Hablar de María José Castejón es referirse a una estrella naciente que está dando de qué hablar y seguramente en un futuro no muy lejano dará mucho más de qué hablar, seguramente de manera positiva. ¿Por qué? Ella es maraquera, si, las maracas, que al igual que la batería y otros instrumentos de percusión, no le pertenecen en exclusiva a los hombres. Ella está comenzando a romper las barreras del machismo, pero sobre todo y más importante aún, ha venido incorporando su instrumento a otros géneros musicales, dándole mayor aceptación cultural y probando que las maracas son más que un mero elemento de acompañamiento rítmico.
Su trabajo dentro de la agrupación AH Sinfónico, así como con Song 3, representan un abreboca a la versatilidad que pueden desarrollar las maracas. Nació en Ciudad Bolívar y a temprana edad se mudó a Puerto La Cruz, pero se mantiene unida y cercana a la ciudad de Zaraza, estado Guárico, de donde son sus padres, conformando así la hermosa combinación cultural-regional en la que ha crecido y que sin duda ha influido en su carrera artística.
Su formación académica se desarrolló como percusionista en los núcleos del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela del estado Anzoátegui, aunque el primer instrumento que tocó cuando era niña fue el cuatro. Su forma de moverse al tocar las maracas se roba las miradas, tanto por su estilo original, como por su atractivo ya que es una mujer muy hermosa. Además como ella misma dice es “eléctrica”, porque además de la música es ingeniero graduado de la Universidad Simón Bolívar, le gusta practicar deportes como el futbol, el buceo, el kayak y el excursionismo. Ella es como una llamarada que no se apaga y que se mantiene viva siempre, así venga la lluvia o caiga la nieve, es una llama fulgurante e inquieta.
María José Castejón le cuenta a Cresta Metalica con detalles cómo se dieron sus orígenes en la música y cómo ha sido su evolución musical. También ilustra de una manera muy interesante qué debe hacerse para lograr que las maracas tengan mayor aceptación y permeen en distintos estratos culturales. Igualmente enseña cómo pueden formar parte de otros géneros musicales tan distantes como la electrónica y hasta ofrece algunas lecciones sobre los principales elementos que inciden el sonido del instrumento. Con mucha propiedad, habla sobre el valioso aporte de otros grandes maraqueros y hasta adelanta cuáles son sus planes futuros.
CM: ¿Cómo se dieron tus inicios en el mundo de la música?
María José Castejón: Yo comencé tocando el cuatro en la orquesta típica de Lechería, estuve con el cuatro hasta que en un ensayo comenzaba a darle golpes (risas) como si fuera un instrumento de percusión, siempre fui super eléctrica, entonces a los percusionistas que iban a ensayar yo les pedía que me enseñaran, primero con la tambora de las gaitas, luego con las maracas, después el redoblante, platillos, bombo, etc., entonces finalmente me cambié para la orquesta sinfónica como percusionista. Primero formé parte de la Sinfónica Juvenil de Puerto La Cruz y luego a con la Sinfónica Juvenil de Anzoátegui.
CM: ¿Cómo fueron tus comienzos con las orquestas sinfónicas dentro de El Sistema?
María José Castejón: Entre tantas actividades agarré un ritmo super fuerte, salía del colegio, almorzaba y me iba a ensayar desde las 2:30 y duraba hasta las 09:00 pm, primero ensayando con la infantil, luego la juvenil y después con la sinfónica. Empecé con la percusión como tal y comencé a ver clases con profesores del Conservatorio de Música Simón Bolívar que iban a dar clases a los núcleos.
CM: El Conservatorio de Música Simón Bolívar fue el primero en el mundo en establecer una cátedra de maracas; comenzó con Juan Ernesto Laya y después con Manuel Rangel.
María José Castejón: Sí, es así y eso fue un paso muy importante en el reconocimiento de todas las virtudes del instrumento.
CM: ¿Cómo fue transcurriendo tu vida de estudiante en paralelo con tus estudios musicales?
María José Castejón: Como te comenté estaba viendo clases con los profesores del conservatorio y metida en varios ensayos, pero el nivel de exigencia era tan fuerte que comenzó a afectar mi rendimiento, porque en ese entonces estaba terminando la tesis de quinto año, por lo que tuve que dejar la música por un tiempo, para dedicarme a mis estudios y graduarme de bachiller, además tenía que estudiar para la prueba interna de la USB.
