La intención de combinar el rock con una orquesta sinfónica siempre ha sido el sueño de todo artista. Esa utopía que en el pasado solo fue materializada por algunos artistas, en la actualidad se ha vuelto un acontecimiento normal, más aún en Venezuela, el país con el mayor número de orquestas del mundo. La idea de que el rock y lo sinfónico son agua y aceite no es del todo cierta y los históricos conciertos y/o grabaciones de Deep Purple, Rick Wakeman, Aerosmith, Yes, Scorpions, Metallica, Kiss, Quee, The Beatles, Pink Floyd, Dream Theater, Therion, Dimmu Borgir, Steve Vai, Yngwie Malmsteen, Frank Zappa, Whithin Temptation, Nightwish, Hagard, Epica, Helloween, Guns N Roses, David Gilmour, Rhapsody, Jon Lord, Pain of Salvation, Lacrimosa, Barón Rojo, Kraken, Cerati, Charly García y Fito Páez entre muchos otros así lo demuestran, teniendo una repercusión global a la cual nuestro país no pudo escapar.
Los antecedentes del rock combinado con orquesta sinfónica en Venezuela se remontan a finales de los años 70; concretamente en 1978 la banda Estructura lanzó un LP titulado “Más allá de tu mente”, con un track-list de temas de rock sinfónico- progresivos, con la presencia de un orfeón, solo que sin orquesta. En 1983 se organizó en Valencia un festival llamado “Juntemos las manos”, en el que participaron bandas de rock, corales, una orquesta juvenil, junto a grupos de danza y teatro, pero que no llegaron a actuar juntos. Se pierden en la memoria la cantidad de músicos que quisieron realizar proyectos afines, pero en esa época no era tan factible como lo es en nuestros días.
La primera presentación oficial de una orquesta sinfónica junto a banda de rock tuvo lugar en 1989, cuando la Orquesta Sinfónica de Venezuela dirigida por Alfedo Rugeles estrenó mundialmente en el Teatro Teresa Carreño la Suite “Oro Negro”, escrita por el gran visionario Vytas Brenner. Fue un evento sin precedentes en la historia del rock venezolano en el que este genial tecladista y compositor de origen alemán fusionó la música sinfónica, el rock y la música tradicional venezolana.
A finales de los años 90 vino una oleada de bandas de rock progresivo presentando experimentos muy interesantes, pero ninguna llevó a cabo un concierto con orquesta sinfónica, menos aún un “Concerto” escrito para guitarra eléctrica o teclado. Es a principios del nuevo milenio cuando se tornó interesante la escena musical y comienzan a verse más resultados para la ecuación Banda de rock + guitarra eléctrica + orquesta.
De aquí en adelante contaré la historia según sus protagonistas a petición del equipo de este medio y de varios amigos, ya que me tocó ser testigo y hasta coparticipe de varios de los acontecimientos que a continuación trataré de narrar y describir desde mi experiencia y perspectiva:
En 2002, el guitarrista Raimundo Rodulfo editó un CD llamado “Dream Concerto”, bajo la producción ejecutiva y patrocinio del empresario Eliot Levy. Se trató de una obra maestra de la guitarra, que contiene un concierto para guitarra eléctrica, banda de rock y orquesta de cámara grabado en estudio, que luego fue presentado en concierto (sin orquesta), abriendo el show nada menos que a los suecos The Flower Kings en el Teatro Santa Rosa de Lima de Caracas.
Raimundo Rodulfo fue un visionario que inclusive aplicó fórmulas matemáticas en su método de componer, pensando siempre en el formato de orquesta. Luego editó otras dos producciones con la misma estructura. En su banda contó con figuras de renombre como Andrés Briceño, Linda Briceño y Pablo Gil. No logró montar un concierto con una orquesta sinfónica completa y no por falta de ganas, más que nada por el costo económico y la labor logística que representaba en aquel entonces (en la actualidad habría sido más sencillo).
Tuve la oportunidad de conocer a Raimundo y ayudarle a promover su trabajo, también trabajé con Eliot Levy. Lástima que estos acontecimientos no tuvieron lugar del 2010 en adelante, en pleno apogeo del Sistema Nacional de Orquestas, porque habría sido más factible conseguir una orquesta completa para hacer un gran espectáculo con la música de Rodulfo. También me habría gustado contar con la plataforma mediática con la que cuento ahora porque hubiese podido hacer una labor promocional más amplia (Raimundo, si lees este recuento, sabes que puedes contar conmigo para añadir nuevos capítulos a tu historia).
