Kreator sigue siendo Kreator y que nadie lo dude, el paso del tiempo los afianza aún más, pero hay quienes tenían sus dudas, ya que entre el disco anterior “Panthom Antichrist” (2012) y el recién estrenado “Gods Of Violence” (2017) transcurrieron 5 años. Todos los rumores fueron callados con este gran disco, donde la banda ofrece la variante de incluir composiciones más melódicas, orientadas al heavy metal clásico, pero sin dejar el peso y la fuerza que los han caracterizado durante 33 años.

“Gods Of Violence”  es el disco de estudio Nº 15 para Kreator y el quinto con el guitarrista finlandés Sami Yli-Sirnio, quien le otorgó un carácter más melódico y virtuoso a la música. Por su parte Mille Petrozza, Ventor y Christian Giesler siguen haciendo lo mejor que saben hacer: thrash marca germana de la mejor calidad y ahora con una madurez adquirida a lo largo de mil batallas en los estudios, y en los escenarios.

No hay ningún desperdicio entre los 11 temas, pero sobresalen:

“World war now” es musicalmente eso, una declaración de guerra, con ritmos aplastantes que atrapan al oyente desde el inicio, sumado a unos duetos de guitarra que ponen los pelos de punta, más el balance de unos segmentos suaves, con teclados de fondo. Sigue “Satan is real” un corte que representa más al Kreator de su primera etapa, con ese thrash crudo y directo; Petrozza canta con maldad y rabia una lírica que ente líneas habla sobre la maldad que consume al mundo: “abre los ojos, Satán es real”, dice el coro en tono de advertencia; aquí una vez más las melodías y los solos de guitarra son todo un deleite.

El tema-título “Gods of violence” podría decirse que se trata de la canción más compleja del álbum, inicia con guitarras acústicas y pinceladas de teclados, para dar paso las guitarras ya con un sonido más pesado, y las melodías que enarbolan el coro son dignas de los grandes del heavy metal. Todos estos elementos sumados evidencian las grandes habilidades para componer que tiene este cuarteto alemán.

“Totalitarian terror” es para hacer mosh-mits en los conciertos donde nadie quedará en pie, es Kreator al 1000%; “Hail to the hordes” es épica y fantástica, quizá con el mejor trabajo de melodías y solos de guitarra de todo el CD; “Death becomes my light” cierra el disco en forma sensacional, más heavy rock que thrash, con melodías épicas y una lírica muy filosófica sobre enfrentar el destino, y la luz que viene después de la muerte.