Cuatro destacados artistas presentan desde hoy su singular manera de ver, sentir y concebir la relación entre arte y vida citadina en la exposición CARACAS, un lugar. CAF –banco de desarrollo de América Latina- rinde un merecido homenaje a la ciudad que ha acogido durante más de cuatro décadas su sede principal.
Los 450 años de fundación de Santiago de León de Caracas se celebran a la altura de la ocasión en la Galería CAF con la exposición CARACAS, un lugar, en la que se reúnen a partir de hoy las visiones que los destacados artistas Adrián Pujol, Pancho Quilici, Ricardo Benaim y Roberto de la Fuente tienen de esta morada urbana y de su carácter ciudadano dentro del marco geográfico donde se ha desenvuelto la historia particular de esta ciudad.
“Para CAF –banco de desarrollo de América Latina- es un orgullo presentar esta muestra y contribuir así a promover la cultura, en este caso urbana, mostrando variadas percepciones que inspira la capital venezolana. De esta manera le rendimos un merecido homenaje a la ciudad donde se encuentra instalada nuestra sede principal”, aseguró Luis Carranza, presidente ejecutivo de CAF.
Caracas, como la conocemos afectiva y tradicionalmente, posee una rica historia que se remonta hasta la época en que su anchuroso valle resguardaba los primeros habitantes: los indígenas Caracas a quienes debe su nombre; y que luego de intensas luchas fue finalmente fundada por el Capitán Diego De Losada en 1567.
Su extraordinaria situación frente a la cordillera de la Costa, al pie del Ávila o Waraira Repano, como lo denominaba la voz indígena, y su relativa proximidad al mar, le otorgaron una estratégica ubicación en el contexto de América continental.
“Esa cordillera omnipresente, guardiana y generosa que ha servido como telón de fondo a un escenario para las más diversas ritualidades y para generar las más disímiles pasiones creativas que emanan imágenes que nos conducen a percibir la ciudad con un sentido de lugar, cambiando el pensamiento histórico por una vigorosa expresión de lugar imaginal: un espacio más que un tiempo, una emoción más allá del valle”, explicó la curadora de la exposición CARACAS, un lugar, Mariela Provenzali, sobre la inspiración del nombre de la misma.
La singular mirada de los artistas
Adrián Pujol indaga en el cinetismo como una narrativa universal. Su conexión no es con la ciudad urbanística sino con la herencia del arte. “El desencadenante y la tematización son parte de las reflexiones de Soto y de la estructura que es parte de lo que es el ADN artístico del siglo XX y XXI”, afirma. Esto se destaca en la obra Composición o el Testamento de Soto, 2000-2015, donde el pintor toma el Ávila pintado en 2006 desde El Cerrito, sitio privilegiado que domina la panorámica de la ciudad, y le superpone una cuadrícula, aseverando que una imagen que surge hoy viene con un pasado, y sobre una obra informal le impone una obra formal.
Ricardo Benaim no concibe la ciudad de Caracas sin el Ávila, dice textualmente: “es como un monstruo ecológico que se mueve siempre, en colores y formas, se ve apaciguado, intenso, es el arquetipo del Norte, de su norte, del norte del país, del norte de América Latina. Y detrás del Ávila está la libertad”. Es un monumento natural que el artista perfila, ilumina y vincula con monumentos arquitectónicos que considera hitos de la ciudad: el Humboldt, las Torres de El Silencio, el Helicoide, el Panteón, el Aula Magna, el Calvario, el Nuevo Circo, la Plaza Altamira, el Teatro Municipal, entre otros; los que “la gente pone en relieve como una manera de sentir la ciudad”.
Aunque no está residenciado en Venezuela, las visitas asiduas de Pancho Quilici a Caracas, le permite dar a su ciudad natal una especial lectura en dos planos y a dos niveles. En su obra, la inmensidad del valle aparece en un plano posterior que pudiera sugerir un paisaje inconsciente, opuesto a la nitidez del dibujo que invita a adentrarse a la ciudad mediante una particular perspectiva que deja una sensación vertiginosa.
El tema fundamental del trabajo de Roberto De La Fuente ha sido el Ávila, “que ha estado siempre allí, acompañando a la ciudad”. Es un pintor que afirma tener una relación sensual con esa montaña, la que pinta como si fuera una modelo desnuda, la que idealiza y de la que dice estar enamorado. Aunque durante mucho tiempo ha desarrollado la dualidad cielo-montaña, donde el hombre no está muy evidenciado, en esta etapa Roberto presenta piezas en las que incluye la trama urbana, sugiriendo la vida citadina, y asevera que “tres elementos –la ciudad, la gente y la montaña- conforman un concepto en una palabra: Caracas”.
La exposición CARACAS, un lugar, se podrá ver en la Galería CAF, ubicada en la planta baja de la Torre CAF en Altamira de lunes a viernes de 10:00 a.m. a 5:00 p.m..