Apocalyptica sigue evolucionando y moviéndose en diferentes direcciones, desde aquella inicial y exitosa fórmula de versionar temas de bandas como Metallica, Slayer o Sepultura con nada más que cuatro cellos en los dos primeros discos. Sin embargo, ya para el tercer álbum «Path» (2000), comenzaron a componer piezas instrumentales originales, demostrando su talento para escribir música. En «Reflections» (2003) incluyeron al baterista Mikko Siren como miembro fijo. En álbumes posteriores como «Worlds Collide» y «7th Symphony» invitaron vocalistas para algunas canciones y se terminaron de consagrar como compositores. Inclusive, para aquel fantástico “Shadowmaker” (2015) ingresaron a un vocalista tiempo completo: Franky Pérez. En 2019 hasta trabajaron componiendo la música para el filme “Aquarela”.
Luego de ese resumen que habla del dinamismo de Apocalyptica, hablemos ahora si de «Cell-0«, LP con el que los finlandeses vuelven a sus raíces instrumentales con toques experimentales. A pesar de que la instrumentación solo incluye violonchelo, batería y la línea ocasional del teclado, hay una amplia variedad de sonidos, desde cuerdas de bajos profundos hasta sonidos rítmicos pesados, líneas melódicas elevadas e incluso líneas solistas con infusión de pedales. Si bien hay muchos momentos donde los cellos suenan más naturales, este no es el típico conjunto de cámara.
Abre «Ashes Of The Modern World» que presenta de todo, desde un traqueteo lento hasta pasajes melódicos arrolladores, una sección solista thrash y un outro más lento y épico. El tema – título, “Cell-O” es el más largo del disco con casi diez minutos, resumiendo bastante bien el álbum estilísticamente, con muchos cambios de humor, tempo y compás en todo momento. Además aquí los solos son fantásticos y dictan cátedra de todo lo que son capaces de hacer conectando el cello con su imaginación musical.
En cambio «Rise» es una pista más suave, haciendo un gran uso de la técnica del pizzicato, que en el cello suena brutal, mientras que las secciones de arco son un poco más amplias, en lugar de pesadas. La pista se crece al final, sonando gloriosa. Como contraste “Route To Mayhem» presenta algunas de las interpretaciones más rápidas y caóticas de la banda, siendo uno de los momentos más intensos del disco, así como uno de los más complejos, ya que también presenta algunos intrincados cambios de compás.
«Call My Name» es una pista muy experimental y dinámica, con algunos momentos excepcionalmente tranquilos que se acumulan a lo largo de la canción. También presenta algunas de las raras piezas de teclado del álbum. «Fire & Ice» presenta influencias folk con algunas flautas en la sección inicial de la pista, dando un toque exótico y llamativo, abriendo luego paso a uno de los climax más pesados del LP.
«Scream For The Silent» es otro instrumental que contiene una interpretación muy atmosférica del grupo, con algunos ritmos que cambian inesperadamente. «Catharsis» es una hermosa pista que aprovecha el vibrato de los instrumentos de cuerda clásicos un poco más libremente, es más música de cámara que los otros temas del álbum, así como uno de los más expresivos. Finalmente, «Beyond The Stars» cierra con broche dorado, demostrando el alto nivel de compositores que han adquirido con el paso del tiempo, jugando con la paleta sonora tan versátil que ofrece el cello.
Aplausos para los violoncelistas Eicca Toppinen, Paavo Lotjonen y Perttu Kivilaakso, quienes dictan cátedra de cómo se puede aprovechar toda la amplia gama sonora del violoncelo para tocar desde música de cámara hasta el rock más extremo, son unos auténticos maestros e innovadores del instrumento. El baterista Mikko Siren hace un gran trabajo, adaptando su batería a lo que necesitan sus compañeros: de lo más pesado a lo más sutil y casi imperceptible.
