Prensa Cresta Metalica
La ciudad capital cuenta con excelentes estructuras en lo que a museos se refiere, representando distintos estilos, épocas y escuelas arquitectónicas, aunque en su mayoría, los más importantes están distribuidas en el lado oeste de la capital. Cristobal Roig, arquitecto graduado en la Universidad Central de Venezuela, con post-grado GSD de Harvard, señala que “deberíamos contar con varios polos con museos distribuidos a lo largo de la capital y con nuevas tendencias de diseño, sería interesante tener alguna pieza de alto nivel arquitectónico como lo tienen Ciudad de México con el Jumex (Chipperfild) o Sao Paolo con MASP (Lina Bo Bardi), quizás ubicado en el parque La Carlota, así se le daría un balance interesante a la cuidad”.
“También creo que es difícil mantener nuestras exposiciones solo con producción nacional como un ejemplo tenemos el relativamente reciente Museo de la Arquitectura, que es una buena iniciativa y que hacía falta, pero es necesario aspirar a integrarse al mercado internacional, de esta manera el museo puede distribuir sus actividades expositivas con material propio e internacional, hacer que la gente se sienta entusiasmada a seguir volviendo”, agregó Roig uno de los arquitectos de mayor prestigio en el país, quien trabajó con el equipo de arquitectos que realizaron la extensión del Museo del Prado (de la mano del aclamado arquitecto español Rafael Moneo).
El especialista quien también trabajó con el grupo de arquitectos que diseñaron las oficinas del Arsenal Fútbol Club y del Souks de Beirut, afirma que “Caracas cuenta con metros cuadrados suficientes para exposiciones, charlas talleres y todo tipo de actividades culturales y el público responde a visitarlos, pero el reto radica más bien recuperar a nivel físico de algunos museos y conectar las infraestructuras actuales en un posible circuito de espacios y coordinando los eventos expositivos por toda la ciudad”.
Al ser consultado sobre cómo se sintió trabajando en el equipo que realizó la extensión al famoso Museo del Prado, explica que la experiencia le “aportó la posibilidad de trabajar junto a un maestro de la arquitectura en el desarrollo de un proyecto de primera línea donde las limitaciones económicas eran pocas y el programa constituida posibilidades infinitas para el diseño y la creación de espacios. Entender cómo Rafael Moneo va desarrollando un proyecto de este tipo y ayudarlo a ir diseñando todos los espacios de un museo constituyó una impacto significativo en mi formación, y todos esos conocimientos quisiera aplicarlos en Venezuela”.
Roig ha sido diseñador, coordinador y supervisor de proyectos habitacionales en distintas zonas caraqueñas, también tuvo el privilegio de formar parte del equipo que diseñó el colosal Souk de Beirut: “Este fue un proyecto de gran complejidad y muchos cambios. Unos de los grandes desafíos constituida el hecho de colocar un centro comercial de 65.000 m2 de construcción sobre ruinas, del antiguo mercado de los Souks en Beirut. Esta complejidad resultaba en variadas tramas estructurales y de proyecto que atendía situaciones puntuales, pero que al mismo tiempo debían constituir un todo homogéneo”.