Calificación 7,5/10
La banda asturiana EDEN regresa con su nueva producción El Despertar de los sueños, grabada en Tutu Estudios, contando nada que con Alberto Rionda de Avalanch en el master y en la mezcla, y quizá a esto se deba la calidad de grabación y producción que presenta este trabajo. ¡Vaya que valió la pena la espera para sus fans! El disco es un explosivo coctel de heavy metal ochentoso, power metal moderno y hasta algunos elementos del prog-metal. Lo bueno es que buscaron desprenderse de sus trabajos anteriores, aunque hay remembranzas sin duda alguna y eso también está bien.
Además, en el El Despertar de los sueños la banda ofreció la prueba de fuego a sus nuevos integrantes, marcando a su un nuevo “Despertar” con el cantante Gaspar Braña (muy bien en todo el disco), el guitarrista Eneko Ramos, el bajista Juanjo Díaz y el batería Adrián Menéndez. Participan como invitados especiales los vocalistas Isra Ramos (Avalanch) y Óscar Nieto, así como el tecladista Vicente Fernández.
Abre el tema “Vuelve” que comienza con mucha fuerza y rapidez, enlazando la pasión del power metal con la personalidad del heavy ochentero, y quizá sea una de las mejores canciones de todo el disco. “Destierro en el tiempo” no baja la intensidad, porque es un corte de esos que enganchan y que son ideales para corear con el público en los conciertos. “Perdido Estoy” es una composición más ambiciosa y menos directa, en la que la banda muestra su gran calidad, y valía instrumental. Estos tres temas ya dan evidencia de que sin duda la banda ganó mucho con la incorporación de Gaspar Braña como vocalista.
“Sangre de Metal” no baja las revoluciones y le hace honor a su nombre, porque es puro heavy metal, potente y directo, y la letra acompaña bien a la música, que gustará mucho en territorio latinoamericano. Esta canción tiene todos los ingredientes para convertirse en un clásico para Eden. Hicieron bien en grabarle un videoclip para promocionarla.
Ambiciosa resultó ser “Desde el aire”, que fue re-grabada contando con las voces invitadas de Isra Ramos más los coros de Noelia Fuente, dándole mucha riqueza al trabajo vocal. También cuenta con la elegancia de las cuerdas de Valeria Gaya (violín) y Julia Martínez-Lombó (violoncelo).