Emanuel Abramovitz: el productor de las grandes ideas
La historia no siempre es escrita en un 100% por los músicos, quienes siempre se llevan todo el crédito; muchos ignoran que detrás de los grandes eventos y de las mejores bandas hay un gran productor. En el caso de Venezuela no podría hacer este recuento sin hablar de Emanuel Abramovitz con quien tuve el gusto de trabajar varios años como su jefe de prensa y asesor.
Emanuel Abramovitz con el apoyo de otros empresarios e instituciones como la ACIC o Profit Producciones llevó el liderazgo del “Mozarfest”, celebrado en 2006 en el Aula Magna de la UCV, donde un destacado grupo de artistas interpretaron versiones muy personales y originales de Wolfang Amadeus Mozart. Parte importante de este show tuvo una actuación destacada de la Orquesta Sinfónica Mariscal de Ayacucho dirigida por Alfredo Rugeles, con un repertorio tipo mosaico, basado en el genio musical nacido en Salzburgo, contando con los guitarristas Ángel Quiñones y Pablo Mendoza en calidad de solistas.
Abramovitz también capitaneó el festival “Pink Floyd: nuestro tributo”, que tuvo dos ediciones, la primera en 2004, tomando una de sus fechas para que la Orquesta Filarmónica Nacional en el Aula Magna de la UCV con Álvaro Falcón, Biella Da Costa, Pablo Gil, Alexis Peña, Ángel Quiñones y Edgar Saume como solistas diera un recital memorable; todos dirigidos por el maestro Alfredo Rugeles.
La segunda edición del homenaje a la leyenda británica del progresivo vino en 2007, contando nuevamente con el maestro Rugeles para llevar las riendas de la Orquesta Gran Mariscal de Ayacucho junto a invitados de lujo como Frank Quintero y Alexis Peña. Ángel Quiñones fue el guitarrista solista y al mismo uno de los arreglistas, repitiendo el magno escenario de la UCV.
Gracias el trabajo de Abramovitz los reyes del metal-progresivo, Dream Theater, vinieron a Venezuela en tres oportunidades, cosechando así excelentes relaciones con su tecladista: Jordan Rudes; es así como en 2010, Emanuel tuvo el honor de ser el responsable de que nuestro país fuera el escogido para el estreno mundial del concierto para teclado y orquesta, titulado “Explorations” bajo la firma de Rudess. Esta fiesta musical se celebró con doble función en el Centro Cultural BOD.
Abramovitz en conjunto con otros empresarios como Orlando Zurita, en plena crisis venezolana, insistieron, lucharon y presentaron en 2015 el homenaje a Vytas Brenner titulado “Ofrenda” en la Sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño. Allí volvió a interpretarse la misma obra que el difunto tecladista y compositor estrenó en vida en 1989: “Oro Negro” y con la fórmula: Orquesta Sinfónica de Venezuela + Alfredo Rugeles.
Sin descanso, en noviembre de 2015 Emanuel preparó con el mismo equipo de trabajo y en el Teatro del Centro Cultural Chacao el homenaje a Dream Theater titulado “DT 30-10”, armando un cartel muy interesante que contó con la Orquesta de Rock Sinfónico Simón Bolívar y las agrupaciones Sibelius, Terra Nullius, Calle Santiago y la banda del guitarrista Rafael Sequera. En 2016, Abramovitz llevó a cabo el estreno mundial de la suite “El Camino de Santiago”, escrita por el fallecido compositor y guitarrista de pop – rock venezolano: Pablo Manavello, contando con la participación de la Orquesta Sinfónica Juvenil del Conservatorio de Música Simón Bolívar más Rugeles en el Teatro Santa Rosa de Lima.
Alfredo Rugeles: “el director más rockero”
El maestro Alfredo Rugeles nunca escondió su pasión por el rock. Es conocido por haber sido el director de la pionera Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela, por haber dirigido a muchas otras orquestas de gran importancia, por ser el profesor de grandes directores y también por ser un innovador en el difícil mundo de la composición, impulsando la música contemporánea tanto en su país como en Latinoamérica. Pero además, es el maestro que más ha alzado su batuta para conducir conciertos de rock con orquesta sinfónica.
