Pero nadie debe sorprenderse.

Precisamente, una de las principales razones para participar en las regionales era impedir que el régimen ganara por «forfait» y se quedara con todas las gobernaciones «de gratis».

El régimen se quedó con la mayoría de las gobernaciones, pero no de gratis, sino a un costo altísimo: el costo de perpetrar un fraude electoral pornográfico ante los ojos del mundo.

Desde ese punto de vista, se logró el objetivo. Hoy el mundo democrático tiene muy pero muy sólidos argumentos y razones para aumentar rápida y dramáticamente la presión sobre el régimen. Aló, ¿Europa?

Esperemos que la comunidad internacional, especialmente las democracias de occidente, no nos fallen. Ningún gobierno democrático puede hacerse el loco ante lo que acaba de ocurrir en Venezuela.

Por cierto, la otra razón para participar en las elecciones era aprovechar la oportunidad para pelear con el régimen. Ya se peleó en la calle durante la campaña, pero ahora viene la pelea más importante: la que deben encabezar la MUD, los partidos, y nuestros dirigentes, con los propios candidatos a la cabeza, para hacer valer la voluntad popular. Esta pelea es hoy mismo, para mañana es tarde. Cuando a uno le meten un puño se indigna y reacciona de inmediato, no tres dias después.

Sé que esto es duro y riesgoso, pero confío en nuestros dirigentes en estas horas difíciles.

El régimen dió muestras claras del fraude que venía. Tanto así que la comunidad internacional (Estados Unidos, Colombia y Canadá a la cabeza) lo alertó claramente entre jueves y viernes.

Fueron tan claras las muestras del fraude que cualquier observador podía darse cuenta sin ser un gran analista (aunque grandes analistas no las vieron).

El pasado viernes 13, hace tres días, escribimos por aquí mismo sobre este tema. Aquí algunas de las cosas que escribimos:

«El régimen está ejecutando un fraude electoral a plena luz del día y sin disimulo!

La comunidad internacional lo está viendo y está reaccionando en caliente. La decisión de la oposición de participar en las elecciones obligó al régimen a patear la mesa frente a los ojos del mundo, lo cual, por cierto, nos facilita el trabajo aquí afuera.

El régimen puede hacer lo que le dé la gana en Venezuela, pero sus acciones generan consecuencias en el exterior.

Pero ojo, mosca! Las acciones del régimen indican que se van a robar las elecciones, al menos en algunos estados emblemáticos.

¿Para qué van a asumir los grandes costos políticos de un fraude descarado como este si no es para hacerse de algunas gobernaciones emblemáticas como Aragua, Carabobo o Miranda? No los subestimemos. Maduro es «tonto pero no tanto».

Esta jugada no es gratuita.»

Como dijo Yogui Berra: «Es mucho lo que se puede ver con tan sólo observar». Es necesario que quienes aún no han abierto los ojos los abran y observen.

Otra cosa, la «exploración de diálogo» murió, pero no ayer, ella murió hace tiempo, aunque sólo será reconocido ahora. En laceiba del 5 de octubre decíamos: «La exploración de diálogo falleció, pero nadie quiere declararla oficialmente muerta. Ese trámite quedará para después de las regionales.»

Los alcaldes en el exilio estamos en Washington y hoy lunes a las 10am tendremos una reunión privada en el Departamento de Estado.

También tendremos reuniones con Human Rights Watch, con la CIDH en la OEA, y con otras instancias, entre hoy y mañana.

En cada reunión, en cada instancia, en cada entrevista, y en cada oportunidad yo insistiré en lo que le dije a Fernando del Rincón en aquella entrevista hace casi dos meses: En nuestra querida Venezuela no hay posibilidades de una salida democrática; los venezolanos solos no podemos; necesitamos ayuda internacional contundente; y todas las opciones deben estar abiertas y sobre la mesa. Porque lo peor que nos puede pasar a los venezolanos en términos de venezolanos muertos, de vidas perdidas pues, no son las sanciones económicas, ni un embargo petrolero, ni siquiera una acción militar (que no deseamos para nuestro país). Lo peor que nos puede pasar en términos de compatriotas muertos es que el régimen de Maduro se mantenga en el poder, y con él se perpetúe la pavorosa crisis humanitaria que está diezmando a nuestra población, y haciendo que cientos de miles traten de emigrar.

Por cierto, a nuestros compatriotas que tienen responsabilidades de liderazgo -porque son políticos, periodistas, escritores, intelectuales, analistas, tomadores de decisiones y formadores de opinión en general- y que parecen no estar tan alarmados ante la posibilidad (para no decir certeza) de que Maduro se quede para siempre en el poder, a esos que parecen insensibles ante las muertes que se dieron y que se estan dando a diario, a esos que creen que hay que darle tiempo al tiempo (mientras venezolanos mueren) para lograr una improbable salida pacífica y democrática, les dedicaré algunas lineas, algunas reflexiones, en los próximos días…

Otra cosa, la crisis venezolana se ha puesto fastidiosa por predecible. Ya todos sabemos lo qué va a pasar.

No hay sorpresas. Los analistas se van a quedar sin trabajo porque, si son buenos, nos van a decir lo que ya sabemos y, si nos dicen algo distinto, entonces no vale la pena escucharlos, menos aún pagarles por sus análisis…

Anoche Gerardo Blyde hablaba de convocar a todos los opositores para planificar una «nueva estrategia». Esto es importante. Espero escribirles al respecto en los próximos dias.

Ah, hoy es el día del anestesiólogo…