran honor haber sido invitado a participar en él. Tocamos 3 sets cada noche durante 5 días. La receptividad del público fue genial y tuve la fortuna de poder incluir en el repertorio una de mis piezas originales. En la semana que estuvimos en el festival, estaba también el gran músico brasilero Hamilton de Holanda como Headliner en el Marions Club, contiguo al lugar en donde nosotros nos estábamos presentando.
Del mismo modo la invitación al Nordic Jazz festival fue una noticia muy grata. Allí tuvimos la oportunidad de compartir y conocer a importantes artistas del jazz nórdico, y nuevamente la diversidad cultural del grupo (Kosovo, Túnez, Islandia y Venezuela) con el que fui invitado, causó una muy grata impresión en la audiencia.
CM: ¿Cuáles son los recuerdos más gratos que tienes sobre tu trabajo como pianista de la Simón Bolívar Big Band Jazz?
BG: Fueron muchos años de gran aprendizaje y desarrollo profesional. Probablemente de los recuerdos más gratos esta la Gira del año 2011 donde precisamente visitamos la ciudad de Nueva York y Boston, teniendo la oportunidad de presentarnos en el Dizzy Coca Cola Club del Jazz at Lincoln Center. Estando en Venezuela, recuerdo mucho las master class con figuras internacionales invitadas como Luis Perdomo, Nicolas Folmer, Ed Simon, Roman Filiu, Edward Wolf, entre otros. Del mismo modo la labor de formación que hacíamos con este proyecto visitando los núcleos del interior del país en donde se estaban creando otras big bands es uno de los recuerdos más gratos que guardo de esos años.
CM: Dentro del campo del jazz y lo popular ¿Quiénes son los artistas y compositores que han generado mayor influencia en tu carrera como pianista?
BG: Dentro del ámbito popular venezolano, escuché desde muy pequeño a agrupaciones y artistas emblemáticos como Ensamble Gurrio, Serenata Guayanesa, Gualberto Ibarreto, Un solo Pueblo, Simón Díaz entre otros. En el jazz mi mayor influencia siempre fue el gran pianista Bill Evans conjuntamente con otros grandes como Keith Jarret, Oscar Peterson, Chucho Valdés, Michel Camilo, por nombrar algunos. En el campo de la composición, el bajista Avishai Cohen y la obra de Ed Simon influyeron muchísimo en mí en una etapa. También la música de Pat Metheny y por supuesto la gran influencia de mi maestro de piano y armonía Gerry Weil siempre estuvo presente en toda esta mi etapa de formación.
CM: ¿Qué técnicas o que formas de estudio has desarrollado para poder obtener tanta versatilidad como pianista?
BG: Creo que cuando uno se propone tocar un determinado tipo de música o género la manera para abordarlo debería seguir más o menos la misma metodología, la cual consiste esencialmente en sumergirse en el género. Esto implica escucharlo, investigar sus raíces, identificar los principales exponentes o al menos esos que a ti te mueven y cuando esto esté claro dedicarse a buscar en el instrumento esas sonoridades, tratar de emular la calidad de esos sonidos, de capturar la esencia. Son procesos muy largos en los que creo (los músicos) nos mantenemos en una constante búsqueda y evolución, pero yo diría que sí existe está motivación por ejecutar un determinado género y este estudio se hace con cierto orden y dirección, los resultados se ven llegar con efectividad.
CM: ¿Por qué crees que el jazz ha estado tan ligado a las fusiones con la música tradicional venezolana?
BG: En realidad creo que no sean tan numerosas las fusiones que se han hecho del jazz con la música tradicional venezolana. Sin embargo en los casos en los que se ha hecho creo que la influencia del maestro Gerry Weil juega un papel importante, ya que muchos de los que han incursionado en estas fusiones han estado bajo la formación de Gerry. El otro factor que creo influyente en estas fusiones es precisamente el grado de estudio y descubrimiento que han venido teniendo los músicos de generaciones más recientes, algunos de los cuales han tenido la oportunidad de formarse en el exterior y así empaparse de otros conocimientos que pueden enriquecer los elementos de nuestra cultura.