Acabo de relatar brevemente todos los eventos trascendentales en los que condujo por buena senda a distintas orquestas. También llevó a la Sinfónica Juvenil Teresa Carreño junto a la Orquesta de Rock Sinfónico Simón Bolívar en un “Queen Sinfónico” memorable. Alfredo Rugeles cree en las nuevas creaciones porque es un compositor pionero y por eso no ha tenido miedo a la hora estrenar música original o de interpretar arriesgados arreglos para orquestas sinfónicas.
Sin temor a equivocarme puedo decir que Alfredo ha escrito con su batuta varias páginas importantes del rock venezolano. Me siento contento de haber tenido el privilegio de apoyarlo como jefe de prensa en varias de sus aventuras musicales y de ser testigo de su constancia y dedicación, es por ello que a lo largo de este artículo su nombre se ha repetido constantemente.
Sibelius: los pioneros
Cuando asumí el cargo de manager y jefe de prensa de Sibelius en el año 2007, una de las cosas que me convenció a aceptar ese reto fue la naturaleza sinfónica de este grupo, creado por Philipp Scheer y Jorge Rojas, ambos ex – alumnos del Colegio Emil Friedman donde tuvieron su primera formación musical. Philipp era violinista y tras una seria fractura en su antebrazo izquierdo no pudo volver a tocar este instrumento, cambiándolo por otro similar: la guitarra eléctrica (si, digan lo que digan tienen una voz muy parecida).
Sibelius es una banda de metal neoclásico, de esencia sinfónica, fuertemente influenciada por el padre de esta corriente: el guitarrista y compositor sueco Yngwie Malmsteen. A lo largo de la historia de la música siempre se buscó la forma de llevar el rock al formato sinfónico, pero Scheer y Rojas presentaron el proyecto a la inversa: traer lo sinfónico al rock, rompiendo así varios paradigmas. Doy gracias a Dios por haber sido coparticipe de estas iniciativas, porque desde el principio compartí y entendí a la perfección el ideal de ambos músicos, demostrando reiteradamente que el puente entre el rock y lo sinfónico es mucho más corto de lo que se cree, inclusive, a veces no existe ningún puente o barrera.
Decidí presentarles al maestro Florentino Mendoza, discípulo directo del maestro José Antonio Abreu y director de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Chacao. También les presenté al gran violinista y director Eddy Marcano e inclusive en una oportunidad al maestro Gustavo Dudamel, a quien pudimos entregarle personalmente el primer disco de Sibelius titulado “Rebellion”.
Llevo 12 años trabajando con Eddy Marcano, conozco sus capacidades y su versatilidad como violinista, así que un día le dije: “hermano usted ha tocado sinfónico, jazz, tango, música venezolana, bolero… lo que le falta es hacer rock, tengo unos amigos que les quiero presentar”; así, un día lo llevé a un ensayo de Sibelius, en el que hubo tanta química inmediata que ese mismo día montaron el tema “Rising Force” de Malmsteen. Eso sirvió para preparar un concierto en la Sala Mozart del Emil Friedman con Eddy como invitado especial.
Aprovechando esta naciente amistad un día llevé a Philipp Scheer y a Jorge Rojas a la oficina del núcleo de Chacao, con su director, el maestro Florentino Mendoza. Le vendimos la idea de hacer un concierto con la Orquesta Sinfónica Juvenil de Chacao, como el primer concierto para guitarra eléctrica, banda de rock y orquesta escrito por un autor venezolano, algo que NUNCA se había materializado. El propio Florentino seleccionó a Eddy Marcano como director musical.
El concierto se hizo en el Centro Cultural BOD, con un repertorio protagonizado por el tema “Sibelius”, escrito por Rojas y Scheer como un concierto para guitarra eléctrica y orquesta. Además se seleccionaron otras canciones originales de la banda con arreglos especiales para orquesta, más la versión de “Rising Force” de Yngwie Malmsteen. El show fue un sold out y quedaron más de 400 personas sin entrada.
