Eighth Sin, banda venezolana de Black/Death Metal, formada por Jesús Santana (Voz), Rubén Salas (Guitarra), Alexis Peraza (Bajo) y Oswaldo Medina (Batería), lanza su nuevo single «Un Dios Salvaje«, parte de su anticipado álbum debut. Fundada en 1998, la banda resurgió en 2019 con una alineación renovada, explorando temas oscuros y profundos sobre la naturaleza humana, el sufrimiento y el libre albedrío, inspirados en figuras como Jean-Paul Sartre y Jean Améry.
Para esta entrevista, Jesús Santana miembro fundador respondió a las preguntas de Cresta Metalica, ofreciendo una visión cercana sobre la evolución de Eighth Sin y el proceso detrás de «Un Dios Salvaje«. En sus palabras, el tema busca provocar una introspección en torno a la relación del ser humano con lo divino y a la dualidad que existe en su naturaleza. Santana también destacó el compromiso de la banda con la innovación artística, reflejada en el video dirigido por Luis Rodríguez, donde la actriz estadounidense Diane Foster aporta una impactante dimensión visual que complementa el mensaje de la canción.
CM: Eighth Sin tiene una larga trayectoria desde su formación en 1998. ¿Cómo describen la evolución de su sonido y temática desde sus inicios hasta este nuevo lanzamiento?
Jesús Santana: Primero que nada, querido Alejandro, quiero agradecerte sinceramente por ser la primera entrevista después del lanzamiento de nuestro videoclip “Un Dios Salvaje”. Tu interés en nuestro trabajo ha sido constante, y en nombre de toda la banda, te damos las gracias. La evolución que hemos experimentado es innegable, tanto en el aspecto musical como en el lírico; las letras en esta nueva etapa presentan una claridad y quizás misticismo que no tenían en el pasado. Todos cambiamos a diario, y una banda no es la excepción a esta regla.
Es importante mencionar que Eighth Sin cuenta actualmente con la siguiente alineación: Ruben Salas (Guitarra), Alexis Peraza (Bajo), Oswaldo Medina (Batería) y Jesús Santana (Voz). De los músicos que formaron parte de la primera etapa de la banda, solo quedo yo, lo que refleja una formación completamente distinta y esto hace una evolución sonora notable. En cuanto a la temática, es evidente que mis intereses han cambiado en los últimos 26 años, así como también la forma en que se transmite el mensaje. Esta evolución es, sin duda, significative a la hora de escribir y de la banda en su totalidad componer.
CM: «Un Dios Salvaje» está influenciado por ideas de Jean-Paul Sartre, Jean Améry y Al Álvarez. ¿Cómo se refleja esta influencia en la composición lírica y musical del tema?
Jesús Santana: Casi todas las letras que escribo giran en torno a la filosofía, la teología, el ocultismo y la literatura. En el caso de Eighth Sin, la temática se centra principalmente en el ocultismo, la filosofía y teología, mientras que en Quebrantos se enfoca en la poesía. En “Un Dios Salvaje”, los tres autores que mencionas abordan el sufrimiento humano desde diferentes perspectivas y es una mezcla de sus distintas visiones luego de ser estudiadas por mí.
Jean-Paul Sartre lo hace desde una visión sobre la libertad y una permanente angustia existencial. Por otro lado, Jean Améry, quien fue prisionero en varios campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial, se convirtió en un pensador y ensayista cuya obra cuestiona la humanidad en su conjunto. A pesar de su lucha por entender el sufrimiento, Améry terminó levantando la mano contra sí mismo como él bautizaría unos de sus libros con esa frase “Levantar la mano sobre uno mismo – Discurso sobre la muerte voluntaria”.
