La zozobra y la resignación son los sentimientos que embargan cada día más a los venezolanos, sin mencionar la desesperanza y la decepción por las acciones tomadas en estas últimas semanas por parte de la Mesa de la Unidad (MUD), que no son acordes con la decisión tomada por el pueblo en el plebiscito el día 16 de julio de 2017, mediante el cual casi 8 millones de venezolanos, a nivel nacional e internacional, alzaron su voz en un mandato muy claro:
- ¿Rechaza y desconoce la realización de una constituyente propuesta por Nicolás Maduro sin la aprobación previa del pueblo de Venezuela?
El 98,4 % de los venezolanos votaron SÍ a esta primera pregunta, es decir, que rechazaron la realización de la constituyente. Si ese rechazo fue desoído por el régimen, como en efecto pasó, ¿por qué no explicaron qué seguía?
- ¿Demanda a la Fuerza Armada Nacional y a todo funcionario público obedecer y defender la Constitución del año 1999 y respaldar las decisiones de la Asamblea Nacional?
El 95,8 % de los venezolanos respondieron de manera afirmativa. Esto quiere decir que todos los venezolanos exigimos a la Fuerza Armada Nacional (FAN) -y a todos los funcionarios públicos- que cumplan con sus deberes establecidos en la Constitución, los cuales, por la investidura de su cargo, están obligados a obedecer.
¿Por qué no nos informaron de lo que se haría, habida cuenta de que la FAN no solo no cumple con su deber, sino que se puso de espaldas al pueblo? Quienes suscribimos esta carta, al igual que un centenar de venezolanos, ustedes incluidos, hemos estado expuestos físicamente en las calles, protestando en contra de este régimen, pero la agresión de estos funcionarios ha sido despiadada y vil, no solo eso, también han robado a los ciudadanos y segado la vida de más de 100. ¿Qué ha sucedido con este mandato? ¿Se ha quedado como un saludo a la bandera? Los discursos pueden ser estructurados, bellos y claros, pero si no son contundentes (con acciones claras, transparentes y sin guabineo), solo son palabras arrojadas al viento… y la vida de todos los caídos en protestas, no debe quedar en vano. De nuevo, dejaron de hablarnos.
- ¿Aprueba que se proceda a la renovación de los Poderes Públicos de acuerdo a lo establecido en la Constitución y a la realización de elecciones libres y transparentes, así como a la conformación de un Gobierno de Unión Nacional para restituir el orden constitucional?
El 98,3 % de los venezolanos respondieron SÍ. Sin duda, esta pregunta es la más decisiva. Esto se puede resumir en que Venezuela quiere un verdadero gobierno que cumpla sus deberes. Los venezolanos deseamos un cambio de directriz en nuestros poderes públicos que, ciertamente, han sido secuestrados por el régimen. En este mandato, no pedíamos elecciones regionales, el pueblo grita por unas elecciones para revocar al régimen. Queremos un nuevo CNE con funcionarios transparentes, al igual que se busca, de manera pacífica, el restablecimiento de nuestros poderes públicos y hacerlos funcionar para que las leyes de la Constitución se cumplan a cabalidad. En esto también hubo silencio.
Ustedes sabían, y nosotros también, que la constituyente les quitaría todo el poder, e incluso, los sacaría del hemiciclo para ellos poder aprobar, sin ningún tipo de resistencia, todas sus leyes y mandatos. ¿Acaso no estaban claros en que esto era lo que el régimen perseguía? De aprobarse la ANC, ¿entraría la presión internacional? ¿Eso esperaban? De nuevo, silencio.
El pueblo siente que está solo, siente que nuestros más de 130 muertos fueron en vano, la cantidad de heridos con lesiones graves, ¿qué pasa con ellos ahora? Muchos de ellos jamás tendrán una vida normal por exigir en las calles la salida pacífica de un régimen.
Muchos se sienten que la calle realmente se enfrió desde el momento en que se negoció la casa por cárcel de Leopoldo López. Tampoco era eso lo que se buscaba desde que comenzamos a salir a las calles el 1 de abril. Salimos a protestar para exigir: canal humanitario, respeto a la Asamblea Nacional, libertad de todos los presos políticos y elecciones generales, es decir, salir de Maduro por vías pacíficas.
Hace año y medio una de sus prerrogativas era la designación de nuevos rectores del CNE porque, además, el tiempo de los actuales rectores estaba, y sigue estando, vencido. ¿Qué impidió que eso se hiciera en su día? ¿Por qué la elección de los nuevos magistrados se hizo año y medio después?