Sibelius ha perseverado en el tema académico porque esa es su esencia. Luego de la primera experiencia con Chacao hizo varias presentaciones con ensambles de música de cámara y también con las siguientes orquestas: Sinfónica de Lara, Sinfónica Juvenil de Los Altos Mirandinos y Sinfónica Juvenil del Conservatorio Simón Bolívar, SIEMPRE con material original, mayormente obras escritas y/o arregladas especialmente para el formato de guitarra eléctrica y orquesta.
Hace tres meses le presenté a Philipp Scheer al compositor y director José Agustín Sánchez, quien se interesó en escribir un nuevo concierto para guitarra eléctrica y orquesta que quedó comisionado para el 2018. Al mismo tiempo, entre los tres quedamos en intentar organizar una serie de conciertos donde se ofreciera un programa integrado por variaciones de autores como Vivaldi, Mozart, Bach y Beethoven, junto a orquestas de diferentes ciudades del país. EL propio maestro Sánchez sería el director.
Sinfónicas y rockeras
El maestro Florentino Mendoza siempre ha creído en iniciativas que aporten algo nuevo y motiven a los jóvenes, es por ello que su Orquesta Sinfónica Juvenil de Chacao se ha convertido en una de las más buscadas para proyectos relacionados con el rock. Además del concierto con Sibelius, también se prestó para el estreno mundial de la obra “Explorations: concierto para teclado y orquesta” escrito nada menos que por el tecladista de Dream Theater, Jordan Rudes y bajo la producción de Emanuel Abramovitz. Las entradas se vendieron tan rápido que tuvo que abrirse una segunda función.
La Sinfónica Juvenil de Chacao también se fusionó con la Orquesta de Rock Sinfónico Simón Bolívar para hacer un “Queen Sinfónico” de antología, dirigido por el propio Florentino Mendoza, con casi 300 artistas en escena y una producción ambiciosa, en el Teatro del Centro Cultural Chacao. Igualmente, la juvenil de Chacao, junto a los Beat3 montaron el espectáculo “Beatles Sinfónico”. Hay que recordar que los Bet3 es una de las bandas de tributo a The Beatles más reconocidas del mundo, por lo que este evento tuvo un significado especial. Repitieron una experiencia similar pero con la Orquesta Sinfónica de Lara en la ciudad de Barquisimeto.
Desorden Público hizo su tanda sinfónica, con un concierto multitudinario al aire libre, en la populosa parroquia de Caricuao junto a la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas, en el marco del 443 aniversario de la Ciudad de Caracas. Fue un evento histórico por ser la primera vez que se fusiona el ska, el rock y los ritmos latinos con una orquesta sinfónica. A principios de 2017 se materializó un encuentro similar, cuando la Orquesta de Rock Sinfónico Simón Bolívar presentó su “Cronología del Rock Nacional Vol. 1”, versionando dos temas de los desordenados con Horacio Blanco como invitado especial, causando furor en la audiencia que agotó la boletería del Centro Cultural BOD.
Richard Blanco Uribe, bajista de la agrupación Los Bellos Públicos es a su vez contrabajista principal de la Orquesta Filarmónica Nacional, por lo que ayudó a consumar la unión entre ambos: banda de rock y orquesta, versionando clásicos del rock, con eventos que fueron muy bien recibidos en escenarios como el Anfiteatro del Centro Sambil de Caracas.
En el año 2012, contando con la dirección y arreglos de Pedro Mauricio González, Los Bellos Públicos volvieron a regalar otra tanda de “Rock de Leyenda”, pero junto a la Orquesta Sinfónica de Venezuela, patrimonio cultural de la nación, en el Teatro del Centro Cultural Chacao. Además de Blanco Uribe (quien fuera integrante de la mítica Banda Municipal), los Bellos también están conformados por músicos de amplia trayectoria como el baterista Iván Marcano o el guitarrista Roberto Rimeris. Puede acompañarlos como su coordinador de prensa en algunos de sus periplos musicales y me encantaría revivir esos momentos inolvidables de buen rock.
Aditus, una de las bandas con mayor historia y trayectoria no se quedó atrás, junto a la Orquesta Sinfónica Juvenil de los Altos Mirandinos montaron un repertorio de sus grandes éxitos del pop-rock venezolano. Hicieron lo propio compartiendo con la Orquesta de Rock Sinfónico Simón Bolívar ante un público que literalmente “enloqueció”. Esta dupla recientemente se reencontró con la “Cronología del Rock Nacional Vol. 1” y para un futuro no muy lejano quizá tengan en mente un nuevo proyecto.
