El concierto que ofreció el maestro de la guitarra Steve Vai el domingo primero de diciembre en el anfiteatro del Centro Sambil de Caracas le dio la oportunidad a los venezolanos de “ver para creer”, constatando en carne propia que si es cierta toda la fantasía y genialidad que este excelso personaje había entregado en los diferentes DVD que ha editado y que fascinaron a miles de venezolanos. “ver para creer” fue la consigna de la noche.
Este guitarrista norteamericano, máxime a sus numerosas habilidades técnicas con la guitarra de 7 cuerdas, también dejó claro que es un show man, tal y como él lo admitió ante la audiencia: “yo vengo a entretenerlos (…) todos tenemos problemas, deudas y asuntos pendientes, pero ahora van a olvidarse de todo eso y vamos a pasarla bien”… y así fue, durante dos horas y 20 minutos interpretó 24 temas que se pasearon por toda su nutrida discografía. Vai bailó con su guitarra, la mordió, le pasó la lengua, la hizo vibrar y empleo muchos otros trucos para obtener un abanico de sonidos surrealistas.
En todo momento combino su virtuosismo y emotividad musical con sus facetas histriónicas, generando diferentes sensaciones en la audiencia, elementos que además iban de la mano con sus constantes cambios de vestuario, incluyendo el traje espacial en el tema “The ultra zone”, adornado por numerosas luces que prendían y apagaban, haciendo juego con una guitarra que tenía los trastes iluminados con luces fluorescentes
La excentricidad de su música y su forma de interactuar y dirigir a la banda conformada por Jeremy Colson en la batería, Philip Bynoe en el bajo y Dave Weiner en la guitarra, recordaron mucho a su maestro y principal influencia: Frank Zappa, lo cual se hizo aun más plausible en el tema dedicado a su memoria “Frank”.
Otra evidencia de su capacidad de improvisar y crear música de la nada fue el tema “Build me a song” (constrúyeme una canción), donde invitó a tres fanáticos a subir al escenario para que cada uno tarareara una melodía y acto seguido, Vai y su grupo tocaban en función de ello, creando al final un tema divertido. Él, antes de esta parte del show lo había anunciado: “vamos a tocar un tema tan nuevo que aún no ha sido escrito”.
Racing The world, Gravity storm, Weeping China Doll, The moon and I y Velorum fueron los cortes que interpretó de su última placa discográfica “The Story of Light”, siendo bien recibidos por la audiencia con todo y que este disco aún no se consigue en las discotiendas venezolanas.
El nacido en Nueva York de padre italiano y con 53 años de edad también acudió a su catálogo de clásicos del shred destacando “Answers”, Salamanders in the sun”, “The ultra zone” y las favoritas “The audience is listening” y “Fort he love of God”. Pero no todo fue intensidad, el momento de calma vino en el set acústico, en el que uso su faceta de cantante con temas como “Recue me or bury me” y “Sisters”.
La banda tuvo su momento para exhibir su talento individual con sus respectivos solos, resaltando el baterista Jeremy Colson, toda una maquina quien se entiende a la perfección con su líder. El talento del guitarrista Dave Weiner también brilló, especialmente con la guitarra acústica y el bajista Philip Bynoe lució su versatilidad añadiendo ritmos del funk y del jazz.
Vai quedó encantado con Caracas, “ustedes viven en un paraíso” exclamó al dirigirse al público, cuyo entusiasmo caló en el artista, quien piensa volver al país: “voy a hablar con Joe Satriani para que en la próxima vez que el G3 venga a Venezuela yo sea parte de él”.
Felix Martin con sus guitarras de 14 y 16 cuerdas fue el artista nacional que dio apertura al show presentando su disco «The Scenic Album» acompañado de Jorge Rojas en el Bajo y Mario Rodriguez en la batería. Un show corto con algunos percanses en el sonido pero donde el virtuoso guitarrista explico cada uno de sus temas y demostro porque es un digno representante de nuestro país en el exterior.
Fotos aquí: Steve Vai – Anfiteatro del Sambil (Caracas) 2013
Reseña por: Roberto Palmitesta (EscenaRock)
Fotos: Profit Producciones y Foto Stage