La joven y el piano & el viejo y el piano

Modelo Iraz Yildiz @irazyildiz – Foto por Mert Alsahin (Klass Magazine)

Muchos poemas e historias han sido escritos basados en todo lo que se relaciona con un piano, pero la verdad más intrínseca se revela cuando admitimos que el piano suena mejor cuando es acariciado por los dedos de una mujer. Ellas saben cómo extraer mejor el enorme repertorio sonoro que se le puede sacar a este maravilloso instrumento.

He vivido muchos años, he recorrido el mundo y he tocado tantas obras de piano que se pierden en mi memoria. He repasado los repertorios que datan del barroco hasta la actualidad contemporánea, haciendo énfasis en el clasicismo y en el romanticismo. Al principio de mi vida la arrogancia era mi sello de fábrica y podía vencer a cualquier otro pianista, al mismo tiempo que ninguna orquesta se atrevía a rechazarme, todas ellas, las mejores, sinfónicas o filarmónicas, todas querían tenerme como solista.

Ya en el ocaso de mi vida, el sol comienza a ponerse, ya mis dedos no se mueven con la misma agilidad de antaño y mis manos no tienen la velocidad que tantos suspiros robaba en mi época dorada. Ya no me aplauden igual, el peso de los años se refleja cuando pulso cada tecla. Sin embargo mi sabiduría sigue a flor de piel y me da gusto compartirla, aunque la arrogancia de muchos jóvenes pianistas impone una barrera de hierro forjado que no les permite nutrirse del conocimiento de otros ¿castigo por haber sido arrogante?…quizá.

Un día, al salir de un concierto a medio llenar, en vez de atender a los invitados en un camerino lleno de humedad, decidí escaparme, me escabullí tras bastidores y me fui a un afamado club de la milenaria ciudad de los eternos veranos, aquella de las cruces y medias lunas. Era un lugar que estaba en boga por su ambiente festivo de música en vivo, que contempla diversos géneros. Me coloqué una chaqueta larga y un sombrero de ala ancha, no quería que nadie me reconociera.

Cuando llegué, siguiendo un acto reflejo me senté lo más cerca que pude del piano. No esperaba nada, mucho menos que una hermosa y joven mujer de negra cabellera, ataviada con un hermoso vestido negro y sonrisa deslumbrante se sentase allí para comenzar a tocar, en verdad no estaba en mis planes.

Su belleza era intimidante y delicada al mismo tiempo, su andar elegante sobre tacones altos robaba las miradas, vestía un traje de color negro impecable que la hacía lucir aún más imponente. Cuando comenzó a tocar no daba crédito a mis ojos… ni a mis oídos… pensaba que ya lo había escuchado todo pero esta criatura era un universo completo por descubrir. Quedé perplejo con su altísimo nivel tanto artístico como músical. ¿De dónde había salido este maravilloso Ser?.

Tocaba con un sentimiento que sacude el alma, se movía con un espíritu indomable, su sonido transmitía una pasión desbordada y cada nota iba acompañada de diferentes expresiones que hacía con su rostro lo que volvía loca a la audiencia. ¿Estaba soñando? ¿Alucinando? No! Todo era muy real, ella era real. Lo más impresionante es que estaba interpretando una música completamente desconocida para mí y repito: yo pensaba que conocía casi todo el vasto repertorio para piano, pero esto era algo nuevo y vanguardista. Tenía muchos años que no me sentía tan vivo como en aquel momento.

Luego, esta misteriosa joven (para mí era un misterio) empezó a improvisar y por un instante hasta sentí rabia mezclada con alegría, porque yo no me sentía capaz de tocar de esa manera. En aquel momento sentí los pies tocando tierra y volví a comprender lo que significa la humildad. Una hermosa mujer en la flor de su juventud me estaba dando una lección y yo feliz de recibirla… ya mi orgullo estaba más que doblegado. Quería besar sus manos y tenderme a sus pies, algo que juré que nunca haría ante ningún solista, director o compositor.

Modelo Iraz Yildiz @irazyildiz – Foto por Mert Alsahin (Klass Magazine)

Cuando terminó aquella majestuosa improvisación fui el primero en levantarse a gritar bravo! bravo! Y aplaudía con todas mis fuerzas. Mis bruscos movimientos hicieron que se cayera mi sombrero y de repente el gentilicio me reconoció… todos dejaron de aplaudir y me rodearon con sus miradas, se escuchaba un “OH!” ensordecedor.

