Marty Friedman pone de fiesta a los amantes del shred con su nuevo disco en vivo «One Bad M.F. Live!!», que quizá sea uno de los mejores directos de guitarra solista jamás grabados en la historia del género rock. Fue registrado en el concierto final de la gira promocional de su álbum de estudio Wall of Sound (2017), celebrado el 14 de abril de 2018 en el “GuitarFest”, teniendo como escenario al Centro Cultural Roberto Cantoral de Ciudad de México. El lanzamiento, al igual que sus últimas producciones de estudio, corrió por cuenta del sello Prosthetic Records.
El estadounidense, radicado en Japón, demuestra desde el primer segundo por qué se le considera como uno de los grandes héroes de la guitarra eléctrica del planeta. Estuvo acompañado por una banda de virtuosos conformada por la sensacional bajista japonesa Kiyoshi, Jordan Ziff en la segunda guitarra y el habilidoso Chargeeee en la batería. Este directo es en definitiva una biografía musical no solo de su discografía, también de sus múltiples facetas como guitarrista, porque si hay algo que caracteriza a Marty es su versatilidad.
El sonido de ese extraterrestre de la guitarra en directo es aplastante y cautivante al mismo tiempo. Hay de todo un poco, repasa su carrera solista, especialmente sus discos más recientes Wall of Sound (2017) e Inferno (2014), pero también se remonta a su disco debut solista Dragon’s kiss (1988). Se da el lujo de versionar a su manera segmentos de canciones inmortalizadas por Queen, Elvis o Rammstein y hasta redescubre obras japonesas; pero lo más impresionante son las partes instrumentales que pertenecen temas de Megadeth como “Tornado of souls”, allí te das cuenta que no es lo mismo sin él, ninguno de los 5 guitarristas que llegaron después de Marty a Megadeth logran tocar los solos de temas con ese con un sonido tan hipnótico y tan hermosamente ejecutados.
El concierto abre vibrando con «Street Demon» cargado de las melodías orientales a las cuales nos tiene acostumbrados; para sorpresa de propios y extraños tocó «Elixir» sacando del olvido al disco Loudspeaker (2006), lo mismo sucede con «Ripped» tomada de Music For Speeding (2003). El colosal virtuosismo de Marty y su super-banda desbordan a cada momento sobre todo en piezas como «Amagi Goe», «Inferno» y «Self Pollution», contrastando con como la hermosa “Undertown”, tomada de Inferno. Enloquece a la audiencia con la novedosa «Whiteworm» que contiene el reciente ‘Wall Of Sound’, fusionando ritmos e influencias latino-caribeños.
El momento cumbre del show vino con “Mutation Medley”, que comienza con un espectacular solo de bajo de la virtuosa Kiyoshi, el cual sorprende al desembocar en la versión de un fragmento del tema “Asche zu asche” de Rammstein… nadie se lo esperaba, más aún cuando muta en otro cover, esta vez “My oh my” de Slade, para proseguir con la colosal “Forbidden cirty” del Dragon’s kiss, rematando con las partes solistas de “Tornado of souls” de Megadeth. Quien lea este párrafo no lo va creer posible, pero sí lo hicieron, solo que en este caso hay que “oír para creer”. Solo este medley hace que valga la pena comprar el disco.
Cerró la histórica jornada con el emblemática y ultra-complejo tema «Dragon Mistress», reviviendo nostalgias de la época del Dragon’s kiss, y luego «Kaeritakunatta Yo», una versión metal de Ikimonogakari, una afamada banda japonesa de J-Pop que los mexicanos gozaron al máximo. ¡Marty Friedman sigue siendo un ícono de la guitarra y un extraordinario compositor!