Actualmente Soy graduada en ingeniería geofísica en la Universidad Simón Bolívar y lo disfruté porque la vida del campus universitario es hermosísima. Allí además participé en diversas actividades, como el futbol, colaboré con diversas agrupaciones musicales tocando maracas y un día me las llevé al ensayo de las gaitas y conocí a un grupo de músicos con los que formamos una agrupación de piano, bajo cuatro y maracas, así comenzó mi vida con las maracas ya como proyecto, que me permitía seguir mi carrera de ingeniería y de hacer música al mismo tiempo.
CM: Ahora entrando en materia maraquera ¿Qué sucede con las maracas que nos son vistas como un instrumento solista?
María José Castejón:La música llanera es el género donde se desarrolla por tradición el instrumento, pero allí cumple más que nada una función de acompañamiento y se vende de esa manera, hasta que alguien hace algo diferente, con otro tipo de música. Además es vista netamente como instrumento que pertenece a nuestro folclore pero que no es capaz de adaptarse a otros géneros musicales.
CM: Con el cuatro sucedía algo similar pero desde hace mucho tiempo vino gestándose un cambio, con Cheo Hurtado y luego su Siembra del Cuatro que dio tantos jóvenes exponentes que trajeron nuevas propuestas estilísticas y estéticas; también hay que mencionar al C4 Trío, al Pollo Brito, Guasaka 4 y pare de contar.
María José Castejón: Sí, es así, con el cuatro pasó, todos esos artistas que mencionas siempre le dieron otro toque contemporáneo, pero eso se da cuando sales del genero venezolano y buscas abrirte campo con otras tendencias, pero eso no es fácil, tiene su complejidad hacer eso, salir de allí. Con las maracas aún queda mucho por hacer para tener el mismo nivel de aceptación y de promoción que ha tenido el Cuatro, pero para allá vamos.
CM: ¿Cuándo diste el paso de llevar las maracas a la corriente de otros géneros musicales?
María José Castejón:Cuando amas el instrumento no quieres parar de tocarlo en ningún momento, me gusta tanto que cuando estaba en una fiesta con mis amigos yo me ponía a montar las maracas en cualquier género que pusieran. Además a mí no me gusta encasillarme y quedarme en un mismo lugar pese a que amo la música llanera. Lo de buscar otros estilos era algo natural en mí, además que con las actividades musicales de la universidad se me venían dando las oportunidades de inventar y jugar con el instrumento.
CM: ¿Cómo llegaste a formar parte del proyecto AH Sinfónico?
María José Castejón: Un día estaba tocando con mi otra agrupación, Song 3, formada por violín, cuatro y maracas, y ese día Aníbal Hamilton estaba en el evento y se me acercó, me habló de su proyecto y me dijo que quería que lo escuchara y que quería hablar conmigo al respecto. Cuando fui a su estudio él me muestra lo que estaba haciendo y me puso un tema que venía produciendo, a mí me gustó y después me dijo “¿puedes montar maracas sobre esa canción?”… Le dije que si y allí comenzó todo, me puse a tocar disfrutando la canción, hasta con los ojos cerrados, luego los abrí y Aníbal estaba disfrutando. Al final me preguntó si quería unirme a AH Sinfónico y claro que acepté. Aníbal es super eléctrico como yo, tenemos personalidades parecidas, somos como hermanos.
CM: Unirte a AH Sinfónico ¿representó un paso diferente en tu carrera musical?
María José Castejón: Es un paso diferente porque yo venía trabajando con mi proyecto Song 3, que lo amo y en el que todavía sigo, porque me permite mantenerme en las raíces de la música venezolana y jugar con el instrumento en otros géneros, pero manteniendo el sonido venezolano. En cambio AH Sinfónico representaba hacer una fusión de música electrónica con música sinfónica, algo realmente innovador y fascinante. Estoy muy agradecida porque formar parte de este proyecto me ha dado una proyección muy valiosa.
CM: Una de las cosas que veo con mayor agrado de AH Sinfónico es que son muy unidos.
María José Castejón: Sí es cierto, somos grandes amigos, AH Sinfónico es mi familia y esa es otra cosa bonita de ese proyecto, nos hemos convertido en una familia, nos las pasamos arriba y abajo juntos, y afortunadamente ahora vienen otros proyectos que se perfilan muy bien, y es algo que me tiene entusiasmada.
CM: ¿Dónde nació tu amor por la música tradicional venezolana?
María José Castejón: Mi familia es de Zaraza, estado Guárico, pero yo nací en Ciudad Bolívar, viví allí hasta los 5 años y luego nos mudamos a Puerto La Cruz y es cuando entré al mundo de las orquestas sinfónicas. Sin embargo todas las vacaciones o fines de semana largos nos íbamos a Zaraza, entonces ese vínculo siempre estuvo allí y con la tradición musical del estado Guárico. Zaraza es lo máximo, es muy bonito y lo extraño mucho, como te digo, cada vez que puedo voy para allá.
CM: ¿Qué más nos puedes decir sobre tu formación musical?
María José Castejón: Actualmente estoy escuchando mucha música, de distintos géneros, agarrando influencias, estoy estudiando más el instrumento y también estoy estudiando piano con el profesor Alfredo Thomas, lo que me ayuda a retomar la teoría musical, y eso me ha ayudado bastante.
CM: ¿En qué medida han influido tus estudios universitarios en tu carrera musical? Conozco varios casos de ingenieros que se dedican con éxito a la música.
María José Castejón: La habilidad que desarrollas con el régimen estricto de evaluaciones de una universidad como la Simón Bolívar te hace crecer en la forma de hacer las cosas, te da mucha disciplina y también te enseña cómo trabajar bajo presión y a dominar el estrés, entonces cualquier reto que venga de aquí en adelante yo tengo las herramientas para llevarlo a cabo.
CM: ¿Tienes planes para desarrollar tu proyecto solista como maraquera?
María José Castejón:Si claro, quisiera tener mi proyecto propio, por eso estoy estudiando piano, estudiando con el instrumento e indagando en otros géneros, sobre todo nuevas tendencias. Además me nutre mucho tocar tanto con Song 3 como con AH Sinfónico, porque además del estilo de cada proyecto como tal, te da la oportunidad de compartir con diferentes músicos al mismo tiempo lo que te brinda otros conocimientos. Mientras más te rodees de músicos más vas a aprender.
Ahora estoy en proceso de conceptualizarme, estoy definiendo qué es lo que quiero y entonces estoy en esa etapa y la estoy disfrutando, puedo agarrar para cualquier lado. Ahora solo interpreto, por eso estoy estudiando piano porque quiero componer pronto. Tengo varias ideas con las maracas pero debo dibujarlas en el papel, hay muchas cosas que se pueden hacer con ese instrumento que no se han intentado todavía.
CM: ¿Has escuchado la obra “Pataruco” de Ricardo Lorenz? Es un concierto escrito para maracas y orquesta.
María José Castejón: Si, el Pataruco es increíble, yo lo vi en vivo la primera vez que se tocó aquí en Venezuela, me quedé con la boca abierta, es un conciertazo, además que Manuel Rangel es un maraquero increíble. Sin duda es una obra que explora de manera increíble los sonidos del instrumento.
CM: ¿Qué opinas del trabajo de Juan Ernesto Laya y de Manuel Rangel?
María José Castejón:¡Imagínate! Manuel Rangel en verdad ha trabajado mucho en hacer el instrumento más contemporáneo, más cercano a la gente, Juan Ernesto Laya inició esta tendencia hace tiempo y con paso firme, y creo que Manuel la está materializando. Creo que Juan Ernesto Laya es el tope en Venezuela y el mundo, no sé cómo explicar lo increíble que es como maraquero, cuando vaya a EEUU quisiera ver clases con él. En cuanto al aporte del instrumento ambos han hecho muchísimo.
CM: Y pensar que el primer paso discográfico de Manuel creo que fue como guitarrista.
María José Castejón:Sí, yo conozco ese disco, Manuel me lo regaló, es muy bonito. Yo vi clases con Manuel, me parece un músico increíble, él logra exponerte el instrumento como si fuera una clase de física, y me sorprendí como las maracas son física casi por completo, y lo entendí mejor gracias a mi experiencia con la ingeniería.
CM: ¡Ya va! ¿Cómo es eso de la aplicación de la física? Suena interesante (risas).
María José Castejón: El sonido de las maracas se produce con el movimiento que se produce con el sonido de las semillas que caen en forma vertical, aunque hay movimientos diagonales y horizontales, pero a fin de cuentas el sonido se produce con la caída por gravedad de las semillas. Si las subes vas en contra de la gravedad, entonces necesitas más fuerza para hacer un enganche para que las semillas caigan de una manera; para bajarlas, la idea es aplicar más fuerza… a fin de cuenta todo es gravedad. La forma en que él me lo explicó me llevó a conceptualizar el instrumento de otra manera.
CM: Además de todo lo que hemos hablado, Laya y Rangel han dejado un aporte muy valioso y es el de llevar las maracas a la partitura, otros exponentes también lo han hecho, pero ellos dos le han dado el componente académico.
María José Castejón: Si claro, ese trabajo tiene un gran valor. Creo que la primera partitura que si hizo para maracas fue la de la Cantata Criolla, yo tuve la oportunidad de tocarla una vez con la Orquesta Sinfónica de Anzoátegui tocando las maracas y fue uno de mis conciertos favoritos. Leerla fue una maravilla, es super compleja pero hermosísima, la rítmica que exigía a las maracas era bastante precisa, y no era la típica rítmica que puedes tocar como si estuvieras acompañado a un arpa, en este caso tenías que leerla y tocarla de una manera super precisa. Además que hay una diferencia entre tocar las maracas representando a Florentino y representando al Diablo.
CM: Por lo visto disfrutaste mucho de tu etapa con las orquestas.
María José Castejón: Extraño a la orquesta, me hace falta. Lo bueno es que queremos hacer un proyecto con AH Sinfónico pero que sea con orquesta, es un showcase que queremos preparar, que no sean solo nuestros músicos, sino tener el respaldo de una orquesta completa y eso me tiene entusiasmada.
CM: ¿Has soñado con interpretar como solista un concierto para maracas y orquesta?
María José Castejón: Claro, totalmente, es uno de mis sueños y está en mis planes. Pero primero quiero encontrar mi sonido, tengo varios objetivos previos antes de dar ese paso como hacer mi proyecto solista. Pero sin duda es algo que está entre mis más grandes objetivos.
CM: Por lo visto tienes varias metas con AH Sinfónico, ¿hasta dónde quisieran llegar?
María José Castejón:Mi sueño con AH Sinfónico es llegar a tocar en el Tomorrowland, eso sería un sueño hecho realidad.
CM: Como maraquera ¿con cuáles otros géneros musicales te gustaría experimentar?
María José Castejón:Quiero meterme en el mundo del jazz, pero con las maracas, estuve tocando con Alfredo Naranjo, y el tema que hicimos era más salsa, con la onda jazz que lo caracteriza, y él me ha invitado a tocar en sus shows, pero lamentablemente no hemos podido coincidir. Ahora queremos hacer un tema juntos y queremos grabarlo.
CM: Es cierto que las maracas se desafinan y la gente no lo cree cuando lo escucha, pero es cierto. Explica un poco cómo sucede y qué pasa cuando pierden afinación.
María José Castejón: Eso es parte del desconocimiento que hay sobre el instrumento y el bajo perfil que tiene o lo subestimado que está. En realidad yo he aprendido mucho con mi lutier. Todas las semillas de las maracas varían en cada par y según el gusto del músico, por ejemplo yo tengo un par de maracas rellenas con semillas capacho con un poco de semillas de espuma de sapo y ambas maracas con la misma medida en cada tapara; pero por otro lado la forma y el grosor de cada tapara es otra cosa, y nada más moviéndola a o girándola cuando toco hace que el sonido sea diferente. Tampoco suena igual cuando comienzas a tocarlas que cuando llevas rato tocando, porque se calientan, son muchos detalles. Cuando se rompen o se agrietan, así tenga una pequeña grieta cambia el sonido y suena horrible.
CM: ¿Qué más nos puedes explicar al respecto? Son muy valiosos tus conocimientos.
María José Castejón: Yo tengo 5 pares de maracas y con el tema de las semillas mis favoritas llevan capacho con espuma de sapo. Mi lutier me explicó que la tapara es lo que cambia el sonido y lo cambia por completo, él me desarmó uno de mis pares maracas en mis ojos cuando las estaba arreglando, al principio me asusté y pensé que no iba a sonar igual, me dijo que no le gustaban mis taparas, y agarro mis semillas, las limpió y las puso en unas taparas de unas maracas que estaba fabricando, y en verdad que el sonido fue diferente y sonaba mucho mejor.
CM: ¿Cómo ha influido en tu carrera como maraquera y cómo has hecho para lidiar con el tema del machismo? Los maraqueros generalmente son hombres y en el caso de la música llanera te desenvuelves en un ambiente machista. ¿Cómo ven ellos a una maraquera?
María José Castejón: En ese ambiente la gente es super machista y siempre hay comentarios sexistas, pero eso se ignora, hay personas que piensan en forma muy básica y es normal, pero yo también he visto aceptación, en mi caso hasta ahora no he sentido rechazo, más bien me han llamado para tocar y estoy más bien agradecida. Sin embargo admito que no es fácil. Lo que debes hacer es creer en ti misma.
CM: ¿Qué crees que hace falta para el instrumento se popularice aún más y se rompan todos sus mitos?