Durante los 4 meses de manifestaciones en la calle, todos esperábamos las ruedas de prensa que se hacían a diario. En el momento que se enfrió la calle, también se enfrió la comunicación: ya no sabemos dónde estamos ni a dónde vamos. La comunicación es fundamental para evitar la frustración de los ciudadanos. Sabemos que esta es una nueva etapa pero, ¿de qué se trata? Ustedes han dejado de hablarnos.
Cada vez más son los niños, jóvenes y ancianos que mueren a diario por falta de medicamentos; el twitter se ha convertido en una farmacia de bachaqueros, pero también de gente humilde que dona incluso un par de pastillas o un blíster de un tratamiento que se necesita de por vida.
Recordamos las palabras del violinista Wuilly Arteaga saliendo de tribunales luego de una larga detención: “¿Qué más necesitan los líderes políticos? ¿Cuántos muertos más quieren, cuántos presos más quieren… para dejar de ser tan falsos? Los verdaderos héroes están presos, están muertos.”
Posiblemente esta sea una carta dura, sabemos que han hecho de todo, que se han leído todos los libros habidos y por haber de dictaduras, Gene Sharp, documentales como los de Ucrania… pero, señores, esto es Venezuela y su realidad no tiene comparación con la de ningún país. Todos los países tienen su grado de dificultad, y tanto ustedes como nosotros, no sabemos lo que es vivir en dictadura, nunca lo hemos hecho, aunque ya con Chávez tuvimos un abreboca importante por más de 10 años.
Rescatemos nuestros libertadores, la historia no fue solo Bolívar, fueron también José Antonio Páez, Francisco de Miranda, Andrés Bello, Antonio José de Sucre, José Félix Ribas, Carlos Soublette, José María Vargas, Rafael Urdaneta, Luisa Cáceres de Arismendi, Santiago Mariño, Juan Bautista Arismendi, José Francisco Bermúdez, entre otros. Retomar nuestra historia es importante, pero los tiempos cambian y no podemos pretender que los acontecimientos mejoran con una receta única “porque le funcionó a Chile con la dictadura de Pinochet”, por citar un ejemplo.
Los que aquí escribimos, estamos claros en algo: esto no sale por vías pacíficas, no sale con marchas, no sale con elecciones. Sabemos que ustedes deben mantener una línea democrática en los medios y a nivel internacional, pero creemos que el rumbo de sus retóricas no es hacia la sociedad que lo ha dejado todo en el pavimento en 4 meses de lucha, es hacia los militares, hacia los sectores que aún creen en una moribunda ideología, hacia todos aquellos que trabajan en el sector público (metro, ministerios, alcaldías, etcétera.) Reúnanse con los sindicatos de las empresas públicas, hagan las denuncias pertinentes de las faltas que los acongojan a diario. Conviértanse ustedes también en resistencia dentro de la Asamblea, porque votamos por ustedes hace dos años para que defiendan a capa y espada sus curules, no para que una falsa constituyente sesione dentro de nuestro hemiciclo, un hemiciclo creado y conformado por todos los millones de venezolanos que les abrimos las puertas a la Asamblea Nacional, que les dimos un voto de confianza y les dimos una oportunidad a los diputados más jóvenes.
Este trabajo es de todos, y estamos dispuestos -y deseamos- sentarnos con ustedes, llevarles propuestas y ayudarlos con las de ustedes.
Para los que tuvimos la oportunidad durante nuestra época escolar de ir al Congreso de la República (aún no se llamaba Asamblea Nacional), cuando aún constaba de 3 poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial, el Poder Legislativo contaba con dos cámaras: de senadores y de diputados. Luego, con la constituyente de 1999, se disolvió el Congreso y se formó lo que hoy conocemos como Asamblea Nacional: un nuevo Parlamento unicameral. Recordamos que entrar al hemiciclo era algo que a muchos nos cortaba el aliento, y la sensación de sentarse en una curul era algo prácticamente de orgullo. Tanto fue así, que muchos aún lo recordamos. Hagan que estos recuerdos los tengan las generaciones de relevo, que se sientan orgullosos de la pelea que están dando por el restablecimiento de la democracia en Venezuela; que nos podamos sentir orgullosos de nuestro Parlamento venezolano, que es el más antiguo de América Latina.
Y lo más importante, no dejen de hablarnos.