Continuando con su rutina de lanzar discos cada dos o tres años, los británicos Paradise Lost, padrinos del metal-gótico y del doom más refinado, están de regreso con otra obra llena de profundidad musical titulada “Medusa”, que por algo muchos críticos alrededor del mundo lo colocaron en sus listas de los mejores discos de rock-metal de 2017.
La banda insiste a su vuelta a los orígenes, decisión que tomaron hace una década casi, cuando lanzaron el fantástico “In Requiem”, luego de una etapa en la que quisieron experimentar con otras sonoridades. En «Medusa» más bien han logrado un sonido crudo, casi orgánico. Suena a la vieja escuela que ellos mismos crearon, pero también es moderno, aceptando elementos del metal moderno.
Insisto en que “Medusa” pudo haber sido lanzado en la misma etapa de aquellos clásicos “Draconian times” (1995), “Gothic” (1991) o “Icon” (1993) y vaya que tiene mucho de estas placas, pero con el nivel de producción que ofrece la tecnología actual. Estilísticamente se pasea entre el gótico que ellos mismos gestaron y el doom más oscuro, con arreglos sinfónicos, majestuosas melodías y atmósferas llenas de introspección. Pero siempre con un trabajo guitarrero que brinda un balance entre lo extremo y lo melódico, con la marca de fábrica “hecho en el Reino Unido”, aunque hay temas que requieren varias escuchas para agarrarles el sentido y descubrir todos sus detalles.
Los instrumentos suenan pesados y muy graves, el bajo cobra un rol preponderante en la oscuridad y la densidad del sonido y las voces son guturales casi en su totalidad. Los sonidos de teclados, especialmente del órgano también ayudan a matizar los ambientes en los que se desenvuelve «Medusa«, que sin duda es un disco indispensable dentro de la colección de Paradise Lost y del metal gótico en general.
Por: Roberto C. Palmitesta R.
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