CM: ¿Qué opinas del talento de otros pianistas venezolanos que fusionan el jazz con lo venezolano como Prisca Dávila, Silvano Monasterios, Leo Blanco, Claudia Calderón o Antonio Mazzei?
BG: Todos ellos son excelentes músicos y pianistas. Con muchos de ellos he tenido la oportunidad de compartir en Nueva York y también en Venezuela, creo que cada uno de ellos tiene un sello muy personal y bien identificado dentro en la propuesta artística que desarrollan. ¡Son grandes profesionales!
CM: Ya que lo has mencionado tantas veces te pregunto ¿Cuáles han sido las principales influencias que te ha dejado el maestro Gerry Weil?
BG: Gerry es otro de esos grandes maestros que me han enseñado mucho más que música. Para mi Gerry es un maestro de Vida y de él atesoro muchas de las grandes lecciones de humildad y paciencia que nos toca aprender en este humilde oficio. En lo musical, su metodología pragmática de la enseñanza musical influyó mucho en mi manera de abordar el estudio del piano. De él me quedó también esa apertura para apreciar las propuestas musicales desde un punto de vista muy amplio y sin juzgar a priori. Su manera de abordar la composición especialmente desde el punto de vista pianístico es uno de los más grandes tesoros que guardo de sus enseñanzas.
CM: ¿Cuáles pianistas venezolanos e internacionales han representado mayor influencia en tu carrera?
BG: Entre los venezolanos debo mencionar a Ed Simon, Luis Perdomo, Otmaro Ruiz y claro que a Gerry Weil. De los internacionales puedo nombrar a Bill Evans, Aaron Goldberg, Chucho Valdes y a Keith Jarret entre otros.
CM: Desde la gran Teresa Carreño Venezuela ha dado un ejército de pianistas de élite: Silvano Monasterios, Luis Perdomo, Leo Blanco, Edward Simon, Otmaro Ruíz, Antonio Mazzei, Prisca, Eugenia Méndez, Clara Rodríguez, Gabriela Montero, Vanessa Pérez y para usted de contar. ¿A qué crees que se deba que Venezuela produzca tantos buenos pianistas de nivel mundial?
BG: Como bien lo dices, Teresa Carreno fundó las bases de una escuela pianística muy sólida en Venezuela y a esto se le ha sumado el hecho de haber tenido en nuestro país a grandes pianistas provenientes de otras partes del mundo que se dedicaron arduamente a la enseñanza musical en Venezuela (Lina Parenti, Harriet Serr, entre otras). Especialmente en los pianistas de música popular que mencionas como Luis Perdomo, Silvano Monasterios, Otmaro Ruiz y Prisca Davila, creo que es muy oportuno mencionar también la importancia de la labor formativa del maestro Gerry Weil. En definitiva creo que todo se debe a una suma de factores relacionados con la calidad de la docencia pianística y musical que tenemos en Venezuela desde hace varias décadas.
CM: ¿Cuál es tu principal aporte a la movida pianística venezolana? Eres uno de los pocos que se han aventurado a tocar material propio, porque muchos pianistas solo se dedican a interpretar.
BG: Creo que si algo pudiera yo aportarle a la movida pianística venezolana sería precisamente composiciones y obras para piano basadas en géneros venezolanos donde quizá la literatura pianística aún no es muy extensa. En mi caso particular siempre me he visto llamado a crear mis propios temas, a tratar de comunicar con un lenguaje propio. Soy también un gran amante de la interpretación (con tanta buena música que existe y ha sido escrita es difícil no serlo!) pero por alguna razón siempre he sentido más afinidad a expresarme a través de obras propias.
Por: Roberto C. Palmitesta R.
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