Gary Oldman siempre fue un actor un tanto subestimado por la crítica pero que ahora, gracias al filme Darkest Hour está recibiendo todos los premios que ha merecido durante toda su carrera, y si llega a ganar el Oscar será un digno y más que justificado reconocimiento. En esta cinta da vida nada menos que a uno de los personajes más importantes de la historia universal: el primer ministro británico Winston Churchill, quien además fue uno de los artífices de la victoria del frente aliado sobre los nazis en la Segunda Guerra Mundial.
Quizá, este Churchill caracterizado por Gary Oldman sea el mejor que se ha llevado a la gran pantalla. Hace poco, John Lithgow había hecho una interpretación magistral para la serie de televisión The Crown, pero esta nueva versión del prócer británico lo supera. No es fácil meterse en la piel del mandatario ya que tenía una forma de hablar muy particular, que a veces era inteligible debido a que arrastraba las palabras, seseaba y subía y baja el tono impredeciblemente, además con un acento inglés muy a la antigua, y peor aun cuando hablaba con un puro en la boca. Con todos estos obstáculos descritos Oldman encontró la manera casi de replicarlo con fidelidad.
Pero el actor no solo se creció en la forma de hablar de Churchill, también en su caminar y en sus gestos, luciendo un maquillaje con el que casi se desvanece el Gary Oldman que dio vida a tantos personajes famosos como Drácula, Ludwig van Beethoven, Sirius Black, Lee Harvey Oswald, Mason Verger, Dr. Smith y pare de contar. Sin duda este es el filme donde Oldman luce más irreconocible, es casi una mutación hacia el líder de la Segunda Guerra Mundial.
Pero no todo el filme dirigido por Joe Wright (Anna Karenina, Hanna, Peter Pan, El Solista) gira en torno a la actuación de Oldman; poniendo a un lado al protagonista queda una buena película, que relata con mucha veracidad las “horas oscuras” que vivió Gran Bretaña cuando Hitler decidió invadir Europa. El gobierno inglés debió debatirse entre llegar a un acuerdo de paz con los nazis o enfrentarlos. Sin embargo es una obra directa, sencilla, sin piruetas de cámaras y efectos especiales, pero con unos escenarios bien recreados sostenidos por una dirección artística encomiable.
La actriz Lily James (Cenicienta, Baby Driver) también se lleva el crédito interpretando a la secretaria de Churchill. Esta joven debido a su belleza y porte de princesa bien pudo haberse dedicado solo a cintas comerciales o a convertirse en una chica Disney, pero optó también por enfrentar retos en filmes dramáticos, y en Darkest Hour lo hace muy bien, sobre todo se nota que había mucha química entre ella y Gary Oldman, porque las escenas conjuntas son muy naturales.
Darkest Hour como relato histórico, además de narrar y describir los momentos de tensión del inicio de invasión europea, también explica otros hechos como el por qué de la famosa “Operación Dynamo” que salvó miles de soldados británicos en Dunkerque y las difíciles decisiones que tuvo que tomar el Rey Jorge VI de Inglaterra, caracterizado aceptablemente por Ben Mendelsohn.
Recomendamos ver el filme Dunkerque después de ver Darkest Hour, pues de esa manera, se entenderán mejor ambas películas, como si se tratase de armar un rompecabezas audiovisual.
Por: Roberto C. Palmitesta R.
[email protected]
@RPalmitesta @EscenarockFM