Al Álvarez, fue un ensayista, poeta y crítico autor del libro “Un Dios Salvaje”, también enfrentó sus propias batallas. Intentó suicidarse en varias ocasiones debido a su lucha constante con la depresión. Fue amigo cercano de Sylvia Plath, y su muerte lo afectó profundamente, de ahí nace el texto que publicaría en 1971, un ensayo sobre el suicidio, la historia de este y cuanto lo afectaría la muerte de Sylvia.
Para enriquecer esta discusión, me gustaría incluir dos autores más como lo son, Albert Camus, especialmente su obra “El mito de Sísifo”. Camus plantea que la vida es absurda y que el único problema real del ser humano es la contemplación del suicidio, como una forma de romper con la absurdidad de la existencia. Curiosamente, “El mito de Sísifo” era el nombre original del tema de Eighth Sin que se convirtió en el videoclip y finalmente sumaría a Carl Jung entre la influencia.
En resumen, la conexión entre estos autores revela una profunda reflexión sobre el sufrimiento, la libertad y la búsqueda de significado en un mundo que carecer de él. El video tiene un esqueleto sobre ese pensamiento con detalles que lo llevan más allá.
Sobre lo musical, la forma de trabajar en la banda es por separado. Rubén, quien es el compositor principal, trae una idea que comienza a armarse en los talleres y finalmente en el estudio de ensayo. No tengo una idea clara de hacia dónde va el tema; la música es la que me dice realmente cuál es el mensaje que debe transmitirse. Al principio, intentamos trabajar mostrando la letra para componer en base a ella, pero no funcionó. Trabajamos mejor con la música hablando. Así trabajan bandas como Tool, Slayer, Meshuggah, Fleshgod Apocalypse o Sigur Rós, entre otras, ya que su música se guía más por lo que siente quien escribe las letras.
“Un Dios Salvaje” es un tema importante para Eighth Sin y una letra con la que estoy muy conforme. La escribí de un tirón, lo cual puede sonar a lugar común, pero realmente fue así; tuvo pocas modificaciones y la música con la banda sucedió lo mismo, la banda al componerla resultó nacer sencilla.
CM: ¿Cuál es el mensaje principal que desean transmitir con «Un Dios Salvaje» y cómo esperan que el público lo interprete?
Jesús Santana: Esta pregunta es complicada porque el video ha tenido diferentes lecturas dependiendo de la perspectiva de quien lo ve. En la letra hablo de la “Sombra”, y creo que la sombra de muchos ha resonado de manera interesante, según lo que me han comentado. Haces la pregunta seguramente por lo que viste y escuchaste, y me interesa mucho saber qué percibiste tú. Es fascinante cómo la banda crea la música y luego aparece la letra, para finalmente dar lugar a este video, que ahora tiene múltiples interpretaciones, todas conectadas por el vacío que siente el personaje principal.
La desesperación de encontrar un final y el desarrollo de la historia del video, así como la identidad del personaje y cómo su decisión influye en su entorno, son aspectos clave. Por eso, son importantes las citas al principio de Thomas Bernhard, cuyas obras siempre han sido introspectivas y oscuras. La muerte, la existencia y la desolación humana son las bases de su obra. Si alguno está interesado en leerlo, recomiendo sus “Relatos autobiográficos”, que integran cinco volúmenes en uno; es la mejor manera de conocerlo. La cita al final es de Thomas Ligotti, quien utiliza lo macabro y lo surrealista. Su prosa es irrealista y su visión es pesimista, sugiriendo que la vida está marcada por el vacío y la futilidad, lo que se traduce en un horror filosófico. En el caso de Ligotti, para conocerlo por primera vez, pueden leer “La conspiración contra la raza humana” o “El vínculo espectral”. Por ello, ambas citas enmarcan toda la historia y reflejan muchos de los elementos presentes en la narrativa.
Eso, junto con el piano del Intro y el Outro, logra, creo, el objetivo principal, que es impactar la psique del que ve el video.
CM: Colaboración con Luis Rodríguez: Ya habían trabajado con Luis Rodríguez en el cortometraje «Ascenso». ¿Cómo surgió esta nueva colaboración y qué aporta su dirección al video de «Un Dios Salvaje»?
