Un compositor y director de orquestas, una chica Frankenstein, un físico nuclear y una tribu indígena son los grandes favoritos en la carrera por el Oscar (Alera de Spoiler)
Faltan pocos días para la entrega de los premios Oscar y crecen las expectativas, sobre todo porque a diferencia del año anterior, en esta entrega tendremos varias super producciones de altísimo nivel en competencia, reivindicando el oscuro 2023, donde un bodrio de cine de baja calidad como Todo en Todas Partes al Mismo Tiempo, fue la máxima ganadora, lo que asustó a los amantes del séptimo arte, quienes temen por una invasión de mediocridad en la gran pantalla, tal y como está ocurriendo con la industria musical. Sin embargo, no hay que confiarse, porque este año la cinta Barbie (una peli para pasar el rato) se muestra amenazante y pudiera sepultar tantas buenas producciones, imponiendo estereotipos, modas y agendas por encima de la meritocracia del buen cine.
Todo parece indicar que Oppenheimer será la gran ganadora, el filme basado en el arrepentido padre de la bomba atómica, Robert Oppenheimer, en el que Christopher Nolan se crece como director y muestra una narrativa alucinante, innovando en cómo debe ser contada una historia biográfica a través de la gran pantalla de forma poderosa, interesante y con elementos del triller político. Nolan es un maestro de las cámaras, quedó plasmado en este filme que ilustra con mucho suspendo la carrera por construir y lamentablemente usar un dispositivo de energía nuclear para ganar una guerra.
Otra cinta que destaca es Los asesinos de la luna (en inglés Killers of the Flower Moon), del maestro Martin Scorsese, protagonizada por dos de sus actores predilectos: Leonardo DiCaprio y Robert De Niro, junto a Lily Gladstone, quien pudiera convertirse en la primera mujer de origen indígena en ganar el Oscar a la Mejor Actriz (ya ganó el Globo de Oro) ¡y vaya que se lo merece!. La escenografía, vestuario y dirección artística de esta obra son maravillosos, situando al espectador en otra época para convivir con una cultura antagónica.
En esta película Scorsese se dedica a lo que mejor sabe hacer: Contar una historia familiar en conflicto, pero con escenarios gestados por él mismo, creando una fantasía real, basándose en la historia de de la tribu Osage, ubicada en el noreste de Oklahoma, donde en la década de 1920 el descubrimiento del petróleo llenó de riquezas a sus integrantes. Lo que parecía una bendición se convierte en maldición, cuando el hombre blanco busca la forma de quedarse con el oro negro y planea una serie de asesinatos misteriosos, matrimonios por conveniencia, negocios fraudulentos y falsas amistades en el seno de la comunidad indígena. El naciente FBI juega un papel importante en el desenlace de esta novela romántica, con sutiles aires de western.
Sin embargo, en la lucha por el galardón a la mejor actriz, Lily Gladstone no la tendrá fácil y como principal rival enfrenta a Emma Stone, quien encarna a una especie de Frankenstein muy atractiva o “Franken-girl”, en la cinta Poor Things (Pobres Criaturas); se trata de Bella Baxter, una hermosa joven quien después de haber sido resucitada por un científico tras su suicidio, se escapa con un abogado para vivir la vida de otra manera e intenta redescubrirse en esa segunda oportunidad que se le confirió gracias a la ciencia ficción.
Una especie de Dr. Frankenstein, encarnado por Willem Dafoe (debió estar nominado), rescata su cuerpo del río al que se lanzó y nota que estaba embarazada, para salvarla le quita el cerebro y lo sustituye por el de la hija neonata, quedando como resultado una recién nacida dentro del cuerpo de una mujer muy atractiva y con un gran apetito sexual, que luego termina en un prostíbulo. ¡Vaya que locura! ¿Interpretan el mensaje de la niña en cuerpo de mujer? Sin duda un filme muy controversial.
Pero Poor Things va más allá de la brillante actuación de su protagonista y de sus intenciones, bien pudiera ganar como mejor película. Esta obra dirigida por Yorgos Lanthimos se desarrolla entre Londres, Lisboa y Paris, todas estas urbes con ambientes retro-futurista y hasta con características victorianas especialmente en suelo londinense, aunque suene rebuscado; los escenarios donde interactúan los personajes miran hacia el futuro tecnológico, pero en una época pasada, sin especificar algún siglo en particular y hasta con muchos matices góticos, alternando el formato blanco y negro con el de color.
Poor Things es ciencia ficción, al mismo tiempo que es terror, romance, comedia y con mucha crudeza aborda el cine erótico. Esta cargada de mensajes sublimes y corresponde al espectador darle su interpretación. Por ejemplo ¿alimenta la promiscuidad sexual o más bien la critica y satiriza? ¿Recrimina y castiga el libertinaje o lo alimenta? Lo más terrible de esta película viene dado cuando un doctor conservador trata de proteger a Bella Baxter e intenta controlar su apetito sexual, hasta busca inculcarle valores sin éxito, y es un abogado, un libertino y sádico hombre de ley, caracterizado por Mark Ruffalo (El Dr. Bruce Banner de Hulk), quien le dice a la criatura que le dé rienda suelta a sus instintos y explore su sexualidad sin ningún tipo de límites. ¿Leen el mensaje? Es un filme peligroso y controvertido que daría mucha tela que cortar.