María José Castejón: Creo que aquí entra el área comercial y promocional para trabajar el concepto de las personas, es como tratar de vender un producto, hay que pensar quién lo consume y dónde lo venden, y es una parte importante porque la gente compra una idea visualmente. Cuando algún día veas a varios maraqueros vestidos de manera diferente al traje típico llanero, y que el instrumento tenga otra apariencia, entonces va a dejar de ser visualmente un objeto de acompañamiento y que solo puede pertenecer al llano, porque el sonido y el sentir son los mismos, porque tú como venezolano lo vas a relacionar, pero visualmente va a ser completamente diferente para todo el mundo, y es más o menos lo que pasó con el cuatro. Todo esto lo digo en el mejor sentido de la palabra y como una persona que ama la música tradicional.
CM: Pero tu caso es un buen ejemplo, porque además que eres mujer y rompes el paradigma del machismo en el instrumento, eres una mujer muy hermosa, que además con AH Sinfónico has usado varios tipos de vestuario modernos y elegantes.
María José Castejón: Si, a mí me ha pasado, gracias por notarlo, cuando estoy tocando en eventos la gente me dice “no pareciera que tocaras maracas”… y ¿qué quiere decir esto? Que están categorizando el instrumento, porque lo ven con el típico machismo y el típico instrumento de acompañamiento. Entonces estas empezando a romper el esquema visual y la gente le presta atención. Ves a una mujer en tacones, con vestido e interpretando varios estilos de música, y ya allí estas dando un paso importante.
CM: Es decir: TÚ has dado un paso importante, porque el crédito en este caso es tuyo y disculpa que te interrumpa.
María José Castejón: Pero el paso que se da no es del instrumento, es de las personas que lo están ejecutando, llevarlo y mostrarlo de una manera diferente, poniéndolo en un contexto diferente y gracias, me gustaría pensar que sí he ayudado, porque nada más en el medio de AH Sinfónico con la música electrónica fusionada con influencias sinfónicas, la gente se sorprende y le gusta mucho. Ojo, debo aclarar que yo amo por completo nuestra imagen folclórica tradicional. Pero si quieres hacer que el instrumento tenga mayor aceptación y hasta adentrarlo dentro de la corriente del world music para que llegue a más gente en todo el mundo, debes salir del arraigo autóctono del instrumento para ponerte en el contexto al cual lo quieres llevar.
CM: eso no solo le pasa al cuatro o a las maracas, eso de llevar el instrumento a otro contexto de manera visual también le pasa por ejemplo a los instrumentos del mundo sinfónico, como en el caso del violín o del violoncelo, dejando a un lado la pose rígida y el traje de gala, como han hecho artistas internacionales como David Garrett o Apocalyptica y en el caso de Venezuela tenemos a Eddy Marcano que ha llevado su violín a los predios del jazz, del tango, del pop y hasta del rock.
María José Castejón: Claro, es muy válido lo que acabas de decir, con AH Sinfónico también pasa que llevamos instrumentos de cuerda de la orquesta a la música electrónica, con todo y lo que eso conlleva. Una de las cosas que me gusta de AH Sinfónico es la evolución que cada músico ha mostrado en los patrones de conducta del estilo o del medio del que vienen. El cuarteto de cuerdas inicialmente, cuando el proyecto comenzaba tenían una postura física muy de orquesta, siempre al frente de la partitura y es lógico, pero ahora ves nuestras presentaciones y ves el cambio, aunque siempre llevan su arraigo sinfónico presente. En las pruebas de sonido interpretan siempre Vivaldi, Mozart, Tchaikovski, etc., pero van a tocar en un show de música electrónica y eso es bellísimo, lo académico lo tienen en la sangre, es maravilloso porque eso les da un profesionalismo y una disciplina de otro nivel. Se rompen esquemas y transmitimos muchas emociones.
CM: ¿Cómo organizas tu tiempo? Además de la música y de tu carrera universitaria como ingeniera también haces deportes como el fútbol o también deportes de aventura como el buceo, y el excursionismo.
María José Castejón: Para mí la parte deportiva es indispensable, una vez pasé un mes sin hacer ejercicio y me estaba volviendo loca. Me gusta hacer deportes, es emocionante y también estar en contacto con la naturaleza. Desde que estoy viviendo en Caracas me encanta recorrer El Ávila, es muy hermoso. También he hecho kayak, excursionismo y me encanta trotar, otra de mis actividades favoritas es el buceo, pero es otro mundo, donde necesitas un control mental importante, es otro mundo en el que aprendes a trabajar y a escuchar de manera diferente tu propia respiración.
CM: Muchos músicos afirman que el contacto con la naturaleza incide en su buen desempeño como músicos y que además sirve como fuente de inspiración.
María José Castejón: Totalmente, eso es totalmente cierto, como te comenté yo disfruto muchísimo el contacto con la naturaleza y eso de una u otra manera se ve reflejado no solo en mi carrera musical, también en mi vida en general.
Por: Roberto C. Palmitesta R.
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