«David Gilmour Live at Pompeii» es un espectáculo audiovisual desarrollado por un impactante despliegue de iluminación, efectos de láser, pirotecnia y una pantalla circular gigante en la que se proyectan videos y fotografías que complementan la magnífica actuación de la banda que acompañó al maestro David Gilmour, quien sigue inquebrantable. Fue estrenado en las salas de cine y ahora se encuentra disponible en formatos de DVD y Bluray. Sin duda es un ítem de colección para los fanáticos de Pink Floyd.
También es un homenaje a la mítica e histórica actuación de Pink Floyd en ese mismo escenario que tuvo lugar 1972 y que sirvió para la realización del filme dirigido por Adrian Maven. A lo largo de dos DVD, Gilmour interpretó un repertorio de sus dos últimos discos de estudio, ‘On an Island‘ (2006) y ‘Rattle That Lock‘ (2015), así como algunos de los grandes éxitos de Pink Floyd. Además, al final contiene un breve documental llamado “Pompeii: then and now” que justamente habla de los paralelismos entre el show de 1972 y el de 2016.
Para que el espectador tenga una mayor noción del valor histórico del filme, vale recordar que el Anfiteatro de Pompeya es el más antiguo que se conserva del Imperio Romano, porque fue construido en el año 70 AC. Se encuentra en las ruinas de la antigua ciudad de Pompeya que fue destruida por la erupción del volcán Vesubio en el año 79 DC.
El concierto comenzó cuando aún era de día y mientras la luz iba feneciendo en el horizonte, poco a poco la pantalla circular y las luces que la rodeaban iban desarrollando más colores hasta llegar a su clímax con la llegada de la noche.
No había público sentado en las escalinatas del anfiteatro en ruinas, estas más bien sirvieron para reflejar numerosos trucos de iluminación multicolor de manera espectacular. Como si no fuera suficiente en la parte superior hasta encendieron varias antorchas tal y como se hacía en el imperio romano. La audiencia se concentró toda en la arena donde otrora peleaban los gladiadores. ¿Quién sabe cuántas luces se habrán dispuesto en todo el recinto para lograr una experiencia audiovisual tan inolvidable?
Las tomas también captaron los paisajes de la naturaleza circundante que también deleitaron la vista con la luz natural más la gama multicolor del cielo en el ocaso, e igualmente enseñaron las luces de las edificaciones del pueblo circundante, elementos añadidos acertadamente por el director del filme Gavin Elder.
Musicalmente Gilmour recurrió balanceadamente a su repertorio solista para no depender exclusivamente de los éxitos de Pink Floyd. Estuvo acompañado por una agrupación estelar que incluyó a su incondicional compañero de aventuras musicales, Guy Pratt, en el bajo, contrabajo y voces. También Chester Kamen en la segunda guitarra, Steve Distanislao en la batería, Greg Phillinganes y Chuck Leavell en los teclados, Joao Mello en los saxos y clarinete, junto a los cantantes Bryan Chambers, Lucita Jules y Louise Clare Marshall.
Gilmour presentó variaciones en la interpretación de ciertas canciones, por ejemplo en “The great gig in the sky” añadió voz masculina, alternada con dos femeninas, en vez de realzar una sola voz solista, un riesgo con un tema tan emblemático que solo Gilmour tiene el derecho de correr.
Varias veces tomó el micrófono para recordar a su amigo Richard Wright y hasta le dedicó el tema «A Boat Lies Waiting”, en uno de los momentos más emotivos del concierto, con todos los músicos cantando… pero el homenaje prosiguió, porque continuaron con el clásico “Wish you were here”, ahora no solo dedicado a Syd Barrett, sino que también para Richard Wright.
Como siempre la pantalla circular cobró protagonismo con imágenes y videos que enriquecían la actuación de los músicos, como en el caso de “In any tongue”, que proyectó caricaturas que dramatizaban escenas de la invasión de soldados en un algún lugar del Medio Oriente donde mueren tantos inocentes, reflejando así la crítica que hace la letra del tema.
En “Run like hell” el escenario es bombardeado por un arcoíris de luces de tal magnitud que toda la banda se colocó lentes oscuros para no verse afectados, inclusive, el espectador que mire el video desde su televisor o monitor puede quedar encandilado ¡vaya que espectáculo! Y culmina con juegos pirotécnicos y efectos de láser.
Por: Roberto C. Palmitesta R.
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