Calificación 9/10
James Hetfield (Guitarra y voz), Kirk Hammett (Guitarra), Robert Trujillo (Bajo) y Lars Ulrich (Batería) traen el décimo álbum de estudio de Metálica, el primero como sello discográfico independiente (Blackened Recordings) y sin duda el álbum más esperado de todo el 2016. Esta nueva producción demostró ser lo que los fans estaban esperando: un regreso al thrash, al sonido que ellos mismos crearon en los años 80. Pero amen de ser un reencuentro con sus raíces, la banda fue muy inteligente al no dejar fuera los sonidos y tendencias que han explorado a lo largo de 35 años.
Componen la obra dos discos y más de 80 minutos de música que traen todo lo bueno de Metallica: el sonido crudo, potente y directo del Kill ‘Em All, las guitarras salvajes de Ride The Lightning, las melodías épicas y composiciones elaboradas del Master of Puppets, la crítica política y social traducida en la música agresiva del …And Justice For All, el saber conjugar lo extremo con lo melódico y lo complejo con lo sencillo del disco negro, y finalmente los elementos progresivos del Death Magnetic.
Si traducimos al español el título Hardwired… to self destruct tendremos algo así como “programado para autodestruirse” y justamente esa es parte de la temática que abordan algunas las letras de las canciones, con una sociedad que camina ciega a su decadencia. También hablan sobre el terror y la violencia, así como la excesiva influencia de la tecnología sobre la humanidad.
Si bien es cierto que Metallica actualmente no tiene el nivel técnico, la complejidad compositiva, la velocidad y la potencia que si gozan todavía Slayer, Megadeth, Antrhax y Testament, hay que tener en cuenta que el rock es más que la suma de muchas notas o el nivel de volumen y distorsión, el rock también es feeling, corazón, sabiduría y actitud, y de esto a Metallica le sobra en este disco.
Confusión abre el disco con thrash de la vieja escuela, hará que a cualquiera se le pongan los pelos de punta de la emoción, lo mismo sucede con la adictiva Hardwired, que bien pudo haber sido grabada en los años 80. Atlas Rise! es heavy metal de alta factura, con melodías de dos guitarras que la hacen cautivante, una de las favoritas del disco, con marcada influencia de Iron Maiden. En cambio ManUNkind recuerda más la etapa de los Load / Reload, pero sin deslucir.
Here comes revenge con sus siete minutos es otro corte llamado a convertirse en clásico de la banda por la unión de diversos elementos, digamos que sintetiza todo lo que ha sido Metallica. En cambio hay un bajón en Now that we’re dead y en Am I savage? que también casi llegan a los 7 minutos, pero innecesariamente, aquí el oyente puede perder el interés o distraerse y quizá este sea el punto débil del disco, hay canciones como las dos mencionadas anteriormente que no cautivan, no convencen y le toca el turno a temas interesantes y más directos como Moth into flame (entre los mejores del CD) volver a captar la atención del oyente.
Disquera: Blackened Recordings
Por: Roberto C. Palmitesta R.
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