21 de agosto de 2019: The Cult en La Rivera
La gira de The Cult celebrando el 30 aniversario del disco Sonic Temple llegó a Madrid, España, a la mítica sala de conciertos La Rivera gracias a la productora Last Tour (www.lasttour.net). Sus líderes Billy Duffy y Ian Astbury, llegaron para dar una cátedra de rock acompañados de músicos de nivel mundial como John Tempesta en la batería, quien lleva en ese puesto 13 años consecutivos, Damon Fox (Bigelf) en los teclados y Grant Fitzpratrick en el bajo.
Con un sold out, The Cult abre la noche con Sun King para después darle paso a temazos como New York City, Automatic Blues, American Horse, Soul Asylum. A partir de Sweet Soul Sister y después con Edie (Ciao Baby) la gente empezó a emocionarse más y los The Cult podían apreciar el nivel de emoción que los asistentes tenían. Seguidamente el riff introductorio de Fire Woman puso a saltar a toda la sala y marcaría la última de las 8 canciones seguidas que tocaron del Sonic Temple. Rise y American Gothic del Beyond Good And Evil sonaron y fueron muy bien recibidas. Ian Astbury recordó a los asistentes que ellos venían de una banda llamada The Southern Death Cult para luego tocar Spiritwalker del disco Dreamtime, canción que puso a bailar a una sala llena a más no poder y con She Sells Sanctuary del disco Love ya la fiesta era imparable.
Después un pequeño descanso, los Cult volvieron a la tarima a dar un encore de 3 temas, Wild Flower, Rain y para acabar la noche el temazo Love Removal Machine. Ian Astbury y Billy Duffy estaban muy emocionados cuando dejaron la tarima, agradeciendo al público y prometiendo que volverían de nuevo.
Un conciertazo sin duda alguna. El juego de luces estuvo a la altura y el ingeniero de sonido hizo que en cualquier parte del recinto el concierto sonase perfecto. La voz de Astbury siempre estuvo a la altura de las producciones discográficas y el sonido de la guitarra de Duffy era un camión demoledor sin frenos. La sección rítmica de Tempesta y Fitzpatric era cemento puro, sólido y escuchar a Damon Fox en los teclados simplemente fue genial y un regalo para los fanáticos de la onda progresiva. Felicitaciones a Last Tour por este éxito.