El artista venezolano Gustavo Blanco-Uribe fue premiado en China con el galardón “Creatividad Artística 2018”, en el marco de su participación en la exposición de arte internacional Art Suzhou, donde estará exhibiendo su obra hasta finales de febrero.
Organizada por Pan-National Arts, Art Suzhou es una plataforma internacional de intercambio artístico entre países que integra exhibiciones y seminarios académicos, y para cuya cuarta exposición del año los organizadores han elegido el antiguo símbolo de la Ruta de la Seda para construir una plataforma diversa que intercambie arte y cultura de Oriente y Occidente.
Art Suzhou premió a los artistas que han hecho una contribución excepcional y han promocionado el desarrollo del arte contemporáneo, entre ellos al venezolano Gustavo Blanco-Uribe, quien recibió el galardón de manos de Fram Kitagawa, Director General de Echigo-Tsumari Art Triennale, ganador del importante galardón japonés Premio Asahi 2017 que se entrega a personas y grupos con logros sobresalientes en el ámbito académico y artes, que han contribuido al desarrollo y progreso de la cultura japonesa y la sociedad en general.
Gustavo Blanco-Uribe, quien se encuentra actualmente residenciado en España, ha transitado por las artes plásticas, la decoración, el diseño, y la moda a lo largo de más de una década de trayectoria. Comenzó su carrera en Nueva York pintando y decorando vitrinas para firmas como: Bergdorf Goodman, Harry Winston, Ralph Lauren, Fred Leighton, Van Cleef & Arpels, Bardin Palomo; y como diseñador, para eventos de gran escala como “The Young Lions” New York Public Library, entre otros. Su obra ha sido exhibida en numerosas exposiciones colectivas e individuales en Venezuela, China, Estados Unidos y España.
Su obra presenta al espectador incógnitas del espacio que nos rodea a través del estímulo visual, en collages fotográficos sobre espejos y cortes de papel, donde los paisajes urbanos son intervenidos en un espacio alterno, incógnito, para crear un diálogo entre las formas geométricas y las imágenes.
Según explica el artista, «la posibilidad de crear un espacio alterno de un instante de lo cotidiano, y contemplarlo sin emitir ningún tipo de juicio, puede crear un diálogo entre la imagen y la forma, adquiriendo entre ellas un espacio único a observar y meditar; además afirma que la geometría está presente en todo, en las manifestaciones de la naturaleza y en nosotros mismos.»
“Aprovechando esta ley de la naturaleza propongo un doble juego en un sentido lúdico de lo que es real y lo que no es, lo imaginativo y la realidad. Aspiro crear una interacción que haga meditar y ejercitar la imaginación visual del espectador”, afirma Blanco-Uribe.