Jesús Santana: Luis es de esas personas que uno agradece encontrarse en la vida. Aparte de ser nuestro amigo, debo decir que es una de las personas más interesantes que he conocido y tiene un nivel cultural pocas veces visto. Es un lector excepcional, jamás he conocido a alguien con una memoria prodigiosa para el cine y la literatura, además de poseer una humildad y honestidad absolutas. No puedo dejar de mencionar a su hermano Andrés; son exactamente iguales en la forma de trabajar, dos de las personas más brillantes que he conocido. Estoy seguro de que el tiempo y la cultura los colocarán en el lugar que merecen.
Con Luis, es imposible decir que no a lo que le ocurra filmar. El video fue idea de él; un día, conversando sobre cine y libros, me propuso hacer un video para Eighth Sin. Obviamente, me dio terror: decir que sí a Luis es comenzar a correr y temer que pida más de lo que estamos en capacidad de dar. Cuando le mencioné el tema que nos gustaría abordar, se sorprendió, ya que es un tema lento, pero pensamos que es la canción que mejor puede abrir la puerta a este renacer de la banda. Es un tema denso y pesado.
Apenas terminamos de grabar en los Sazestudio de Eduardo Sáez, quien vio que no somos una banda fácil para trabajar, en especial por lo exigente que soy, Eduardo entendió y hace pocos días me llamó para conversar sobre el video, entendió la razón por la que fui tan exigente en la grabación. Teniendo esto listo, pues Luis y la banda nos pusimos manos a la obra.
Comenzamos a definir de qué iría el video; siempre tuve en mente la historia que todos vieron y que, como mencioné, ha tenido interpretaciones variadas. Le presenté la idea a Luis, y el guion se fue puliendo a medida que avanzábamos, mientras Penélope Carrasquero revisaba ciertos aspectos de lo que íbamos haciendo. Unos meses antes, conocí a Rafael Jiménez, en La Poeteca, un actor con un performance impactante en la Danza Butoh en Venezuela. El día que lo vi, supe que tendría que trabajar con él en algún momento. Se lo planteamos, y cuando me preguntó quién era su personaje, aceptó de inmediato, no sin antes conversar largo y tendido sobre Antonin Artaud, el teatro de la crueldad y su deseo de estar libre para hacer lo que mejor sabe hacer: la danza Butoh, que es el performance que realiza después de la transición del personaje en el video.
El Butoh es una danza que nació en la década de 1950, creada por dos coreógrafos japoneses como respuesta artística a las experiencias traumáticas de la posguerra, especialmente después de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki. Era una respuesta contundente desde una perspectiva cultural hacia Occidente. El Butoh implica una transición desgastante para el actor y el que ve el performance, ya que se basa en un movimiento lento y denso, en el que toda la oscuridad, el sufrimiento y lo sombrío de la condición humana deben salir a flote. Es una forma de exorcismo para el actor consigo mismo; un acto revolucionario dentro del arte. Lo que ven en el video es solo el 1% de lo que experimentamos durante la filmación. Aquellos que deseen vivir una experiencia impactante para los sentidos deben estar atentos a las redes de Rafael Jiménez, ya que lo que hace es maravilloso.
Buscamos la locación y Adrian Arias Pomontty amigo de la banda y músico experimental nos ofreció su espacio personal para filmar. Teniendo el actor y el lugar, pues Luis buscó un equipo muy pequeño con Gregori Ramirez y ahí comenzamos el trabajo de producción, luego a filmar. Trabajamos al máximo para lograr el mejor trabajo posible con los recursos que teníamos. La filmación fue desgastante para Rafael, repetir y repetir el Butoh es complicado ya que es una cuestión de entrar y salir de personaje en minutos. Se logró siempre por la buena disposición de Rafael, aportando ideas entre todos.
