The Stolen es una ambiciosa coproducción británica y neozelandesa, ambientada justamente en la Nueva Zelanda que buscaba desarrollarse en la segunda mitad del Siglo XIX. Muestra la historia de Charlotte Lockton (Alice Eve), una inmigrante inglesa quien lleva una vida de ensueños con su esposo, David, pero todo cambia dramáticamente cuando él es asesinado en su granja y su hijo es secuestrado. Un mes después de pagar un rescate que no funcionó y frustrada por la apatía de las autoridades decide ir por su cuenta en busca de su bebe, adentrándose en las tierras salvajes de una Nueva Zelanda indómita.
Alice Eve no la tuvo fácil en darle forma a un personaje como el de Charlotte, quien durante su búsqueda se vio obligada a cambiar drásticamente su forma de ver la vida y sus creencias. Concentrada en lograr su objetivo tuvo que olvidar sus prejuicios para unirse a un convoy de ex convictos, prostitutas, gangsters y un guerrero maorí nativo que la llevaría a la peligrosa comunidad minera de Gold Town, donde conoce al inescrupuloso Joshua McCullen (Jack Davenport), el dueño de la ciudad y quien la pondrá a prueba.
El guión de Emily Corcoran mantiene el interés del espectador durante toda la travesía de la desesperada madre, aunque también hay que darle crédito al director Niall Johnson quien se apoyó en los hermosos paisajes, en un diseño de vestuario bien logrado, así como en una minuciosa labor de dirección artística que buscó recrear con fidelidad la Nueva Zelanda caótica y contrastante. Sin embargo el drama a veces se diluye y el filme a ratos se torna lento.
Por: Roberto C. Palmitesta R.
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