Rush of Death es la tercera entrega de la banda Almanac, liderada por Victor Smolski y quizá sea el lanzamiento que los catapulté por todo el mundo. Sus dos entregas anteriores «Tsar» y «Kingslayer» fueron muy buenos discos, pero faltaba algo y ahora, con esta nueva producción la banda desata todo su potencial creativo, así como todo su virtuosismo. Smolski es un guitarrista que merece estar al lado de los grandes como Marty Friedman, Joe Satriani o Paul Gilbert, lo digo con toda responsabilidad y eso queda demostrado a cada segundo. También me arriesgo a decir que «Rush of death» estará entre los 10 mejores discos de 2020.
El primer tema “Predator” inicia como una carrera automovilística y de inmediato sumerge al oyente en una música frenética, llena de velocidad, con riffs increíbles y solos del más alto nivel, pero si bien es un corte lleno de heavy – speed metal, con cambios progresivos, hay momentos para el rock and roll. ¡Qué canción tan bien lograda! Porque además los cantantes Patrick Sühl y Jeannette Marchewka se muestran en plena forma.
Pero no solo Smolski se crece, el bajista Tim Rashid también produce grandes aportes, el solo de bajo con el que inicia el tema título “Rush of Death” es solo un preludio, que abre una canción llena de cambios de ritmos, pero con rítmicas muy pesadas y cargadas de Groove. En el medio de tantas notas confluyen las voces de Sühl y Marchewka en perfecta armonía.
Smolski y Rashid hacen una dupla de guitarra y bajo similar a la que hemos visto con Paul Gilbert y Billy Shehan pero en el metal progresivo más veloz y contundente. No se les queda atrás el habilidoso baterista Kevin Kott, toda una maquina de beats quien además posee un repertorio rítmico envidiable. Todo lo que acabo de describir queda ejemplificado en una canción épica y emocionante como “Bought and Sold”.
En “Soiled Existence” tenemos un tema más progresivo y abundante en detalles, marcado por los teclados, precedido por una introducción que incluye una narración llamada “Let the show begin” que prepara el ambiente y crea expectativa. “Satisfied” es un tema que impresiona por la forma en cómo se va desenvolviendo, inicia lentamente, con acordes medio blues acompañados por los teclados, hasta que estallan los riffs de guitarra en otra cabalgata sin límite de velocidad apoyada por la batería. Confluyen varios estilos y sonidos en este corte, donde además Smolski no deja de asombrar con todos los sonidos que puede sacarle a su guitarra. Estamos en presencia de uno de los mejores guitarristas del mundo, que tiene todos los recursos, maneja todas las técnicas y quien además está acompañado por una banda de primer nivel.