Como bien se sabe el Coronavirus ha sido un duro golpe a la industria musical desde todo punto de vista y los festivales de verano han tenido que suspenderse, representando grandes pérdidas monetarias para todos los involucrados. Le época de festivales de rock se vio empañada este año, pero hay quienes en vez de lamentarse buscaron reinventarse como fue el caso del Wacken Open Air Festival, el festival de rock-metal más grande del mundo, que anualmente venía reuniendo cerca de 100 mil personas provenientes de más de 40 países. Sus creadores siempre han sido pioneros y visionarios, es por ello que este 2020 decidieron hacer el Wacken World Wide, la misma cita del metal, pero vía streaming en alianza con Magenta Musik (Telekom).
Durante cuatro días el Wacken World Wide presentó conciertos en directo con un gran cartel, vía streaming y de distintas maneras, en innovadores escenarios, desde casa con pantalla dividida o usando la tecnología de vanguardia para dar vida a escenarios virtuales inimaginables. Además, recurrieron a su valioso archivo para revivir conciertos de ediciones anteriores por parte de bandas como Iron Maiden, Motorhead, Judas Priest, Nightwish o Alice Cooper que los fans supieron agradecer, porque se pudo revivir momentos estelares que hicieron historia, sobre todo volver a ver a Lemmy en plena forma es algo que no tiene precio.
A mucha bandas les tomó por sorpresa que las invitaran a participar en un festival virtual, en vivo, vía streaming y no todas aceptaron, porque debido a la pandemia hay quienes tenían tiempo sin ensayar, otras sin poder salir por las restricciones del Covid19, por ello no había chance de montar un repertorio debidamente, tomando en cuenta que la decisión final de hacer el Wacken World Wide se dio con apenas 2 meses de antelación. Inclusive algunos de los shows tuvieron repertorio recortado por la misma razón, no hubo tiempo de ensayar para tener listo un setlist digno de un festival internacional.
Muchas bandas apelaron a la creatividad para tocar en escenarios increíbles, por ejemplo RAGE tocó en algo que parecía una cueva o una mina, con una estética de huesos recién escavados alusiva a sus últimos discos, más la genial iluminación y el performance del grupo, aprovecharon para presentar a sus dos nuevos guitarristas. Los comandados por Peavy Wagner también interactuaron con su público mirando a las cámaras, dirigiéndose a quienes los miran a través de una pantalla, inclusive en ocasiones hablando en varios idiomas. Tocaron lo mejor de sus tres discos más recientes, junto a algunos éxitos más los temas del álbum Black in Mind (1995), disco cuya dirección musical es la que aspira recuperar a través de la formación con dos guitarras.
La actuación de Trivium, en un escenario entre cerrado y abierto, pese a que fue de apenas dos canciones, fue realmente brutal, lástima que fuera tan corta, seguramente debido a que la banda ha tenido poco tiempo de ensayar debido al confinamiento. Aprovecharon para promocionar la música de su aclamado y reciente What the dead men say.
Deine Cuisine, la cantante de pop-punk al estilo Blink – Green Day y su banda se robaron el show montándose en una lancha para dar su concierto en vivo, mientras recorrían el enorme puerto de Hamburgo y sus alrededores. Con mucha energía y espontaneidad, la joven, mirando a las cámaras se metió al público en el bolsillo. Muchos apreciamos el hecho de hacer turismo desde la pantalla mientras escuchábamos buena música con un show muy alegre y dinámico.
Alice Cooper tocó dos de sus temas recientes en vivo, con su banda actual (que incluye a la guitarrista Nita Strauss en plan estelar) en pantalla dividida, con cada integrante en su casa, pero fue editado de una forma tan creativa, cambiando los cuadros con dinamismo y usando fondos negros, que daba la sensación de que todos estaban en el mismo cuarto. Bien por Alice, quien luego dio paso a la transmisión de su actuación en Wacken del 2013 con Orianthi Panagaris como guitarrista.
Long Distance Calling, la banda influenciada por el post-rock al estilo Sigur Ros, Stereolab, Cult of Luna, The Ocean, etc, también dio un show fenomenal, apoyados en un escenario lleno de pantallas que intercalaban imágenes futuristas más unos efectos de iluminación geniales, que se alternaban con las sensaciones que transmita su música. El show 100% instrumental también dejó colar algunos elementos a lo Nine Inch Nails.
La presentación de Doro también fue digno de mención, ella si tocó antes una audiencia real, porque actuó ante un estacionamiento, aplicando la técnica del autocine, pero a modo de concierto, algo que ha venido haciendo desde que se decretó la cuarentena. Estuvo tan esplendida como siempre, con la misma energía y encanto, algo que el público supo valorar y retribuir con aplausos desde sus vehículos.