Cuando terminamos los días de filmación tuve claro que el video necesitaba obligatoriamente un ambiente que introduzca y que ayuda a salir del trance que podría tener el video, la letra y la historia. Ahí es cuando contacto al pianista Federico Hernández, un músico realmente espectacular, lo conocí en un concierto que dio de música iberoamericana en La Poeteca donde se paseó con temas que iban desde los años 1510 hasta 2023, en este programa tocó con instrumentos históricos como un Harmonium, un Clavecín Spinetta y un Clavicordio, instrumentos a los que le dio vida, es uno de los conciertos que más me ha impactado no solo por lo que interpretó, también la forma didáctica con la que presentó cada instrumento y cada tema que mostraba.
Con Federico ese día supe también que tendría que trabajar, al tener el video lo llamé y me dijo que sí. Aquí viene lo interesante, Federico por teléfono me pidió que le enviara el tema en ese momento y estando en línea lo escuchamos, Federico me preguntó ¿De qué va la historia? Cuando le expliqué, de inmediato me dijo ya tengo la idea, en cuestión de una semana me pasó como 4 versiones distintas y fue difícil escoger una, hasta que él me guío con cada una para quedar con lo que abre y cierra el video.
Federico es un hombre exigente, el día que lo conocí lo vi con su equipo y me sentí identificado con él por su forma de trabajar, las cosas deben hacerse lo mejor posible si no es mejor no hacerlas. Es un hombre para la música y la música es para él. Escucharlo tocar y crear es ver a uno de los grandes del país. Regaña cuando debe y da todo lo que tiene cuando acepta una propuesta.
Es importante decir que los instrumentos que utilizó en “Un Dios Salvaje” fueron un Piano SAUTER de 1951 y un Armonio J.J. Estey de 1919. Federico tiene una colección de instrumentos impresionante. Trabajar con él ha sido aprender mucho para la banda.
Con Diane fue una historia larga y complicada lograrlo, pero se logró como no pensé se lograría.
CM: ¿Qué los llevó a elegir a Diane Foster para este proyecto y cómo su actuación y dirección artística complementan el mensaje de la canción?
Jesús Santana: A Diane le debo mucho. La conozco desde hace bastante tiempo, desde que la vi en la película The Orphan Killer en 2011. Nuestra amistad se ha fortalecido a lo largo de los años gracias a nuestro contacto a través del cine y su trabajo como productora y cineasta independiente.
En 2017, Diane protagonizó el videoclip de Glenn Danzig, “Last Ride”. Danzig es una de mis influencias más grandes, así que, mientras filmábamos “Un Dios Salvaje”, pensé en escribirle a Diane para que participara. Al principio, consideramos a otras actrices de Venezuela, pero fue complicado concretar con ellas. Así que decidí escribirle a Diane, quien me respondió que contara con ella y que le explicara detalladamente de qué se trataba el video y quiénes eran los miembros del equipo. Le comenté todo y aceptó de inmediato.
Sin embargo, el tiempo era un problema. Diane estaba terminando de filmar su película “Easter Bloody Easter,” que dirige y protagoniza, y luego entraría en la etapa de edición, lo que complicaba su disponibilidad. A pesar de esto, logramos filmar, pero hubo un inconveniente: los archivos de video que envió estaban dañados. En ese momento, pensé que no habría forma de que ella apareciera en el video.
Después de conversar nuevamente, Diane se ofreció a grabar de nuevo en un solo día antes de salir de viaje para presentar su película en festivales de horror, y afortunadamente, todo funcionó.
Diane ha mostrado una paciencia impresionante con nosotros. Siempre ha sido cariñosa y amorosa conmigo y con el proyecto. Es una mujer muy talentosa, con una vibra hermosa, y su presencia es un pilar fundamental en la creación del video. La adoro y la banda está muy orgullosa de ella.
CM: El video tiene un enfoque visual impactante. ¿Qué elementos simbólicos o mensajes subliminales han incluido y cómo se relacionan con la temática de la canción?
Jesús Santana: Lo impresionante de Luis Rodríguez es su obsesión por la fotografía que es espectacular. Esta es un área que prefiere no dejar en manos de otros, y es precisamente donde brilla todo lo que hace. El enfoque visual que se aprecia en su trabajo como cineasta y ahora director de videos, es importante resaltar que es la primera vez que dirige un video de una banda de Rock, esto es una clara manifestación de su talento y ojo artístico. Ver a Luis trabajar es como presenciar el nacimiento del cine; queda claro que, para él, hacer cine no es solo filmar, sino una pasión absoluta.
Luis logra extraer lo mejor de los actores con una facilidad impactante. En el video también hay muchos elementos ocultos; lo subliminal deja de serlo si se menciona explícitamente, así que eso queda como tarea para quienes vean el video y presten atención a la letra. Ayer escuché a la gente de Metal Index hablar sobre la letra, describiéndola como una oración acompañada por sonidos de metal extremo clásico. Esa combinación, junto con las imágenes, es lo que realmente hace que el video resalte, especialmente cuando Luis Rodríguez toma todos esos ingredientes y los convierte en una alquimia visual y sonora, con un actor que se entregó por completo y una actriz que entendió el dolor por el que pasa el personaje principal.
Los elementos simbólicos están presentes en los lugares que le pedí que incluyera, así como los aspectos subliminales. La temática de la canción, cuando fue compuesta, y la posterior adición de la letra, muestran un tema oscuro. A medida que el video ha sido compartido, he llegado a comprender que la música, junto con la letra y las imágenes, representa un funeral y que conste desde siempre la historia era eso un funeral, lo cual puede resultar incómodo para algunos.
Creo que en “Un Dios Salvaje” tomamos el monomito de Joseph Campbell y lo invertimos, resultó interesante lograr algo así. No somos los primeros en hacerlo, hay buenos ejemplos de ello en series y películas.
CM: ¿Cómo han recibido las críticas tanto nacionales como internacionales el single y el video? ¿Alguna reacción o comentario en particular que les haya sorprendido?
Jesús Santana: Eighth Sin no tiene palabras para agradecer el recibimiento de “Un Dios Salvaje”. Ha sido impresionante lo que sucedió. Cuando me senté con Luis para ver el primer corte, no pensé en el alcance que tendría, hasta tuve dudas. Sin embargo, al verlo junto al resto de la banda y amigos cercanos que son muy exigentes, ellos sí vieron lo que yo no percibía en un primer momento. Sabían que el trabajo de Luis Rodríguez era exactamente lo que buscábamos.
Una vez el video estuvo listo, contactamos a críticos de cine venezolano como Luis Bond, Sergio Monsalve y Humberto Sánchez Amaya, con quienes tengo una amistad. Sin embargo, como críticos de cine, son, como dicen, una “guillotina”: no dejan títere con cabeza y si algo les parece malo, lo dirán sin prurito alguno. Todos lo vieron y quedaron impactados, lo que me dio mucha seguridad. Posteriormente, se lo pasé al dramaturgo venezolano Johnny Gavlovski E., quien también es psicoanalista, así que podría ofrecer una perspectiva diferente. Me respondió de inmediato, expresando lo impactado que estaba por lo que había visto.
Luego, lo vio José Ángel Barrueco, un escritor, crítico de cine y poeta español a quien respeto mucho. Ha escrito varios poemarios y libros que recomiendo leer, en especial “Monólogo de un canalla”, “Asco” y su poemario “Los viajeros de la noche”. Su respuesta también fue maravillosa. Finalmente, conversando sobre la banda con Vincent Crowley, quien ha sido una influencia personal para mí desde que tengo 16 años, vio el video. Para la banda, la música de Acheron y Vincent Crowley son un tótem. Quedó fascinado con “Un Dios Salvaje”, lo que nos llena de orgullo. Cada una de estas respuestas ha sido un honor que no esperábamos.
Luego, llegó la prueba final: El público metalero, que es exigente al máximo. Ha sido algo maravilloso y lo recibimos con los brazos abiertos. Es hermoso porque ha sido un trabajo largo, más de un año haciendo lo que podíamos con los recursos que teníamos, y que el público metalero lo reciba así es gratificante, ya que al final, lo que hacemos es para ellos. Ahí radica el éxito del video: En quien lo ve, lo valora y lo toma como suyo.
Es un tema en español, y estoy seguro de que esto también ayuda a que quienes lo escuchan y lo ven, acompañados de la imagen, puedan llegar mejor al mensaje. Eighth Sin tiene temas en inglés y en español, pero al ver esta maravillosa reacción del público, demuestra que hay una sed de recibir la música en su idioma, para que el mensaje llegue de manera contundente.
Todo lo que hacemos es para la gente, con nuestras influencias y nuestra huella. Esto ha sido una gran sorpresa y nos ha llenado de ganas para seguir adelante.
A todos, de verdad, mil gracias. Eighth Sin son ustedes.
CM: ¿Cómo creen que «Un Dios Salvaje» influirá en la escena del Black/Death Metal en Venezuela y a nivel internacional?
Jesús Santana: Ciertamente, no sabemos cómo pueda hacerlo. Aunque todos los que han hablado de Eighth Sin coinciden en que fue una banda clásica que duró muy poco, es cierto que efectivamente duró poco. También creo que la formación original estaba compuesta por Bernardo Konig, Alejandro Ayala y Ezequiel Borges. Luego se unió Kenny Godoy, y juntos creamos algo que todavía recuerdan con mucha emoción.
Cuando Eighth Sin renació, había temor sobre lo que podríamos ofrecer, pero “Un Dios Salvaje” demuestra que venimos con una marcada evolución. Al mirar en retrospectiva, creo que el Eighth Sin que nació en 1998 sí logró influenciar a muchos, y ojalá que el Eighth Sin actual también lo logre. Sin embargo, la banda no trabaja con el objetivo de influenciar a nadie; nos interesa respetar a quienes nos escuchan y ofrecer un material lo más profesional posible.
CM: Este single formará parte de su primera producción discográfica. ¿Qué nos pueden adelantar sobre este álbum? ¿Qué otros temas o conceptos explorarán?
Jesús Santana: Estamos en el proceso de grabación y creando a medida que avanzamos. En Venezuela, todos tenemos claro que grabar es costoso, no caro; la diferencia entre ambos términos es importante. Tampoco nos interesa correr, pero sí continuar avanzando. Muchos pedían que el video saliera de inmediato, pero trabajar las cosas bien lleva tiempo. Además, las canciones tardan en nacer; a veces, es más lo que se descarta que lo que finalmente se queda en una canción. Como mencioné anteriormente, una canción debe encajar a la perfección con la letra, y esto no es tan sencillo como inflar globos.
En cuanto a los temas y conceptos que exploraremos, las letras y la música son fundamentales en nuestras canciones. Puedo adelantar algunas de las temáticas que presentaremos en su momento. Por ejemplo, “Polillas del Obscurantismo” aborda el silencio de Pío XII y su complicidad ante las atrocidades que ocurrían en el mundo durante la Segunda Guerra Mundial. En “Todos los Nombres de Dios”, se presenta una crítica directa a las religiones, centrándome en la más dañina de nuestro tiempo; no me refiero a la mafia vaticana, porque esa es un perro muerto, sino a otra que, al solo mencionarla, el algoritmo puede pasar factura.
También está “El Exegeta del Caos Interno”, que explora el significado de leer el caos espiritual que nos condena como humanos. “Asar un-Nefer” es una canción ritualista inspirada en uno de los trabajos de Aleister Crowley. Finalmente, “Tabula Rasa”, que es un tema polémico; el día que lo escuchen en redes, seguramente el algoritmo se activará como loco. Se inspira en el pensamiento del filósofo del horror Eugene Thacker, pero desde mi propia perspectiva sobre lo que realmente necesita este mundo: no más optimismo ni progreso; eso es absurdo, solo el horror, entendernos como lo que somos y muchos quieren ocultar, un necesario regreso al pensamiento de Henry David Thoreau o del Dr. Theodore Kaczynski que vio y predijo el mundo de hoy. Hay un tema que significa el cierre con el pasado que se llama “Where The Dreams Come From II”, siempre he sido fanático de la historia que hizo Metallica con la trilogía de “Unforgiven”, en 1998 escribí un tema que no quedó resuelto, así que me gusta la idea de retomarlo y cerrar esa historia, el día que lo toquemos en vivo es como cerrar el ataúd con el pasado de Eighth Sin de una vez por todas, es un tema que se conecta musicalmente con la canción original.
Será un CD intenso, una grabación compleja en la que confía por completo cada miembro de Eighth Sin.
CM: ¿Tienen planes de colaborar nuevamente con Luis Rodríguez o con otros artistas y cineastas en futuros proyectos?
Jesús Santana: Siempre que Luis nos diga que quiere hacer algo, diremos que sí. Con él hemos realizado el corto “Ascenso”, el documental de Armando Rojas Guardia titulado “Intemperie: La experiencia de Armando Rojas Guardia” junto a la banda Quebrantos, y en este momento estamos disfrutando del logro de “Un Dios Salvaje”. Trabajar con Luis es un aprendizaje constante, y no podemos decirle que no; se molesta si le decimos que no, y eso es peligroso para todos nosotros.
Con la banda, sucede algo similar: Cada vez que digo “se me ocurre…”, todos tiemblan, ya que saben que vengo con alguna propuesta nueva. Estoy siempre en conversaciones con todos a mi alrededor para lograr el objetivo de crear cosas maravillosas para que la gente las disfrute. Además, cuando uno presenta a algún invitado una propuesta, si se hace con algo tangible y de la mayor calidad posible, es raro que no se interesen. No se trata solo de “¿Quieres colaborar conmigo y ya?”; así no funcionan las cosas, especialmente con personas profesionales que tienen criterio. Si se trata de gente fuera de Venezuela, es aún más complicado, ya que a nadie le gusta perder el tiempo. Por eso, trabajar con Diane fue una oportunidad para aprender cosas nuevas.
Así que esperen cosas nuevas e invitados con Eighth Sin y Quebrantos.
CM: Han logrado una fuerte conexión entre su música y el arte visual. ¿Ven el cine como un componente integral de su propuesta artística a largo plazo?
Jesús Santana: Totalmente, la conexión debe ser absoluta. Lars Von Trier, un director de mis favoritos que utilizo mucho para inspirarme en la escritura y trabajar con Eighth Sin, dijo una vez: “El cine es un medio que permite explorar todas las dimensiones del ser humano”. Si a esto le sumamos el metal extremo, la unión será total.
Es fundamental que, aunque no se trate de un nivel cinematográfico profesional, la imagen visual de un tema logre reflejar la importancia de la historia, especialmente cuando se busca transmitir un mensaje contundente. Además, hay un aspecto crucial: el presupuesto disponible para invertir en una producción audiovisual. En una situación como la que vivimos, cada dólar vale oro y hay que sacarle el máximo. Nosotros trabajamos sin patrocinantes, casi que trabajamos sin que la gente se enterara de lo que hacíamos.
Luis y yo siempre estamos conversando sobre cine, y es impresionante la cantidad de datos que guarda en su cabeza. Siempre nos recomienda películas que pueden inspirarnos en nuestro proceso creativo.
