Ya van cerca de cinco años de la partida de una voz que fue y sigue siendo referencia del rock en Venezuela, Alfredo Escalante. Hablar de rock venezolano y no hacer referencia a Escalante es un imposible, forma parte de la historia de nuestra cultura pop.
El Duende Azul, como también se le conoció, llenó de anécdotas y logros la música popular contemporánea del país. Su labor en la promoción y difusión del pop y rock se remonta a la década de los sesentas y se mantuvo activa hasta sus últimos días. Productor y locutor de televisión y diversas radios, líder de la movida del rock venezolano en los años 80’s, leyenda en el nuevo siglo.
En ese andar con programas icónicos como “La Música Que Sacudió Y Sacude El Mundo” y frases que se convirtieron en memoria colectiva al estilo de “Que las estrellas nos guíen hacia un nuevo amanecer”, Alfredo logró acumular un original, único y gran archivo personal que recoge imágenes y sonidos de los últimos cincuenta años del pop rock venezolano. Ese legado, guardado celosamente por su hijo Darío Escalante pasa ahora a la custodia de la Fundación Nuevas Bandas. En un gesto de responsabilidad histórica, condescendencia y congruencia con la memoria de su padre, Darío hizo formal entrega de los archivos de su padre a una organización que ha venido trabajando en el mismo ideal de Alfredo desde hace más de treinta años, y que como dice su fundador, Félix Allueva, nace en gran medida inspirada en el trabajo enarbolado por Alfredo Escalante.
Esta concesión persigue dos objetivos a corto plazo, la reedición actualizada del libro “Cuarenta Años Haciendo Daño”, obra autobiográfica coordinada en el año 2005 por el comunicador social y escritor José Tomás Angola. En segundo lugar, busca construir una plataforma web dedicada a la divulgación de la vida y aportes de Alfredo Escalante a la cultura venezolana.