Body Count con Ice-T en la voz ofreció una propuesta musical muy distinta al resto del cartel, con su hi-hop estilo Cypress Hill combinado con metal. Fue uno de los conciertos más largos en un escenario grande, ambientado al estilo urbano con siete músicos en escena. Michael Monroe tuvo un breve performance pero la intensidad y las locuras que lo caracterizan, se entregó en un 100% como si estuviera en el escenario principal ante 85 mil personas.
Alcatrazz también tocó en pantalla dividida, cada integrante en su hogar, pero eso no les impidió tocar tres temas nuevos del disco “Born Innocent” con mucha energía y entrega, generando un impacto muy positivo. Además, la música de este álbum que marca su regreso triunfal es digna de las mejores bandas del hard-heavy rock de todos los tiempos. Estamos en presencia de uno de los mejores discos de 2020 y con un Graham Bonnet cantando como en sus buenos tiempos.
Tecnología futurista para los conciertos
Pero ahora vamos con el plato fuerte que fueron los conciertos usando la tecnología de punta para simular que las bandas estaban tocando ante una audiencia…. Si público, leíste bien, pero público virtual, creado por computadoras de una manera tan real, que te hacía querer estar allí para meterte en el mosh-pit. La capacidad de ingenio de los organizadores es elogiable, porque metieron a varias bandas del cartel en un escenario mediano y de allí, mediante un programa, hicieron que se pareciera lo más posible al escenario principal del Wacken Open Air o Main Stage.
Multitudes interminables, mosh-pits titánicos, ciudades futuristas al fondo del escenario, la ciudad del rock detrás del público, autopistas inimaginables en los alrededores y hasta vacas haciendo head banging!! Las bandas fueron instruidas de dirigirse al público, animar a la audiencia y hasta pedirles que corearan o que pidieran una más, no fue fácil actuar solamente ante cámaras imaginando multitudes, pero quedó tan bien que por momentos te imaginabas estar en el lugar y hasta sentir el barro en tu piel. Tienen mucho mérito todos los músicos que dieron lo mejor de sí para generar el mayor realismo.
De las bandas que se sirvieron de esta magia tecnológica las mejores fueron sin duda Blind Guardian y Kreator, quienes lo vieron pueden afirmar sin problemas que estuvieron allí, que los vieron en el escenario, porque fue muy real y la entrega de las bandas fue la misma que en un show presencial. Además seleccionaron un repertorio con lo más selecto de sus largas trayectorias.
Con Blind Guardian podías corear “Mirror-Mirror”, “Majesty”, “Valhala” o “Vanish from Sanctuary” como si estuvieras realmente en el Wacken, ¡vaya que performance! y que emocionante fue la actuación de los bardos alemanes. Hasta se dieron el lujo de tocar una de las canciones nuevas que irán para el próximo disco que aún no tiene fecha de lanzamiento, pero que se presume para 2021 y que sonó muy bien dicho sea de paso. Con Kreator podías hacer head-banging y hasta armar un mosh-pit en casa con tus amigos o familia, porque fue un brutal despliegue del mejor thrash metal teutón. Fueron lo más aclamado del festival y mucho tuvo que ver la energía y el realismo que transmitieron Hansi Kürsch y Mille Petrozza respectivamente.
El concierto de Sabaton también estuvo grandioso, más que todo porque el simulador les permitió crear la imagen de un campo de batalla al estilo de la primera guerra mundial, con alambradas de púas incluidas. In Extremo también brindó un show de altura con su folk-metal alegre, cantado en alemán y con brindis incluidos. Sorprendió gratamente la presentación de Beyond The Black, la banda de metal sinfónico germana liderada por la hermosa Jennifer Haben, que también se mostró entregada, animando al público a través de las cámaras. La bella cantante hasta cambió su vestuario en varias oportunidades, siempre apoyada por su banda tocando al más alto nivel musical posible.
Pero no todo fueron conciertos, también se dieron clínicas de bajo y guitarra, presentaciones acústicas, premieres de videos musicales de algunos grupos y la muestra del documental del Wacken Open Air, que lleva al espectador a conocer los inicios de este mítico festival. Allí puedes ver como comenzaron haciendo shows con tres o cuatro bandas en una tienda de campaña grande, al ras del suelo. La localidad era tan remota que muchos artistas narran que no lograban llegar y se perdían intentando dar con el lugar. Estos primeros pasos tan precarios fueron las bases de lo que hoy día es el Festival de Metal más grande e importante del mundo, digno ejemplo a seguir de quienes creen en sus sueños.
Para los que no lo conocen aún, vale recordar que el Wacken Open Air (W:O:A) es un festival cuya primera edición tuvo lugar en el pueblo de Wacken, en la localidad de Schleswig-Holstein, Alemania en 1990 y que se ha ido repitiendo cada primer fin de semana de Agosto de cada año desde entonces. Entre 2011 y 2018, el número de asistentes rondaba los 85.000. Se estima que en 2019 se llegó a la barrera de los 100.000 espectadores, provenientes de más de 40 países.
Pueden disfrutar del Wacken Open Air World Wide 2020 aquí: