La primera vez que escuché Blind Guardian en mi vida fue con el álbum “Tokyo Tales”, me asombró la magia, la fuerza y el sonido tan épico que plasmó esta banda en aquel directo, de allí me volví un fan leal hasta el día de hoy. Ahora, 24 años después editan otro disco en vivo: “Live Beyond the Spheres”, con el que demuestran que los años pasan pero la magia y el poder de su música se mantienen.
Siempre consideré a Blind Guardian como a una de las mejores bandas de heavy metal de todo el mundo. Son alemanes, de la ciudad de Krefeld, pero de haber estado radicados en el Reino Unido o en EEUU habrían tenido la exposición mediática que se merecen. El tiempo dará la razón y más adelante la historia los colocará junto a nombres de leyenda como Iron Maiden, Saxon, Judas Priest y Helloween. En el presente su música sigue impregnada de magia y fantasía, tanto que detrás de Ronnie James Dio, este cuarteto germano quizá sea el mejor en lo que a contar historias se refiere.
La selección de canciones de este doble CD “Live Beyond the Spheres” es extraordinaria, porque seleccionaron todos sus clásicos, no quedó ninguno fuera, haciendo justicia al repertorio que construyeron en los años 80 y 90. Pensé que más nunca iba a escuchar “Banish from sanctuary” en vivo, justo fue ese el primer tema que escuché de ellos en toda mi vida con el disco “Tokyo Tales” en 1993, pero aquí volvió a sonar con toda esa furia y ese empuje que los caracterizó desde sus inicios.
Los dos CD’s son una lluvia de clásicos: “The lord of the rings”, “Bright eyes”, “Lost in the twilight hall”, “Imaginations from the other side”, “Into the storm”, “The Bard’s song”, “Valhalla”, “Majesty”, “Nightfall”, “Tanelorn” y “Mirror mirror”, junto a lo más rescatable de sus últimos trabajos como “Fly” o “The Ninght wave”.
André Olbrich sigue impactando con ese sonido envenenado y épico al mismo tiempo que emula a un Brian May pero más envenenado; sus solos de guitarra siguen siendo memorables y su compañero, Marcus Siepen, sigue teniendo esa guitarra rítmica pesada y oscura que ayuda a definir el sonido de la banda. Por supuesto que Hansi Kürsch sigue encantando y envolviendo con su voz ronca, profunda, única y enigmática, además de derrochar ese carisma especial que posee sobre el escenario.