Este sábado 26 de marzo de 2022 a las 4:00 p.m., la Sala Simón Bolívar del Centro Nacional de Acción Social por la Música será el escenario de un concierto muy especial, que marca el reencuentro del carismático violonchelista italiano Luca Franzetti con la Orquesta Sinfónica Juan José Landaeta bajo la dirección del maestro Jesús Uzcátegui, con quienes había cosechado una relación de química y amistad la primera vez que tocó con ellos en 2020. Ahora, este grupo de amigos vuelven a trabajar juntos para interpretar uno de los conciertos más difíciles y emblemáticos para el instrumento como lo es el Concierto para violonchelo Nº. 1 de Dmitri Shostakóvich, que además estará dedicado a todos los niños de Venezuela.
Una vez más el público venezolano puede disfrutar de un concierto del más alto nivel artístico, digno de cualquier escenario europeo, gracias al Conservatorio Itinerante Inocente Carreño que cuenta con el apoyo de la Hilti Foundation. La orquesta demás tocará la Sinfonía Simple para Orquesta de Cuerdas del compositor británico Benjamin Britten, que dirigirá el propio Luca Franzetti. El programa también incluirá la majestuosa Sinfonía No. 3 de Johannes Brahms, cerrando el ciclo de este importante compositor alemán. Las entradas se están vendiendo en las taquillas y a través de goliiive.com
Esta es la cuarta vez que viene a Venezuela este mítico violonchelista italiano, uno de los más destacados de Italia de los últimos años, quien se destaca por poseer un carisma y un sentido del humor que engancha, pero al mismo tiempo es muy estricto y exigente. A sus 52 años dice que todavía tiene mucho que aprender y cada vez que viene al territorio venezolano sale con valiosas lecciones.
CM: ¿Cómo se ha sentido tocando con la Orquesta Sinfónica Juan José Landaeta?
LF: Es una de las mejores orquestas con las que me he encontré en mi carrera, es increíble lo rápidos que son sus músicos para aprender y comprender la música, son muy buenos músicos, son bastante jóvenes pero muy maduros, tienen una madurez increíble, además como personas ellos se dejan querer fácilmente.
CM: Usted había trabajado con ellos antes de la pandemia con el concierto para violonchelo de Dvorak. ¿Qué cambios ha encontrado en la orquesta ahora que vuelve a trabajar con ella?
LF: Es increíble pero te puedo decir que ellos han mejorado mucho desde antes de la pandemia, han mejorado muchísimo, no sé por qué, porque más bien la situación de la pandemia trajo aislamiento, pasar mucho tiempo sin tocar juntos, pero ahora tienen mejor sonido, me llama la atención la evolución del sonido. Es una orquesta que puede tener como ambición girar por Europa, están ceca de tener un alto nivel profesional, no habrá que trabajar mucho para irse de gira si siguen así. Es impresionante.
CM: ¿Qué nos puede decir sobre el trabajo del maestro Jesús Uzcategui como director?
LF: Jesús es extraordinario, tenemos una relación increíble, tanto cuando hacemos música como cuando no hacemos música, en realidad no hablamos mucho, pero yo creo que es una amistad donde hay gran entendimiento y cuando hay afecto, no hay necesidad de usar muchas palabras, lo sentí así cuando trabajé la primera vez con él el concierto de Dvorak en 2019, y ahora que estamos trabajando con el concierto para violonchelo de Shostakovich no hay necesidad de muchas palabras tampoco.
Sin hablar mucho nos entendemos, él sabe lo que pienso yo y yo lo que piensa él, desde el primer día trabajando con Jesús fue así, es una persona increíble, con él todo sale bien, nos miramos a los ojos recíprocamente y listo.
CM: He sido testigo que desde sus inicios como director, Jesús tiene las cualidades ideales para dirigir una orquesta y cada vez se perfecciona más.
LF: Así es, Jesús es un Director profundo, técnicamente impecable, con un carisma increíble, él pronto va a ser un director mundial, de serie A. Además él es mucho más humilde y mucho más fuerte en la mente, en el corazón y en la resistencia para estudiar y ser constante, por eso es que evoluciona tan rápido. Yo tengo 52 años de edad y tengo mucho que aprender de Jesús, pero él al mismo tiempo tiene mucho que aprender de mí y lo sabe aprovechar.
