The Exception es una película británica que cuenta la historia de un capitán del ejército Nazi (Jai Courtney) quien es enviado a Holanda para encargarse de la seguridad del Káiser Wilhelm II (Christopher Plummer) y determinar si el Servicio Secreto Británico se ha infiltrado en su casa, durante el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Lo que parece una misión sencilla se complica cuando el arrogante oficial comienza un peligroso romance con una joven judía holandesa (Lily James) que esconde muchos secretos.
El filme es dirigido por David Leveaux con guión de Simon Burke basado en la novela de Alan Judd, combinando la ficción con elementos históricos. Es un “thriller – romántico” de la Segunda Guerra Mundial, muy bien montado, con escenas románticas naturales y encuentros sexuales apasionados, que describen el sentimiento que crece entre los protagonistas. Sin embargo, al final termina siendo una historia color rosa que no cuadra dentro de la crueldad vivida en la guerra, menos involucrando a los nazis y a la Gestapo.
Le tuve fe a Lili James cuando la vi actuar en la nueva versión de “Cenicienta”, desde ese entonces la joven británica con porte de princesa probó ser más que una cara bonita. Ella pudo refugiarse en producciones comerciales o en el cine de Disney, pero inteligentemente quiso alternarse con su faceta más dramática, prueba de ello es la actuación que demuestra en “The Exception”. Con el australiano Jay Courtney pasó lo contrario, porque no logró desligar su imagen de los filmes taquilleros y las sagas que ha protagonizado (Duro de Matar, Terminator, Divergente, DC Comics, etc.) para darle credibilidad a un oficial que se debate entre el amor y la lealtad a su uniforme.
Quien luce como un gigante es el primer actor Christopher Plummer y no podía esperarse menos de un histrión con tanta experiencia, esta vez recreando magníficamente a una figura histórica y controversial como el Káiser Wilhelm II. Eddie Marsan (serie de HBO Ray Donovan) llevó a cabo aceptablemente su deber de darle vida a un personaje tan siniestro como Heinrich Himmler.
Por: Roberto C. Palmitesta R.
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