Soilwork, procedentes de Helsinborg, Suecia, fue una de las agrupaciones responsables de patentar el death-metal melódico a mediados de los años 90 y que se ha mantenido activa pese a sus cambios de line-up. Ahora estamos en 2019 y la banda suena diferente, ha cambiado porque entre sus fundadores solo prevalece el cantante Björn «Speed» Strid, y le sigue en antigüedad el tecladista Sven Karlsson, quien ingresó en 2001 y todavía sigue haciendo magia con sus teclas. Ya no están Peter Wichers, Ola Flink ni Ola Frenning, quienes ayudar a dar forma al estilo que caracterizó a la banda, pero muchos fans aún no aceptan el cambio. Ahora con el nuevo disco Verkligheten (significa realidad en sueco), muestran otra faceta, mirando hacia el futuro con una mutación necesaria y ofreciendo nuevas sonoridades que ha tenido éxito notable, tanto que ha ayudado a convencer a quienes todavía no creen en la propuesta de los integrantes actuales.
En esta nueva entrega hay que reconocer que el guitarrista francés Sylvain Coudret le ha añadido un sonido más old school al grupo, trae un contraste necesario y enriquecedor porque su forma de tocar no es de la escuela escandinava en un 100%. El otro guitarrista, David Andersson (desde 2012) trata de mantener el ancla con las raíces del grupo y se ha convertido en la mano derecha de Strid. Tienen un nuevo baterista, Bastian Thusgaard, muy virtuoso, realmente habilidoso y efectivo en cuanto a cambios de tempo y estilo se refiere. Björn «Speed» Strid sigue siendo uno de los cantantes de rock más completos del mundo y el motor del grupo, no deja de asombrar la calidad de su voz y todo lo que puede lograr con ella.
El tema Arrival es el que más suena a la primera etapa de Soilwork, pesado, directo, rápido y con su sonido marca de fábrica presente a cada segundo, con la voz de Strid debatiéndose entre grunts y voces limpias. En cambio Bleeder Despoiler es más progresiva, suenan más al Soilwork del presente, pero con un sonido de guitarra muy cálido, casi blues-rock en algunos segmentos que hacen que esta canción sea todo un descubrimiento. La velocidad sigue bajando con el track 4, Full Moon Shoals, casi un mid-tempo, con atmósferas oscuras, y melodías vocales cautivantes. Sigue The Nurturing Glance, que es algo más que death metal, tiene un toque Motorhead que les queda muy bien. When The Universe Spoke retoma nuevamente la senda más agresiva y hasta nos recuerda a aquel fantástico disco A predator’s portrait, editado en 2001.
En resumen Verkligheten es un disco más diverso en estilos, con nueva propuesta, dando a conocer otra cara del grupo, pero con canciones poderosas que rememoran la etapa inicial de la banda tan revolucionaria. También es rico en sonoridades y con experimentos interesantes. La temática de las líricas se sumerge en la ansiedad suburbana sueca, problemas internos y existenciales, así como la influencia de la sociedad actual, con muchos mensajes que hay que descifrar entre líneas.