Hablemos ahora de Maestro, la cinta basada en la vida del gran Leonard Bernstein, que tristemente ha sido olvidada y dejada a un lado en todos los premios que preceden al Oscar. Sorprende ver el poco valor que se le ha dado a esta joya de la cinematografía que muestra varios aspectos de la vida de uno de los mejeros directores de orquesta, pianistas y compositores del siglo XX, creador además de la música para algunos de los filmes y producciones de Broadway más aclamados de la historia. Combina el formato blanco y negro, con el de color con un balance formidable para crear ambientes y contar la historia, así como para recrear los hechos con audacia y lujo de detalles.En Maestro, Bradley Cooper nos da una actuación sorprendente, cuesta entender cómo no ha ganado ningún premio. La estrella de la trilogía The Hangover tuvo que aprender todos los gestos y manías corporales de Bernstein, al mismo tiempo que lleva capas de maquillaje encima, más la forma de hablar casi exacta, sin contar con que tuvo que recibir lecciones de piano, aprender bailes y hasta a dirigir una orquesta, lo que ha sido aclamado por muchos directores activos. Parecen suficientes tareas, pero hay que sumar que debió buscar la forma de transmitir todas las emociones encontradas de un genio de la música que debate su carrera con la bisexualidad en una época más rigurosa y conservadora que la de ahora. ¿Suficiente? Al parecer la gente perdió el sentido del valor artístico o el criterio para elegir una gran actuación. Lo más insólito que aún cuesta entender es que Cooper no haya sido nominado a mejor director.
Cooper pasó 6 años preparándose para la escena donde dirige a la orquesta en la interpretación de la Segunda Sinfonía de Gustav Mahler en la Catedral de Ely. Solo esta parte del filme lo hace merecedor del Oscar. Vean la versión original en YouTube y luego comparen con el filme y sabrán de lo que hablo. Confundirán original con la versión de lo bien hecho que está. Claro que para apreciar esta escena debes saber de música sinfónica, saber quien fue Mahler, tener nociones del trabajo de un director de orquesta y lo difícil que es este rol, pero no todos los “críticos” y “académicos” del mundo pobre en cultura de la actualidad manejan estos conocimientos.
Sin embargo, algunos de los mejores momentos de actuación se manifiestan durante las escenas más íntimas que comparte con Carey Mulligan (también olvidada por la crítica), donde ambos debaten su amor. Bernsetin quiere ser el esposo y padre de familia modelo, pero al mismo tiempo se debate con su gusto por los hombres. ¿En qué momento la prensa especializada y los miembros de la academia perdieron el valor por contar la historia de una figura tan trascendental como Bernstein? Cuesta creerlo, porque tampoco hay errores de producción, vestuario, maquillaje, guion y mucho menos musicales, porque recuerden que todo pasó por las minuciosas manos de Steven Spielberg como productor.
¿Cómo hizo Bradley Cooper para dar vida a un personaje legendario como el de Leonard Bernstein al mismo tiempo que dirigía la película? Que triste que todo ese esfuerzo no sea valorado. Ojalá que el día de la ceremonia tengamos alguna sorpresa que premie merecidamente a Maestro. Pero si va a perder al menos que lo haga con una película de la talla de Oppenheimer o inclusive con Killers of the Flower Moon, que están a su altura, más no con Barbie, porque sería como escupirle en la cara al cine como una forma elevada de hacer arte.
La única actuación digna de vencer a Cooper como mejor actor es la de Cillian Murphy como J Roberto Oppenheimer, otro personaje super complejo, muy bien encarnado por la estrella de la serie Peaky Blinders, quien se dio a conocer mundialmente mucho antes interpretando al “espantapájaros” en la trilogía de Batman del propio Christopher Nolan. Paul Giamatti también regala una estupenda caracterización de profesor gruñón en The Holdovers, un hombre cargado de complejos y resentimientos, que los descarga con sus alumnos, quienes tampoco son unas joyas. El veterano Giamatti regala una de sus mejores interpretaciones, hay que reconocerlo, pero no se le para al lado ni a Murphy, ni a Cooper, con sus papeles biográficos mucho más profundos y complejos… sin embargo, puede dar la sorpresa… las academias del cine y de la música, ya no son tan de fiar como lo eran antes. Por cierto, que cuesta creer que Leonardo DiCaprio no haya sido nominado como actor principal, pero si de los 5 nominados, 4 son blancos y de ascendencia europea, se prende la llama, tenían que tachar de la lista al más catire para no encender el fuego.
En el rubro de Actor de Reparto, Robert Downey Jr (si, Iron Man) debería de ganar y merecidamente por rol impecable de Lewis Strauss, el exdirector de la Comisión de Energía Atómica de EEUU, quien investigó el trabajo de Robert Oppenheimer en la vida real. En esta categoría, su rival más duro es Mark Ruffalo de Poor Things (Iron Mas Vs. Hulk); no se debe descuidar a Robert De Niro de Killers of the Flower Moon, quien sería una grata sorpresa, por darle da vida a un inescrupuloso e hipócrita terrateniente, que pretende quedarse con todos los campos petroleros de la tribu Osage. Respeto mucho a Ryan Gosling como actor desde que era un desconocido, me gustan sus películas y es muy talentoso, pero ¿Nominado a actor de reparto en el Oscar por interpretar al Ken de Barbie? ¿En serio?.
La categoría que me parece la más pareja es la de diseño de producción, los 5 nominados lo merecen y la que gane será en buena lid. En Killers of Flowermoon tuvieron que crear el pueblo petrolero en el medio de la nada de los años 20; para Napoleón debieron recrear escenarios europeos post- revolución francesa; en Oppenheimer tuvieron que reconstruir el pueblo que levantaron en el desierto para que los diseñadores y fabricantes de la bomba nuclear vivieran con sus familias; Poor Things requirió una Europa retro-futurista y Barbie… aquí si debemos reconocer que darle vida al Barbie-World si tuvo sus méritos.