Nadie puede objetar que Steve Perry representa una de las grandes voces del rock y con una base de fans muy sólida. No fue una buena noticia su separación de Journey y mucho menos el anuncio de su retiro parcial por problemas de salud. Tras el fallecimiento de su novia en 2012, Perry, irónicamente, encontró la inspiración para componer y retomar su carrera. El 2018 marcó su regreso con el disco Traces, su primera producción como solista desde 1994, una colección de baladas con la que demuestra que el poder, el encanto y el carisma de su voz permanecen intactos.
Estamos en presencia de un disco muy personal con 10 canciones bien compuestas que se pasean entre el pop- rock y el hard rock melódico. La mayoría tienen un toque melancólico y muchas veces triste, pero era de esperarse dados los sucesos que inspiraron la música y la lírica del disco. Solo la inicial No Erasin y Sun shines gray son las canciones que se asemejan al estilo de Journey. Interesante es la versión que hace del tema I need you de The Beatles.
Perry, además de cantar, produjo el álbum, tocó guitarra, bajo y teclados, acentuando aún más el carácter íntimo y personal de Traces; no obstante, contó con los bateristas Vinnie Colaiuta y Josh Freese, así como los bajistas Pino Palladino y Nathan East, junto al guitarrista Thom Flowers entre otras estrellas. Utilizó una orquesta de cuerdas que grabó los arreglos y orquestaciones escritas por el laureado David Campbell (Muse, Adele, Justin Timberlake, Michael Jackson, Evanescence, Dream Theater) para algunas de las canciones.