En 2007, Producciones Palo de Agua, con su director musical Salomón Lerner, cuando montaron Jesucristo Superestrella armaron una banda de rock junto a una orquesta de invitados, para darle toda la fuerza que requiere este “musical rockero” de fama universal original de Andrew Lloyd Webber. Fue un acontecimiento noticioso que contó con artistas que venían de bandas de altísimo nivel como Pig Farm on the Moon y Gaélica.
La agrupación de rock progresivo Ficción, en su tercera producción discográfica “Sobre la ira de Dios”, grabó cuatro temas en compañía de la Orquesta Filarmónica Nacional: Castigador de media noche, Fanfarria para el hombre progresivo, Cinco vientos malignos y Microlage. Esta combinación ideada por el tecladista y productor José Ignacio Lares ayudó a que este disco tuviera mucho realce internacional, inclusive ganaron una mención honorable como “Disco de rock progresivo del año 2013”, mediante votación de los fans vía Internet. Vale recordar que José Ignacio Lares participó en plan estelar en “Ofrenda”, el homenaje a Vytas Brenner.
La Orquesta Sinfónica Juvenil de los Puertos de Alta Gracia en el estado Zulia realizó en 2011 varios conciertos con un programa de clásicos del rock y el afamado guitarrista Juan Pablo Lobos como invitado especial. La Sinfónica Juvenil del estado Lara, dirigida por Jesús Vásquez y con Carlos Mosquera como solista interpretaron en el 2012 el Concierto para guitarra eléctrica y orquesta de Yngwie Malmsteen, teniendo al Teatro Juárez de Barquisimeto como escenario. Dos años después y en el mismo lugar, la Orquesta Sinfónica del estado Lara (profesional) dirigida por Tarcisio Barreto, montó la misma obra y con su hijo Miguel Barreto como solista, siendo este joven un gran virtuoso quien tiene un futuro promisorio con el instrumento.
Diversas encuestas revelan que uno de los mejores discos de toda la historia del rock venezolano es el “Escalofrío” de Paul Gillman, cuyo tracklist está dedicado a los distintos mitos y leyendas del folclor nacional. Gillman grabó un mosaico sinfónico basado en el contenido de ese disco junto a la Orquesta Sinfónico del estado Carabobo, dirigida por el maestro Gerardo Estrada y que fue incluido en una de sus producciones discográficas.
Nota Profana
En el año 2006 un grupo de jóvenes deciden conformar una banda para rendir tributo a la agrupación alemana Haggard y es así como surgió el “Proyecto a Haggard”. Pero tras la necesidad de tocar composiciones originales cambian su nombre a Nota Profana. Liderada por Carlos Mosquera quien formó parte de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela, llegó a tener hasta 20 integrantes, muchos de ellos también con carrera dentro de El Sistema.
Tal era la enorme calidad de Nota Profana que la alemana Gaby Koss, quien fuera voz principal de Haggard, llegó a formar parte de este all star de venezolanos, en el que destacaron figuras de renombre en el ámbito sinfónico nacional como Eric Chacón, Erika Perera, Loidmary Perenquez y William Mora entre otros. En cada concierto, además de sus temas originales y de las versiones de Haggard, también prepararon arreglos de otros grandes nombres del metal sinfónico como Kamelot, Epica, Craddle of Filth y Dimmu Borgir, combinados con arriesgadas variaciones de autores como Shostakovich o Grieg.
Guitarra eléctrica, bajo, teclados, batería, voz limpia y voz gutural, soprano solista, corno, clarinete, violín, viola, violoncelo, contrabajo, percusión, flauta, piano y oboe representaron la plantilla de Nota Profana, que además de dar conciertos en Caracas y Valencia llegaron a dejar en alto el nombre de Venezuela en México.
El show que nunca se dio
Cuando la agrupación holandesa Epica vino por segunda vez a Venezuela estuvo a punto de materializarse un concierto que habría hecho historia, con un cartel conformado por Nota Profana y Sibelius como representantes del talento nacional. El escenario iba a ser la Universidad Nueva Esparta, que había conseguido Philipp Scheer. Por mi parte también moví varios contactos para que esta presentación sin precedentes de las bandas venezolanas de metal sinfónico más importantes del país tuviera lugar.