Con «Un Dios Salvaje», trabajamos de manera libre; partimos de una idea y la desarrollamos utilizando el talento de los actores. Sin embargo, lo que viene con Quebrantos es un experimento en el ámbito de los videos en Venezuela, y te puedo adelantar eso ya, viene un trabajo interesante también con esa banda.
CM: Mirando atrás, desde su formación en 1998 hasta ahora, ¿Cuáles consideran los mayores desafíos y logros de Eighth Sin?
Jesús Santana: Bueno, si se ve en retrospectiva, creo que el mayor desafío de la banda fue reaparecer con una nueva formación y que todos tuvieran claro que ocupaban el lugar de otros músicos, como Bernardo, Alejandro, Ezequiel o Kenny, que son músicos importantes. Todos decidieron dar el paso, confiar en mí, y te aseguro que trabajar conmigo no es sencillo; puedo ser realmente exigente en cuanto a lo que debe ser el resultado que escucharán aquellos que disfrutan de la propuesta de Eighth Sin.
Creo que hemos logrado una formación compacta que entiende el concepto principal de la banda. Rubén, Alexis y Oswaldo se sientan con toda la paciencia posible y entregan absolutamente todo en cada taller y ensayo. Eso es imposible de agradecer; solo es posible cuando ven que hay un proyecto real y con pasión por el mensaje.
El mayor desafío es seguir adelante en un país en crisis; todo es costoso y, muchas veces, caro. A veces se desperdicia el dinero, y otras veces se invierte bien. Lograr un material de calidad para que llegue a las manos correctas y sea valorado con un criterio alto es fundamental.
CM: ¿Cómo perciben la conexión actual con sus seguidores, especialmente después del lanzamiento de «Un Dios Salvaje»?
Jesús Santana: Ha sido increíble cómo este regreso ha sorprendido a muchos. Realmente hemos trabajado en base a nosotros mismos y con una entrega absoluta. Pensamos que a la gente le gustaría nuestro trabajo, pero honestamente, no esperábamos este nivel de respuesta. Creo que todos han sentido la sinceridad con la que hemos trabajado. El ojo de Luis Rodríguez ha sido clave para entregar un material tan profesional y para plasmar en imagen un mensaje tan oscuro, psicológico, filosófico y teológico.
Eighth Sin es una banda creada para quienes aman el metal extremo. Los hemos respetado profundamente y creemos que el mensaje debe ser directo, sin menospreciar a quienes nos escuchan. Debemos ofrecer un material de altura, o al menos de un nivel que merezca respeto; por eso, las letras son tan importantes para todos nosotros. Si se les ofrece contenido de baja calidad, lo notarán. Es esencial ofrecer lo mejor posible a quienes se toman el tiempo de escuchar y ver.
Para Eighth Sin, cada persona que ve el video, solicita el tema en MP3 o compra una entrada, es oro. No hay persona que no admiremos y que, al mismo tiempo, aprecie nuestro mensaje. En el metal extremo actual, parece que somos menos cada día, y debemos recuperar el alma de quienes pagan una entrada para ver una banda venezolana.
Quiero cerrar con esto: Las bandas no deben apresurarse a mostrar su material. Muchos nos decían que lanzáramos lo que teníamos listo, que de lo contrario, nadie nos prestaría atención. Eso es falso; los temas, la música, las letras y el arte en general necesitan nacer con calma. Nos tomamos el tiempo necesario porque queríamos mostrar algo de la mejor calidad posible, y creo que, por la respuesta que ha tenido nuestra canción y el video, lo hemos logrado.
Debo agradecer a Cresta Metalica y a ti, Alejandro, por tomarnos en cuenta y estar pendientes de nosotros en las redes y en el trabajo que hacemos con Eighth Sin y Quebrantos. Uno se siente pleno al ver que el trabajo es bien recibido, especialmente cuando se invierte tanta pasión en algo. Gracias, Alejandro.
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Pueden disfrutar del video «Un Dios Salvaje» aquí:
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