Triste, muy triste el fallecimiento del maestro Daniel Rangel (1979 – 2017), ocurrido por un accidente de inmersión en una playa de Buchuaco, estado Falcón, la tarde del domingo 06 de agosto. Todos conocen mi fe Católica de la que me siento orgulloso, pero estos acontecimientos a veces ponen a prueba la Fe. ¿Por qué Dios se lleva a una persona tan buena y tan dedicada a ayudar a los demás? Daniel dedicó TODA SU VIDA a la formación musical de niños y adolescentes, especialmente aquellos de escasos recursos o con condiciones especiales; no hizo otra cosa que ayudar al prójimo en su rol de director de orquestas de campanas. Dios sabrá por qué lo mandó a llamar, pero hay algo que sí es seguro y es que las campanas sonarán aún más melodiosas en el cielo.

Nacido en el estado Lara, Daniel Rangel fue una de las autoridades más destacas de Venezuela al hablar del desarrollo de las orquestas de campanas, también era muy respetado en varios países del mundo, pues era todo un experto y tenía el don de la docencia.

Fue director de la Orquesta de Campanas Simón Bolívar desde el año 2013, además de director y fundador del Coro de Campanas de El Tocuyo y director de la Escuela Nacional de Coros Polifónicos de Campanas, ayudando a numerosos niños, ofreciéndoles un mejor futuro y una esperanza de vida a través de la música.

Durante más de 20 años de carrera formó a varias de las orquestas de campanas de todo el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, influenciado y tutorado directamente por el maestro José Antonio Abreu, quien determinó que esas agrupaciones deben tener el mismo objetivo y apoyo que el resto de las agrupaciones sinfónicas pertenecientes a la institución.

Recuerdo su constancia, su perseverancia y sus ganas de promocionar el trabajo de las orquestas de campanas. Más de una vez me reclamaba por la presencia en medios de comunicación de este tipo de agrupaciones y yo con gusto lo atendía. Cuando le conseguía entrevistas en radio o algún espacio en los noticieros él lo celebraba y mostraba su agradecimiento. Daniel: fue un placer trabajar contigo y haber contribuido a tu causa.

«Descansa en paz y que Dios permita que brille para ti la luz perpetua. Tu legado musical se mantendrá vigente.»

Por: Roberto C. Palmitesta R.
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