Violoncelista, diseñadora
Cae el día y tu silueta apoca el paisaje marino, tu retrato rivaliza con el juego de sombras y luces, el día fallece pero tú sigues brillando, la espuma del mar te acaricia con ligera envidia y quien sabe cuántos recuerdos de pasión podrían quedar grabados en la arena. ¿Dónde se esconde la puerta de tu alma? Quizá en lo profundo de tu mar interior, el problema es atreverse a navegar esas aguas.