Lamentablemente debido a la piratería y poca seriedad del productor principal nos vimos en la obligación de retirar la sede y Sibelius abandonó el proyecto. Tal fue el desastre que el concierto cambió de locación el mismo día para el cual estaba previsto inicialmente y Epica terminó tocando en un escenario improvisando en el sector de El Valle de Caracas.
Jesús Vásquez y la Orquesta Experimental de Rock
Otra figura formada en el mundo académico y que se ha dedicado a unir lazos con el rock es el violoncelista Jesús Vásquez. De su mano ha llevado al escenario a distintos ensambles (Percucello, Akashiaft) dedicados a versionan clásicos del rock pero con el violoncelo como protagonista. Al mismo tiempo fue el creador y director de la Orquesta Experimental de Rock, conformada por músicos pertenecientes al sistema de orquestas juveniles del estado Lara.
Con la Orquesta Experimental de Rock, desde 2013 Vásquez llevó a cabo eventos muy atractivos, en su mayoría con el Teatro Juárez de Barquisimeto como escenario, inclusive en octubre de 2014 contó con invitados de lujo como Onechot, Marcelo Toutin e integrantes de bandas como Púah y Limpiacabezales.
Pero su actuación más destacada se enmarcó dentro del Festival Nuevas Bandas 2014, en el Centro Cultural Chacao y bajo el concepto de VRock Sinfónico. La orquesta hizo un recorrido por dos décadas de rock venezolano con versiones de agrupaciones como Caramelos de Cianuro, Zapato 3, Los Mentas, Tomates Fritos, La Vida Boheme, La Nave, BioShaft y Claroscuro entre otros, contando con la participación especial de Henry Ollarves (BioShaft), Alain Gómez (Famasloop), El Rojo (4to Poder), Laura Guevara, Octavio Suñé y OneChot.
El Sistema y la Orquesta de Rock Sinfónico Simón Bolívar
Con más de 4000 orquestas en todo el país no era de extrañarse que el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela incursionar en el género rock y durante el presente artículo lo he hecho evidente. Inclusive muchos de los músicos formados en esa institución ya venían haciéndolo a título personal. Era una transición que primero se dio forma espontánea para luego oficializarse con proyectos que contaron con apoyo administrativo y logístico.
Gracias al programa de expansión hacia otros géneros musicales que desarrolla el Conservatorio de Música Simón Bolívar, institución a cargo de la formación académica de los jóvenes de El Sistema, por iniciativa de su director general, el maestro Valdemar Rodríguez, el 6 de julio de 2011 nació la Orquesta de Rock Sinfónico Simón Bolívar con un formato único en el mundo, combinando los instrumentos característicos del rock: guitarra eléctrica, bajo, batería, teclados, voces (hasta 6) y saxofón junto a los instrumentos sinfónicos tradicionales: violín, violoncelo, contrabajo, trompeta, trombón y flauta. Durante los 6 años de vida de esta agrupación ha sido dirigida incansablemente por el maestro Daniel Hurtado.
En el Conservatorio de Música Simón Bolívar ya se había fundado la Simón Bolívar Big Band Jazz, la Orquesta Latinocaribeña Simón Bolívar y la Orquesta Afrovenezolana Simón Bolívar, todas generaron mucha expectativa por lo novedoso de su formato, combinando lo popular con lo académico. En ese entonces trabajaba para la institución y le comenté varias veces al maestro Valdemar Rodríguez que solo le faltaba hacer una orquesta de rock; al principio le pareció una buena idea, estuve insistiéndole varias semanas hasta que un día me dijo que lo estaba considerando porque tres músicos, Ángel Quiñones en la guitarra, Daniel Hurtado en el bajo y Carlos “pasión” Guevara en la batería venían ensayando clásicos del rock y le presentaron la idea de montar una orquesta.
Finalmente se dio una reunión dentro de la oficina de la dirección general del Conservatorio Simón Bolívar en la que estuvo presente el maestro Valdemar Rodríguez, Daniel Hurtado, Geraldine Borges (quien era la Gerente de Orquestas) y mi persona. Es así como entre todos comenzamos a esbozar las ideas de cómo iba a conformarse y cuáles instrumentos debía tener la naciente orquesta de rock sinfónico. Esa mesa de trabajo arrojó una plantilla inicial.