Luego de recorrer el lugar con mi mirada, saludé tímidamente a quienes me contemplaban con asombro y cuando me volteé aquella joven monumental estaba frente a mí, con lágrimas en los ojos. Nos miramos durante un minuto, hasta que ella rompió el silencio y me dijo:

– Es un gran honor que usted esté aquí como espectador, usted ha sido mi inspiración durante años y no puedo creer que me haya venido a ver. No soy digna de su presencia.- Niña! No digas eso, yo soy quien no es digno de escucharte, eres la mejor pianista que he escuchado en décadas.
– No puedo creer lo que me dice! He crecido escuchando sus conciertos, usted ha sido mi inspiración ¿cómo llegó aquí?.
– Dios obra en formas misteriosas, no creo en casualidades, por algún motivo tenía que venir aquí, simplemente quería escapar del público y vine a conocer el lugar, pero terminé llevándome una grata sorpresa.
– Me cuesta creer que el gran maestro del piano mundial venga y me aplauda y diga esas bellas palabras sobre mi música.
– Mereces eso y más, porque ahora hermosa mujer, tu eres mi inspiración, vienes a alumbrar el final de mis años, vienes a darle vida al ocaso de mi carrera y a rejuvenecer mi espíritu.

Ella no sabía que responder a aquellas palabras que le pronuncié. Pronto la audiencia se desesperó y comenzaron a pedirnos que tocáramos juntos, que hiciéramos música a dos pianos, ella con gran elegancia hizo un gesto para que me sentara a su lado y de manera espontánea empezamos a tocar música a cuatro manos.

Me divertí como nunca y observé que yo empezaba a tocar mejor de lo que había tocado en años, me sentí como si tuviera 25 años, esa joven hizo que me reencontrara conmigo, con ese niño interior que te lleva a romper las reglas, ella era como una fuente de una segunda juventud musical que despertaba en mi interior. Luego de terminar, nos paremos y volteamos, para nuestra alegría el lugar estaba repleto, no cabía un alma.

Unos reporteros habían entrado y escabulléndose hacia donde estábamos me preguntaron cuáles eran mis planes a lo cual yo respondí:

– Estoy aquí para comenzar a formar a mi nueva alumna, a la pupila que me devolvió la vida y a quien pienso enseñar todo lo que sé.
Ella comenzó a llorar y me tomó la mano para que posáramos juntos para foto que luego salió en todos los diarios en la sección de cultura y música de esa ciudad.
Tras bastidores, en su camerino, me presentó a sus padres y luego me dijo:
– ¿Usted en verdad quiere ser mi profesor y mi mentor? Pero si apenas me conoce.
– Jovencita, no he escuchado a nadie mejor que tú en décadas recorriendo el mundo y ¡sí te conozco!, porque la forma en que tocaste el piano me dijo todo lo que quería saber de tu personalidad y de tu alma. Para mí sería un honor dedicar los últimos años de mi vida en transmitirte todos mis conocimientos, aunque presiento que tú también tienes mucho que enseñarme.

Así terminó mi historia de soledad y arrogancia, ahora, gracias a esa joven, tendré un final feliz. Ella fue enviada por Dios a mi camino y yo al de ella. La música crea, comunica, renueva, da forma, reta al destino y te lleva por caminos que nunca imaginabas, solo hay que tener Fe, yo sin tenerla fui premiado, ¿imagina lo que puedes recibir cuando la tienes?

Texto: Roberto Palmitesta @rpalmitesta
Modelo: Iraz Yildiz @irazyildiz
Fotos: Mert Alsahin (Klass Magazine)

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Roberto Palmitesta
@rpalmitesta | Redactor, Editor y Asistente de Producción en Cresta Metalica Producciones. Licenciado en Comunicación Social, TSU en Turismo, Jefe de prensa con más de 20 años de experiencia, en empresas e instituciones de gran prestigio como el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, Conservatorio de Música Simón Bolívar, Profit Producciones, Melomaniac Producciones y Conciertos Metal, así como con artistas de gran prestigio. Locutor y productor radial; manager de bandas y artistas. Productor de conciertos y eventos culturales nacionales e internacionales. Redactor en distintos medios de comunicación digitales e impresos. Experiencia como Jefe de Prensa del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela y del Conservatorio de Música Simón Bolívar (2010-2017); asesor comunicacional del maestro José Antonio Abreu (2010 – 2013); actual asesor comunicacional de dicha institución. Jefe de Prensa de Profit Producciones en diversos eventos celebrados en El Poliedro de Caracas, Forum de Valencia, Terraza del CCCT, Concha Acústica de Bello Monte, Estacionamiento del Poliedro, etc. (2005 – 2010). Jefe de prensa de artistas como Eddy Marcano, Pacho Flores, Ensamble 7/4, Giancarlo Castro, Tarcisio Barreto, Ceballos, Prisca Dávila, Goyo Reyna, Los Sinvergüenzas, entren muchos otros.
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