CM: ¿Cómo están sus expectativas para el concierto de este sábado?
LF: Bueno, si supieras que por un lado estoy muy emocionado y contento, pero por el otro tengo mucho miedo (risas) Si, en serio!!! Tengo miedo como cualquier otro músico, porque un músico que no tenga miedo o nervios antes de un concierto es medio músico (risas) , nos pasa a todos.
CM: ¿Qué nos puede decir sobre el Concierto para violonchelo Nº. 1 en Mi bemol Mayor, opus 107 de Dmitri Shostakóvich?
LF: Lamentablemente el mundo vive ahora una situación rara con la guerra. Otra vez la música nos demuestra que somos guardianes, custodios de algo sacro como lo es la música, porque donde no hay música hay violencia, pero donde hay música hay tolerancia y paz.
En el concierto celebramos la amistad entre el compositor británico Benjamin Britten con el violonchelista ruso, Mstislav Rostropovich a quien Shostakovich le escribió el concierto para violonchelo y lo celebramos en un mismo escenario, como lo es la maravillosa Sala Simón Bolívar.
Este concierto está dedicado a los niños, no importa del país donde vivan a los niños hay que cuidarlos, estén donde estén, hay que impedir que sufran cosas terribles como vivir una guerra. Tenemos que pensar siempre en preservar a los niños y darles lo mejor, en nuestro caso, la música.
CM: Si hay algo que caracteriza al Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela es que gracias a su filosofía ha ayudado a darle un futuro positivo a millones de niños, evitando que caigan en riesgo de calle, donde son presa fácil de la delincuencia, las drogas y la violencia.
LF: Lo sé, por eso vengo a trabajar con El Sistema todas las veces que puedo, si podría venir 3 a 4 veces al año estaría muy feliz, yo sé que El Sistema es la mejor respuesta al uso de la música para ayudar a los niños. Con este concierto del sábado, en este momento quisiera recordar lo que está haciendo El Sistema en el mundo, que para mí es una cosa sacra.
Recuerdo que Cuando hablé con el maestro José Antonio Abreu por primera vez fue como hablar con Gandhi y lo digo muy en serio, hablar con el maestro Abreu cambió mi vida totalmente y la revolucionó por completo, lo que yo hago aquí o en Palestina o a donde vaya son las mismas cosas, enseñar a los niños y a los jóvenes a no odiar y a no pelear, más bien a buscar el consenso, la paz, el equilibrio mediante la música.
CM: Me alegra que el haber compartido con el maestro Abreu haya traído tantas cosas buenas para usted y que haya cambiado su carrera ¿Qué es lo que recuerda con más cariño de sus encuentros con él?
LF: El maestro Abreu me cambio la vida misma, no solo la carrera, cambió y revolucionó toda mi vida en general. Yo tengo una corbata que él me regaló de El Sistema, yo la veo todos los días, para mí es un objeto sagrado y me da mucha inspiración. En Italia, mi país, yo hago lo mismo que Abreu me enseñó, cambiar vidas a través de la música y a su vez, indirectamente cambió yo la vida de muchos niños que no llegaron a conocer al maestro Abreu.
CM: Me parece muy acertada y hasta romántica su manera de ver a los músicos como custodios de la música y a su vez ver a la música como algo sacro.
LF: Así es, nosotros somos guardianes de la música, somos sus custodios, cada uno de nosotros pone una piedra en un muro, del lado de donde estamos nosotros es donde están los valores, la tolerancia, la paz y el respeto, pero del otro lado del muro habita la violencia y la intolerancia. Si yo me voy es una piedra menos en ese muro, también, con cada nota que tocamos el muro se hace mas fuerte si lo hacemos con una filosofía como la de El Sistema, pero en cambio si hacemos música como un simple espectáculo, el muro no es tan fuerte. Cada músico es una piedra, por eso es una gran responsabilidad trabajar cerca de la música.
CM: ¿Cuándo tiene planeado regresar a Venezuela?
LF: Si por mí fuera estaría aquí todo el tiempo. Regresaré en octubre y luego, como ya está pasando la pandemia, espero seguir viniendo con regularidad, me encanta trabajar aquí en Venezuela y con los músicos de El Sistema.