Una vez aceptada y conformada comenzó un arduo trabajo de audición, ensayos y elaboración de arreglos. Recuerdo como Daniel Hurtado trabajó día y noche, ante la mirada vigilante de Valdemar Rodríguez para montar el primer concierto que tuvo lugar en la Sala Ana Julia Rojas de UNEARTE. Logré recomendar a Jorge Rojas de Sibelius como arreglista, quien colaboró y hasta el día de hoy algunos de sus arreglos todavía se tocan. También estuve muy ocupado con la campaña de prensa de lanzamiento, así como ayudando a la Gerencia con el trabajo administrativo y logístico. Inclusive, una vez me citó el propio maestro José Antonio Abreu para que le aclarase varias dudas sobre esta orquesta que tantos comentarios estaba generando dentro de la institución. El maestro Gustavo Dudamel también me pidió su opinión una vez.
Lo cierto es que en medio de comentarios positivos por un lado y dudas por el otro la Orquesta de Rock Sinfónico Simón Bolívar se convirtió rápidamente en la agrupación que más público traía a los conciertos de todo El Sistema Nacional de Orquestas. Hoy en día sigue siendo la más solicitada. Admito que mi trabajo ayudando a conseguir las presentaciones para la orquesta fue muy sencillo porque todos los teatros del país la querían tener en escena.
A diferencia, la labor logística fue agotadora por todo lo que representa hacer un montaje con instrumentos acústicos y amplificados al mismo tiempo, junto a varios cantantes. El empeño de Daniel Hurtado junto al ingeniero Edgar Espinoza fue incansable. Ambos, a base de perseverancia y experiencias directas lograron el sonido ideal o marca de fábrica que identifica a la orquesta.
Daniel Hurtado también persevero en su liderazgo de un grupo de músicos que por un lado venían de formación académica mientras otros traían consigo a la escuela popular o “guataca”. Prácticamente entregó su vida al proyecto mientras fue director musical. Hay que recordar que Hurtado además fue el director asistente de la Banda Sinfónica Juvenil Simón Bolívar, clarinetista, saxofonista y bajista. Como director fue alumno del maestro Alfredo Rugeles y recibió apoyo importante de otros directores como César Iván Lara. Amante del rock clásico fue la persona ideal para darle vida y continuidad a esta orquesta.
A lo largo de su exitosa carrera se volvieron históricos sus conciertos, todos a sala llena y en los principales escenarios del país como el Centro Nacional de Acción Social por la Música, el Aula Magna de la UCV, la Sala Ana Julia Rojas de la Universidad de las Artes, el Teatro del Centro Cultural Chacao, el Teatro Teresa Carreño, el Anfiteatro de El Hatillo, el Centro Cultural BOD, el Centro de Artes PDVSA La Estancia, la Concha Acústica de Bello Monte y el Teatro de la Opera de Maracay entre muchos otros, inclusive en ciudades como Mérida, Guanare y San Felipe. Memorables fueron los dos conciertos a sala llena que dio en el Auditorio León de Greif de la ciudad de Bogotá, Colombia. Destacan sus espectáculos musicales en los que rinden tributo a las bandas más emblemáticas de la historia del rock como Queen, Pink Floyd, The Rolling Stones, The Beatles y Dream Theater, así como su celebrada cronología del rock nacional.
La historia de la Orquesta de Rock Sinfónico Simón Bolívar es tan amplia y tan interesante que merece un capítulo aparte. Esta orquesta hizo y seguirá haciendo historia, porque marcó un antes y un después tanto en el ámbito académico como en la movida del rock venezolano. Gracias a ella y siguiendo su ejemplo se fundaron otras orquestas similares en Maracaibo, San Antonio de los Altos, San Felipe y hasta en la Isla de Margarita. Como comenté, amerita narrar otra historia, llena de aventuras musicales, que pronto contaré por esta misma vía.
Fuentes y agradecimientos:
La mayoría de los datos provienen de mi experiencia directa ya que trabajé con la mayoría de los artistas nombrados y fui participe de sus proyectos. Agradezco a Eddio Piña Rojas por los datos suministrados, también a mi segunda casa: El Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela.
Algunos datos fueron tomados de los diarios El Nacional y El Universal en sus ediciones digitales.
Por: Roberto C. Palmitesta R.
[email protected]
@RPalmitesta @EscenarockFM