Los vientos de invierno repentinamente cesaron ante su aparición… una presencia sutil, pero fuerte, gracias al poder de su música. Su sonido detuvo el murmullo del viento y su gentil rostro se combinó con el paisaje invernal.
Abrazaba su violín y lo apretaba contra su corazón mientras observaba a los protagonistas del bosque danzar a su alrededor, entonces tomó su instrumento y comenzó a tocar una melodía desencadenada que le dio más brillo y color a aquel momento inolvidable.
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